Una roca universal

Toledo re¨²ne, con m¨¢s de un centenar de monumentos (iglesias, conventos, sinagogas, palacios, monasterios, mezquitas), los dos aspectos existentes en los cascos hist¨®ricos de Europa: la arquitectura monumental y la cultura popular, que es la que le da un peculiar car¨¢cter a pesar de la degradaci¨®n de sus viviendas, el encarecimiento y la especulaci¨®n del suelo y la huida de su gente hacia la periferia, donde actualmente se alojan m¨¢s de los dos tercios de la poblaci¨®n total de la ciudad, que ahora cuenta con unos 60.000 habitantes.Los planes generales de urbanismo posteriores a la guerra civil, el coste de la rehabilitaci¨®n de las viviendas, los tr¨¢mites por los que han de pasar sus propietarios para conseguir licencias de obras en el recinto amurallado y la expansi¨®n de otras zonas del extrarradio, fomentada incluso por anteriores gobiernos municipales, son factores que han hecho que desde 1975 hasta 1980 se haya perdido el 22% del total de los habitantes que ten¨ªa la antigua ciudad, donde ahora viven tan s¨®lo unas 14.000 personas.

A finales de 1984, el alcalde de Toledo, Joaqu¨ªn S¨¢nchez Garrido, solicit¨® al Consejo de Europa ayuda para rehabilitar al menos 800 infraviviendas, que ocupan una superficie de 25 hect¨¢reas. Para ello ser¨ªa necesaria una inversi¨®n de 2.000 millones de pesetas.

El Consejo de Europa, a trav¨¦s de Les Fonds de Re¨¦tablissement, podr¨ªa conceder cr¨¦ditos una vez proclamada Toledo patrimonio de la humanidad. As¨ª, con este fondo de Europa, se podr¨ªa asumir el 40% del coste total, mientras que el Estado avalar¨ªa la operaci¨®n con el 60% restante, seg¨²n el alcalde de Toledo. El reci¨¦n aprobado Plan General de Urbanismo de la ciudad no incluye el casco hist¨®rico, pues ¨¦ste ha de ser objeto de un plan especial que deber¨¢n afrontar tanto la Administraci¨®n central y la auton¨®mica como la municipal.