Rompecabezas en un psiqui¨¢trico
La Diputaci¨®n de Barcelona no encuentra testigos de los presuntos abusos sexuales cometidos en la Cl¨ªnica Mental de Santa Coloma de Gramanet
La Diputaci¨®n de Barcelona ha abierto un expediente a los auxiliares psiqui¨¢tricos Rafael Melendo y Vernando Cobano, de la Cl¨ªnica Mental de Santa Coloma de Gramenet, cuya ¨¢rea de influencia abarca municipios barceloneses donde vive un mill¨®n de personas. Ambos, seg¨²n se desprende de un parte que firmaron el d¨ªa 27 de septiembre, toleraron unas relaciones sexuales entre dos internos. Las investigaciones de la direcci¨®n del centro, revelaron indicios de malos tratos flisicos y sexuales a enfermos. Fuentes de la propia diputaci¨®n no creen que se sancione a los presuntos responsables. No hay testigos y la palabra de un loco no tiene cr¨¦dito en la pr¨¢ctica.
El Director General de la Cl¨ªnica Mental de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), Adolf Mas-Yebra, ley¨® con incredulidad el parte de enfermer¨ªa del Pabell¨®n de la Inmaculada, correspondiente al turno de tarde del d¨ªa 27 del pasado mes de septiembre. Los auxiliares psiqui¨¢tricos Rafael Melendo y Fernando Cobano se?alaron en su informe: "Venteo: Este enfermo deja surgir sus m¨¢s elementales instintos buscando ayuda en las mec¨¢nicas y todo lo que lleva faldas en el Pabell¨®n. Al no disponer la enfermer¨ªa de medios para calmar dichos instintos, se permite a este enfermo y a Jaime hacer un bis a bis (sic), tras lo cual queda relajado. Se le da un cigarrillo para calmar su ansiedad y se envidia la cara de felicidad de este enfermo tras su desahogo natural".El parte dej¨® de ser rutinario. Mas-Yebra llam¨® a cap¨ªtulo a los dos auxiliares pero s¨®lo pudo hablar con Cobano. Melendo acababa de pedir la baja. Sus explicaciones, seg¨²n el entonces director general de la Cl¨ªnica y ahora director m¨¦dico, fueron confusas e incluso parad¨®jicas: "Me asegur¨®, en principio, que se trataba de una broma y, luego, manifest¨® que se pretend¨ªa denunciar una situaci¨®n".
Mas-Yebra puso los hechos en conocimiento del Director del Servicio de Psiquiatr¨ªa de la Diputaci¨®n de Barcelona -organismo del que depende la cl¨ªnica-, Daniel Font, el pasado d¨ªa 3 de octubre. En una nueva carta que le remiti¨® siete d¨ªas despu¨¦s, Mas-Yebra inform¨® a su superior de nuevos indicios de presuntos malos tratos fisicos y sexuales a los internos, que le hab¨ªa descrito sor Esperanza Melero Garc¨ªa, madre superiora de las Franciscanas de los Sagrados Corazones, orden que presta sus servicios en la Cl¨ªnica. La religiosa le hab¨ªa puesto al corriente de las denuncias formuladas por uno de los internos a una monja.
La Diputaci¨®n inici¨® sus diligencias y requiri¨® testigos presenciales de los hechos. No los hubo. S¨®lo consta el parte suscrito por Melendo y Cobano. Sor Esperanza, que trabaja en el centro desde 1961, relat¨® ante el diputado de R¨¦gimen Interior, Jaime Bertr¨¢n; el secretario de la corporaci¨®n provincial, Jos¨¦ Mar¨ªa Esquerda, y el jefe del Gabinete Jur¨ªdico, Joan Madriles, los hechos que se produjeron en el Pabell¨®n de la Inmaculada de la cl¨ªnica durante el turno de tarde.
"Un enfermo, de avanzada edad, imposibilitado en una silla de ruedas", dijo la monja, "era arrastrado por otro paciente a toda velocidad por un pasillo". Manifest¨® tambi¨¦n que el enfermo imposibilitado era obligado por otros pacientes a satisfacer las necesidades sexuales de otro internado.
Esta dependencia se ha convertido en una especie de residencia, en la que la media de antig¨¹edad de los pacientes es de 10 a?os. El centro alberga a medio millar de enfermos mentales, en un totalde siete pabellones separados por grandes superficies arboladas.
La religiosa indic¨® adem¨¢s, seg¨²n explic¨® a este diario posteriormente, que los abusos cometidos con el enfermo imposibilitado, aquejado de una psic¨®sis cr¨®nica, tuvieron lugar en la ¨²ltima semana de septiembre. "El paciente, que tiene una mentalidad de un ni?o de unos 12 a?os, comunic¨® a Sor Pilar Villasur, entre llantos, lo sucedido", se?al¨®.
La Diputaci¨®n abri¨® inmediatamente un expediente a los auxiliares psiqui¨¢tricos Melendo y Cobano, de momento por permisividad de pr¨¢cticas homosexuales. La orden eman¨® del presidente de la corporaci¨®n, Antoni Dalmau, quien critic¨® "la soma, el contenido y la forma inadecuada" en que estaba redactado, el parte firmado por los auxiliares. Asimismo, se acord¨® trasladarlos a otras dependencias, medida que se extendi¨® a los otros dos enfermeros del turno de tarde del Pabell¨®n de la Inmacualada.
Faltan testigos
El traslado de los cuatro auxiliares psiqui¨¢tricos, seg¨²n MasYebra y Font, fue aceptado con reticencias por sus compa?eros. Ambos resaltaron la paradoja de que aunque ninguno de los miembros del servicio quiso delatar posibles malos tratos f¨ªsicos y sexuales a los internos, tampoco acept¨® de buen grado la presencia de los dos expedientados. Mas-Yebra y sor Esperanza, conscientes de la falta de testigos y conocedores del escaso valor que se concede a la palabra de un demente, estan convencidos de la veracidad de lo relatado por el enfermo.
El ahora director m¨¦dico va m¨¢s all¨¢ al exponer que, "en ning¨²n momento he considerado que no se pod¨ªa valorar la palabra de un enfermo. Es m¨¢s, creo que con la excepci¨®n de todo lo referido al n¨²cleo delirante y a los casos de incapacidad jur¨ªdica, ¨¦sta es tan v¨¢lida como la de una persona sana".
Sin embargo, fuentes de la Diputaci¨®n consideran poco probable que el juez instructor del expediente, Enric Mas, pueda elevar una propuesta de sanci¨®n grave. Recuerdan ahora c¨®mo hace poco m¨¢s de uno a?o no pudieron emprender acci¨®n alguna contra un enfermero que fue expedientado por mantener relaciones con una paciente. Un psic¨®pata cr¨®nico no tiene palabra.
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