Espartaco: "Soy el n¨²mero uno porque tengo m¨¢s moral que nadie"
Juan Antonio Ruiz, Espartaco, ha sido, al igual que en 1985, el diestro que m¨¢s corridas tore¨® en Espa?a a lo largo de la presente temporada. Espartaco hizo el pase¨ªllo en 88 ocasiones, cortando un total de 162 orejas y 8 rabos. El torero justifica su primer lugar en el escalaf¨®n: "Si soy el n¨²mero uno es porque tengo m¨¢s moral que nadie. Aunque debo superarme mucho todav¨ªa". Estos d¨ªas se dedica a ojear fincas en la provincia de Sevilla, pues quiere comprarse un cortijo. Tambi¨¦n practica su deporte favorito, el tenis, y acude al cine a ver pel¨ªculas de acci¨®n.
"En Am¨¦rica", dice Espartaco, "s¨®lo actuar¨¦ en pocos festejos, despu¨¦s de Navidades; all¨ª ya no se gana dinero ni prestigio". Para la pr¨®xima temporada en Espa?a ¨²nicamente pide la suerte que le acompa?¨® en la de 1986, en la que cumpli¨® los objetivos que se hab¨ªa fijado: "Yo quer¨ªa triunfar todas las tardes, independientemente de donde toreara, pues el p¨²blico paga igual, y no sufrir ninguna cogida".Sin embargo, a ¨²ltimos de agosto tuvo un percance en la rodilla derecha que le hizo perder 12 tardes. De haberlas toreado, habr¨ªa redondeado 100 actuaciones. "Lo de llegar a las 100 corridas", explica, "en realidad no me importaba, mi ¨²nica obsesi¨®n era volver a la cara del toro". Recuerda especialmente, dentro del alto nivel medio de sus actuaciones, las de M¨¢laga y Sevilla, mientras que considera que C¨®rdoba fue la ¨²nica plaza en la que no dio la talla.
Espartaco se muestra feliz y contento con su apoderado, el torero retirado y hoy ganadero Manuel Gonz¨¢lez, que ha sido quien le ha lanzado definitivamente desde que se hizo cargo de sus destinos en 1985: "M¨¢s que mi apoderado es mi amigo; la prueba es que no tenemos contrato firmado, no hace falta".
En medios taurinos se acusa a Espartaco de ganarse a los espectadores, y sobre todo a las espectaderas, con su cl¨¢sica sonrisa y su rubio flequillo agitado al viento: "Eso es mentira. Mi forma de ser me lleva a sonre¨ªr cuando me salen bien las cosas. Las orejas las corto, como mis compa?eros, con el capote, la muleta y la espada".
Revistas del coraz¨®n
Tampoco agrada de Espartaco que se promocione saliendo en las revistas del coraz¨®n: "Me buscan ellas, no es ning¨²n montaje. En cualquier caso, que los toreros aparezcan en sus p¨¢ginas beneficia al conjunto de la profesi¨®n, porque se habla de toros y se mueve a la gente a ir a las plazas".Manuel Gonz¨¢lez puntualiza al respecto: "Que este tipo de prensa se ocupe de Espartaco me ayuda en mi labor, l¨®gicamente, pero no es menos cierto que al ser ¨¦l un personaje noticioso y con carisma le buscan esas publicaciones".
Tambi¨¦n se comenta que en Espartaco predomina la cantidad sobre la calidad, lo que ¨¦l desmiente: "He evolucionado mucho desde mis principios. Ahora toreo para m¨ª, con gusto y reposo, para sentirme, y cuando lo consigo es cuando m¨¢s transmito al p¨²blico".
Al igual que se afirma que a Espartaco le han cuidado mucho el ganado a que se enfrent¨®: "En mis a?os dif¨ªciles mat¨¦ corridas duras, la de Pablo Romero, cinco temporadas seguidas en Pamplona; incluso las de Victorino Mart¨ªn e Isa¨ªas y Tulio V¨¢zquez, y pude con todas ellas. Veo normal que ahora cuide un poco esta faceta".
El cortijo se lo comprar¨¢ Espartaco con las ganancias de sus ya nueve temporadas en activo, pero, sobre todo, con las de las dos ¨²ltimas. Aunque no quiere dar cifras, -"a los toreros", afirma, "la mitad de lo que cobramos se nos va en gastos"-, s¨ª reconoce que "de promedio he sacado limpio algo m¨¢s de un mill¨®n de pesetas por tarde", lo que totaliza una cantidad de alrededor de 100 millones tras sus 88 pase¨ªllos. "En cualquier caso", explica Espartaco, "es un asunto que lleva mi apoderado. Yo s¨®lo me preocupo de cortar las orejas". Manuel Gonz¨¢lez, por su parte, dice que a¨²n no han hecho las cuentas, aunque afirma: "En 1987 subir¨¢ la tarifa de Espartaco, porque llena las plazas".
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