Fraga, el 'n¨²mero uno' que no logr¨® llegar a la Moncloa
La trayectoria de Manuel Fraga Iribarne es la de un eterno n¨²mero uno que, seg¨²n uno de sus bi¨®grafos, "jam¨¢s logr¨® resignarse a no ocupar la presidencia del Gobierno". Populista, autoritario, culto, desp¨®tico, inteligente, capaz y soberbio son algunos de los adjetivos m¨¢s citados por las personas encuestadas en los sondeos cuando se les pregunta por Fraga. El dirigente conservador, que acababa de celebrar, en plena campa?a electoral vasca, su 64 cumplea?os (naci¨® en Villalba, Lugo, el 23 de noviembre de 1922), no renunci¨® jam¨¢s a su condici¨®n de gallego; incluso, ante las elecciones auton¨®micas de 1981, alguien le sugiri¨®, y ¨¦l acarici¨® la idea, que se presentase como candidato a la presidencia de la Xunta. Pero sus aspiraciones eran m¨¢s elevadas.
Manuel Fraga es doctor en Derecho y licenciado en Ciencias Econ¨®micas por las universidades de Santiago de Compostela y Complutense. El presidente nacional de Alianza Popular, cuya eventual dimisi¨®n centr¨® ayer la actualidad pol¨ªtica es, asimismo, jurisconsulto, catedr¨¢tico de un?versidad, diplom¨¢tico y escritor. Todas estas actividades las ha ido ejerciendo Fraga en diversas etapas de su vida. Su curriculo es impresionante, apretado, sin un minuto libre.A partir de 1945 y mediante sendas oposiciones fue oficial letrado de las Cortes Espa?olas. Ingres¨® en 1946, con el n¨²mero uno de su promoci¨®n, en la Escuela Diplom¨¢tica. Tras varios ascensos en el escalaf¨®n, fue finalmente nombrado ministro plenipotenciario, en el a?o 1963. Pero, para entonces, ya era ministro con Franco.
Fue subdirector del Seminario (despues Escuela) de Estudios Hispanoamericanos Contempor¨¢neos. Tambi¨¦n fue director de cursos organizados por la Complutense para universitarios norteamericanos en los a?os 1948, 1949 y 1950.
Manuel Fraga ejerci¨® como secretario general del Instituto de Cultura Hisp¨¢nica a partir de 1951. Fue nombrado director del curso de Problemas Contempor¨¢neos en 1953 en la Universidad Men¨¦ndez y Pelayo de Santander, en la cual dirigi¨® tambi¨¦n un curso de Cooperativismo Universitario, en 1958.
Consejero nacional
Fraga fue designado secretario general del Consejo Nacional de Educaci¨®n en 1953, secretario de la Comisi¨®n Espa?ola de Cooperaci¨®n de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1954, secretario general t¨¦cnico del Ministerio de Educaci¨®n Nacional, del que era titular Joaqu¨ªn Ruiz Gim¨¦nez, en 1955, subdirector del Instituto de Estudios Pol¨ªticos en 1956, y director de este mismo centro en 1961.
Fraga fue asimismo consejero nacional de Falange Espa?ola Tradicionalista y de las J.O.N.S. en 1957, para posteriormente pertenecer a la junta pol¨ªtica del partido. Fue designado Procurador en Cortes en 1957 y delegado nacional de Asociaciones de la Secretar¨ªa General del Movimiento, cuyo titular era Jos¨¦ Sol¨ªs Ruiz. Fue secretario de la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores de las Cortes de 1958 a 1962 y secretario general del grupo espa?ol de la Uni¨®n Interparlamentaria. Fue miembro del Consejo de Estado en 1961, del Consejo de Econom¨ªa Nacional el mismo a?o, y del Consejo Nacional de Educaci¨®n en 1959.
Finalmente, el 10 de julio de 1962, a los 40 a?os, fue nombrado ministro de Informaci¨®n y Turismo. Durante su gesti¨®n, hasta 1969, fueron aprobados el Estatuto de Publicidad y la Ley de Prensa e Imprenta, conocida como ley Fraga, en virtud de la cual se suprimi¨® por vez primera la censura previa a la Prensa, aunque merced a esta norma, fueron sancionadas no pocas publicaciones.
Al frente de dicho ministerio, Manuel Fraga se dedic¨® a suscitar intensamente la creaci¨®n de nuevas zonas de desarrollo tur¨ªstico, y se le considera el padre de no pocos paradores. Fue destituido en 1969, tras el esc¨¢ndalo de Matesa. Estos siete a?os fueron los que cimentaron su prestigio como hombre eficaz, pero tambi¨¦n su fama de autoritario, individualista y escasamente receptivo a las ideas de los dem¨¢s.
Su ca¨ªda en desgracia le hizo pasar durante una temporada a la empresa privada -fue, entre otras cosas, gerente de una empresa cervecera-. Entretanto, fue cimentando una cierta fama de liberal dentro del r¨¦gimen, publicando libros y dej¨¢ndose ver en ocasiones se?aladas, para no ser olvidado, seg¨²n confes¨® por aquella ¨¦poca a alg¨²n ¨ªntimo.
Embajador en Londres
La vuelta de Manuel Fraga a la actividad p¨²blica se produjo en 1973, gracias a su nombramiento como embajador en Londres, cargo que ejerci¨® hasta noviembre de 1975, fecha en que volvi¨® a Espa?a para dedicarse por entero a la pol¨ªtica, tras la muerte de Franco.
Sus conversaciones veraniegas con Jos¨¦ Sol¨ªs Ruiz y Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, tratando de cuajar alg¨²n tipo de pacto para el futuro, constituyeron la sensaci¨®n pol¨ªtica de aquel agitado verano de 1975 y lograron que la opini¨®n p¨²blica y la Prensa centraran la atenci¨®n sobre su futuro pol¨ªtico. Su primera frustraci¨®n la vivi¨® ya en junio de 1976, cuando el Rey llam¨® a Adolfo Su¨¢rez para formar Gobierno, dejando a Areilza y al propio Fraga con las copas del brindis triunfal en la mano.
Ese mismo a?o promovi¨® la asociaci¨®n pol¨ªtica Gabinete de Orientaci¨®n y Documentaci¨®n Pol¨ªtica, Sociedad An¨®nima (GODSA), sociedad af¨ªn a su ideario pol¨ªtico, cuya misi¨®n bajo su presidencia consisti¨® en preparar el camino para la constituci¨®n de un gran movimiento de opini¨®n que desembocara en un partido pol¨ªtico de centro.
El 11 de diciembre de 1975, fue nombrado vicepresidente del Gobierno para Asuntos del Interior y Ministro de la Gobernaci¨®n en el Gabinete presidido por Carlos Arias Navarro. Durante su gesti¨®n, concretamente el 3 de marzo de 1976, se produjeron los violentos des¨®rdenes p¨²blicos conocidos como los sucesos de Vitoria. Ces¨® como ministro el 7 de julio de 1976, al constituir su primer Gobierno, segundo de la monarqu¨ªa, el presidente Adolfo Su¨¢rez, y no sin hacer c¨¦lebre su frase (que ¨¦l siempre asegur¨® que era ap¨®crifa) "la calle es m¨ªa", refiri¨¦ndose a su control de las manifestaciones de quienes ped¨ªan apertura. La llegada de la democracia iba a abrir una nueva fase en su carrera pol¨ªtica.
El primero de los 'siete magnificos'
Manuel Fraga cre¨®, en febrero de 1976 -llegada la democracia-, a partir de GODSA, la agrupaci¨®n pol¨ªtica Reforma Democr¨¢tica. A continuaci¨®n patrocin¨® la formaci¨®n de Alianza Popular con la participaci¨®n de varias organizaciones pol¨ªticas y contando con la aportaci¨®n de los siete magn¨ªficos, otros tantos destacados personajes del franquismo m¨¢s o menos evolucionado; hoy, solo Fraga, de entre los magn¨ªficos, permanece en AP. Elegido diputado por Madrid desde 1977, ha sido miembro de la ponencia constitucional -sin duda, su trabajo parlamentario m¨¢s relevante- y portavoz del grupo parlamentario AP.Primer intento de marcha
A finales de 1978 promovi¨® la plataforma electoral conservadora Coalici¨®n Democr¨¢tica, que agrupaba Alianza Popular y Acci¨®n Ciudadana Liberal, de Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, con la que se present¨® encabezando la lista en las generales de 1979.
El fracaso cosechado entonces, tras obtener nueve diputados en los comicios del 1 de marzo le hizo pensar, por primera vez, en presentar la dimisi¨®n. Fueron entonces algunos incondicionales, como Jorge Verstrynge y Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Gallard¨®n, quienes le convencieron para que permaneciese en el puesto.
Ante los comicios de octubre de 1982 promovi¨® la coalici¨®n electoral Coalici¨®n Popular, integrada por Alianza Popular, el Partido Dem¨®crata Popular, de ?scar Alzaga, y la Union Liberal, de Pedro Schwartz, que quedar¨ªa configurada definitivamente con el Partido Liberal, de Jos¨¦ Antonio Segurado. En ese momento y ante el hundimiento de UCD, Fraga consigui¨® 106 diputados, su techo electoral. El Gobierno socialista propici¨® que fuese oficialmente nombrado, en la pasada legislatura, l¨ªder de la oposici¨®n.
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