Asignatura diplom¨¢tica
Acogi¨¦ndome a su benevolencia, me permito rogarle d¨¦ cabida en las p¨¢ginas de EL PA?S a estas l¨ªneas, que surgen al hilo de la lectura del editorial Para qu¨¦ sirve un embajador, aparecido el pasado 11 de diciembre.Vaya en primer lugar nuestro agradecimiento por la lanza que rompe a favor de la potenciaci¨®n de nuestro servicio exterior y por el reconocimiento de que "tambi¨¦n hay buenos diplom¨¢ticos" y de que "no todo son defectos en los diplom¨¢ticos", que, aunque modesto, constituye un buen punto de partida para aqu¨¦lla.
Siento tener que reconocer que no se puede decir lo mismo del resto del editorial. A partir de Kant, nadie puede dudar de la virtualidad de la cr¨ªtica como factor decisivo en cualquier empresa epistemol¨®gica. La solidez de aqu¨¦lla estar¨¢, no obstante, en funci¨®n de la bondad de las razones utilizadas y de la coincidencia entre el sujeto de aqu¨¦llas y el de la cr¨ªtica.
Las razones utilizadas se autocalifican. Se nos tilda a muchos de nosotros de estar formados en "la tradici¨®n ret¨®rica de la buena educaci¨®n", lo que da como espectacular resultado que lleguemos a ser "capaces de citar con soltura ciertos pasajes escogidos de madame La Fayette". De verdad, se?or director, he consultado a varios compa?eros sobre la tal madame, llegando a la conclusi¨®n de que debe ser una asignatura del pr¨®ximo curso, pues no estamos familiarizados con aqu¨¦lla ni con sus misteriosos pasajes. En cuanto a la buena educaci¨®n, estoy seguro de que lo dicho responde a un golpe de la mala fortuna en la expresi¨®n de alguna otra idea. Una o dos carreras universitarias, varios a?os de oposiciones, dos a?os de Escuela Diplom¨¢tica y tres lenguas extranjeras constituyen las exigencias para empezar a ser diplom¨¢tico profesional. No resulta razonable proyectar una imagen tan pobre de esos esfuerzos formativos, salvo que lo que se pretenda no sea la verdadera cr¨ªtica, sino la des-imagen, en cuyo caso de poco vale esta carta.
Por otra parte, se est¨¢ criticando a los L¨®pez por lo que hacen los P¨¦rez. En efecto, el editorial se refiere a una "falta de dise?o de una pol¨ªtica exterior que merezca tal nombre", a la "aton¨ªa" que caracteriza a la misma. Sin entrar en valoraciones, hay que dejar establecido que el dise?o y tonificaci¨®n de la pol¨ªtica exterior son temas que se escapan por arriba a los diplom¨¢ticos, de la misma forma que se le escapa al soldado la estrategia de una batalla o el estado de la moral de la tropa.
Este cierto confusionismo me anima a solicitarle otro breve espacio en su peri¨®dico con el prop¨®sito de bosquejar un orden conceptual, aportar una cr¨ªtica alternativa y plantear una serie
Pasa a la p¨¢gina siguiente
Viene de la p¨¢gina anterior
de problemas, factores todos que dificultan la "renovaci¨®n de nuestro servicio diplom¨¢tico" que propugna EL PA?S, y que los diplom¨¢ticos de carrera y verdaderamente profesionales somos los primeros en desear.-
Ministro plenipotenciario. Presidente de la Asociaci¨®n Profesional de Funcionarios de la Carrera Diplom¨¢tica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.