Australia y Suecia disputan en Melbourne la final de la Copa Davis
El estadio de Kooyong, en Melbourne, albergar¨¢ a partir de este viernes la final de la Copa Davis de tenis, que este a?o enfrentar¨¢ a Australia y Suecia. Los mismos equipos protagonizaron la final de 1983, tambi¨¦n en Melbourne, y entonces se impuso Australia por 3 a 2. Desde entonces, Suecia ha ganado la Copa Davis en 1984 y 1985. La final ha estado rodeada de tensiones antes de su inicio.
Los jugadores suecos mantuvieron un largo contencioso con su federaci¨®n. Reclamaban una mayor compensaci¨®n econ¨®mica por su participaci¨®n, y se quejaban de las fechas de la final, por su cercan¨ªa a las fiestas navide?as. En el equipo australiano, Pat Cash, su mejor jugador, se enfrent¨® verbalmente con su capit¨¢n y golpe¨® a un c¨¢mara de televisi¨®n en el entrenamiento de? martes.El equipo sueco se presenta con la baja de Mats Wilander, su mejor jugador. Wilander est¨¢ preparando su boda con una modelo surafricana, y a preferido prescindir de la Copa Davis. Suecia, sin embargo, no ha tenido problemas para reunir a un equipo de gran calidad. Para los partidos individuales, el capit¨¢n Hans Olsson cuenta con Edberg y Nystroem, mientras que Edberg y Jarryd ser¨¢n los integrantes del equipo de dobles. En la reserva quedan jugadores de la calidad de Pernfors, finalista en el torneo de Roland Garros, y Johan Carlsson. Suecia disputar¨¢ su quinta final de la Copa Davis, y la cuarta consecutiva. Ha ganado la ensaladera en 1975, con Bjorri Borg, en 1984, frente a Estados Unidos, y 1985, ante Alemania Occidental. Australia, por su parte, ha ganado la Copa Davis 25 veces, y ha sido finalista en otras 16 ocasiones.
La ventaja de la hierba
La final se jugar¨¢ en el estadio de Kooyong, lo que representar¨¢ una clara ventaja para Australia, cuyos jugadores son m¨¢s expertos en el tipo de tenis que debe jugarse sobre hierba. Los puntos son m¨¢s cortos, con preponderancia del saque y la volea, y no es tan importante la resistencia f¨ªsica y la Calidad de los golpes, principales virtudes de los suecos.
En el equipo australiano, el mejor hombre es Pat Cash, pese a que ha atravesado una racha de lesiones que le han impedido cosechar buenos resultados en la ¨²ltima temporada. Cash, que se ha convertido en el centro de atenci¨®n de los australianos en los ¨²ltimos d¨ªas, parece estar especialmente nervioso ante la final. El pasado martes, y tras perder un set de entrenamiento ante John Fitzgerald, Cash rompi¨® dos raquetas, discuti¨® con el capit¨¢n Neale Fraser y golpe¨® a un c¨¢mara de televisi¨®n que intentaba tomar unas im¨¢genes del jugador con su mujer, la noruega Anne Brit Kronstensen, y su hijo Daniel, de cinco meses.
Cash, hijo de un jugador de f¨²tbol australiano (una modalidad cercana al rugby y muy violenta), ha sido siempre un jugador muy temperamental, y en el Open de Estados Unidos de hace dos a?os lanz¨® su raqueta contra un espectador que criticaba su actitud. Ese temperamento, sin embargo, le convierten en la mejor baza del tenis australiano, sobre todo al jugarse la final sobre hierba.
Los otros integrantes del equipo son Paul McNamee, que deber¨ªa jugar el otro individual, Peter McNamara y John Fitzgerald. McNamara, de 31 a?os, es el hombre sorpresa del equipo. A los 28 a?os, y a causa de una lesi¨®n de rodilla, McNamara anunci¨® su retirada del tenis. Dos a?os m¨¢s tarde volvi¨® a la competici¨®n, siempre con un aparatoso vendaje en su rodilla.
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