Robinson derrot¨® al Real Madrid en el ¨²ltimo segundo

RAM?N MORA Wayne Robinson, con una canasta en el ¨²ltimo segundo del partido, logr¨® la victoria para el Cacaolat Granollers frente al Real Madrid. Fue una venganza refinada, que recuerda aquella m¨¢xima que dice: "La venganza es un plato que se sirve mejor fr¨ªo". En su primer enfrentamiento con sus ex compa?eros, Robinson se convirti¨® en el hombre clave de la victoria del Cacaolat. Su ¨²ltima canasta representa la octava derrota del Real Madrid esta temporada en competici¨®n oficial, y recupera la palabra crisis para el vocabulario del baloncesto madridista, despu¨¦s del dulce intermedio del Torneo de Navidad.

El Cacaolat tuvo un d¨ªa redondo. Logr¨® el r¨¦cord de recaudaci¨®n de su historia, con tres millones de pesetas recogidos a los 4.500 espectadores que llenaron el pabell¨®n, y consigui¨® ganar al Real Madrid, algo que no suced¨ªa desde el 22 de diciembre de 1979, el d¨ªa en que el gordo de la loter¨ªa cay¨® en Granollers. Ayer, tambi¨¦n en plenas Navidades, el Cacaolat repiti¨® el triunfo.

El Real Madrid complet¨® una primera parte muy gris, en la que tan s¨®lo fue por delante con el 0-2 inicial. El Granollers, jugando al contraataque muy bien dirigido por Creus y con Robinson especialmente motivado, logr¨® una ventaja de 12 puntos (24-12) a los ocho minutos de juego. Esa ventaja se mantuvo hasta cuatro minutos m¨¢s tarde cuando, con 34-22, Larry Spriggs tuvo una fricci¨®n con Craig Dikeina que descentr¨® al Cacaolat. Los errores fueron bien aprovechados por el Madrid y al descanso se lleg¨® con un apretado 49-45.

En el segundo per¨ªodo, el Madrid sali¨® con m¨¢s fuerza. A los cuatro minutos ya empat¨® a 55 el partido. Lo consigui¨® con un quinteto at¨ªpico:, Biriukov, Romay, Corbal¨¢n, Rull¨¢n y Spriggs. En el banquillo estaban Iturriaga y Branson, muy desacertados ayer. El marcador se igual¨® durante algunos minutos, y Lolo S¨¢inz decidi¨® darle una nueva oportunidad a Branson. El norteamericano consigui¨® su primera canasta en el minuto 32 de partido (71-71).

Y entonces sucedi¨® lo que pocos esperaban. El Madrid logr¨® una c¨®moda ventaja (81-86) a dos minutos del final. No volvi¨® a encestar. El Cacaolat presion¨® hasta disponer de la pelota a falta de siete segundos para el final. El bal¨®n cay¨® en las manos de Robinson quien, en un lanzamiento arriesgad¨ªsimo, complet¨® su venganza. No es extra?o, pues, que, cuando todo termin¨®, Robinson repitiese a todo el que se le acercaba con un micr¨®fono: "Es un sue?o, un sue?o aut¨¦ntico".