El miedo a las enfermedades ven¨¦reas aumenta un 10% la venta de preservativos en Estados Unidos
El temor a contraer enfermedades de trasmisi¨®n sexual, y concretamente el s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), ha sido el factor determinante para que el pasado a?o en Estados Unidos el consumo de preservativos haya aumentado en un 10%, seg¨²n las cifras hechas p¨²blicas porlas empresas l¨ªderes del sector. El profil¨¢ctico se est¨¢ utizando como el remedio m¨¢s eficaz para la defensa de enfermedades de tipo ven¨¦reo, y no como anticonceptivo. Las mujeres se han convertido, seg¨²n un estudio de la Carter Wallace, la empresa que produce el profil¨¢ctico m¨¢s vendido en EE UU, en las nuevas consumidoras.
Los anuncios de este tipo dirigidos a la mujer, en los que se asocia la relaci¨®n sexual, el SIDA y la muerte, que generalmente coinciden con reportajes sobre los efectos de esta terrible enfermedad, han conseguido un inmediato ¨¦xito comercial, y los especialistas de mercadotecnia de todo el pa¨ªs han comenzado a hablar con las mujeres acerca de las ventajas del uso de este eficaz producto.Este a?o se calcula que las mujeres norteamericanas han comprado en los supermercados y en las tiendas de art¨ªculos cosm¨¦ticos y de limpieza el 40% de los 500 millones de unidades que se han vendido. Hace 10 a?os ese porcentaje no superaba el 15%. Ante estas cifras se puede decir que la mujer norteamericana ha modificado una de sus m¨¢s ¨ªntimas costumbres por el simple temor a la enfermedad.
Quiz¨¢ no le falta motivaci¨®n, porque en 1986 el SIDA ha matado a 9.000 norteamericanos y porque se calcula que en 1991 lo har¨¢ a 58.000 m¨¢s si a¨²n no se ha encontrado una vacuna eficaz.
Se estima que entre 10 y 12 millones de norteamericanos est¨¢n infectados por g¨¦rmenes transmitidos sexualmente, seg¨²n el centro de control de enfermedades de Atlanta (Georgia), cuyas estad¨ªsticas y cifras sobre defunciones avalan casi siempre los anuncios de profil¨¢cticos.
Herpes genital
Seg¨²n este centro de control, el herpes genital es una de las enfermedades ven¨¦reas m¨¢s comunes, quiz¨¢ la m¨¢s extendida, porque entre 200.000 y 500.000 estadounidenses, hombres y mujeres, lo padecen, sin que por el momento tampoco haya un remedio eficaz para combatirlo. El profil¨¢ctico se sigue utilizando, evidentemente, para evitar embarazos. En 1984 nacieron en este pa¨ªs 3,3 millones de beb¨¦s de otros tantos embarazos no deseados, 750.000 de los cuales eran hijos de muchachas entre 14 y 17 a?os.
El uso del profil¨¢ctico se remonta al antiguo Egipto. Hace 2.000 a?os aquella cultura utilizaba este objeto para evitar enfermedades. Los romanos lo utilizaron como una funda decorativa en sus org¨ªas.
En los a?os treinta, cuarenta y cincuenta, y especialmente durante la II Guerra Mundial, el profil¨¢ctico (condom, como se denomina en ingl¨¦s) se utiliz¨® para evitar que las gonorreas y la s¨ªfilis causaran m¨¢s bajas que las balas y la metralla enemigas. Su uso a partir de aquel momento fue tan com¨²n. en EE UU que la fabricaci¨®n masiva y a veces incorrecta del profil¨¢ctico determin¨® que la Administraci¨®n norteamericana lo clasificara como un producto m¨¦dico y comenzara a regular su producci¨®n y consumo.
Negocio peligroso
"Yo nunca pens¨¦ que comprar¨ªa un cond¨®n". ?sta es la frase que encabeza un anuncio de profil¨¢cticos Mentor y que puede leerse en varias revistas de difusi¨®n nacional. Los fabricantes de Mentor explican directamente que "el sexo, estos d¨ªas, puede ser un negocio peligroso y t¨² necesitas toda la protecci¨®n que puedas tener". La fotograf¨ªa de una bell¨ªsima mujer con un semblante de sorpresa y a la vez de desconfianza acompa?a este efectista mensaje destinado a la mujer norteamericana. Este anuncio, sin embargo, no es tan directo ni quiz¨¢ manipulador como aquel otro en el que puede leerse, en grandes caracteres, la opini¨®n de una mujer que explica que "yo disfruto mucho con el sexo, pero no estoy dispuesta a morir por ¨¦l".
Las compa?¨ªas que producen profil¨¢cticos tambi¨¦n han tenido que cambiar sus estructuras de producci¨®n, y en las cajas y en los manuales de instrucci¨®n se dedica gran parte de la informaci¨®n a ense?ar al futuro cliente c¨®mo puede evitar los riegos de contagios de enfermedades sexuales.
La comunidad gay tambi¨¦n ha comenzado a comprar profil¨¢cticos, un producto que obviamente sus componentes nunca hab¨ªan necesitado pero que ahora parece ser la ¨²nica arma capaz de evitar que una relaci¨®n sexual termine siendo una pesadilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.