Con Vanunu lleg¨® el esc¨¢ndalo
La crisis de los servicios secretos de Tel Aviv salv¨® la vida de quien revel¨® el potencial at¨®mico de Israel
El verdadero proceso de Mordejai Vanunu, de 32 a?os, acusado de "espionaje, ayuda al enemigo en tiempo de guerra, posesi¨®n no autorizada de secretos militares, transmisi¨®n de informaciones secretas con intenci¨®n de da?ar la seguridad nacional" -el acta de acusaci¨®n comprende 14 p¨¢rrafos-, no comenzar¨¢ realmente hasta dentro de mes y medi¨®. Durante la espera, y despu¨¦s de haberle declarado "no culpable", su abogado, Amnon Zijroni, se dedica a librar algunas escaramuzas, pero que no est¨¢n libres de significado.
Vanunu ha sido castigado por haber burlado la vigilancia de los polic¨ªas y haber revelado a los periodistas que hab¨ªa sido atrapado en Roma por agentes especiales israel¨ªes. El director de la prisi¨®n le ha confiscado su radio sus libros y su Prensa diaria. El letrado Zijroni ha interpuesto una reclamaci¨®n contra esta de cisi¨®n, injusta, seg¨²n ¨¦l, porque Vanunu sufre sanciones en la c¨¢rcel por actos que no constitu yen delito y que, adem¨¢s, han sucedido a la entrada del tribunal, lejos de la penitenciar¨ªa."Aislar a mi cliente del mundo, impedirle escuchar m¨²sica y leer libros es una crueldad injustificable", dice Zijroni. "Ade in¨¢s", ha dicho Amnon Zijroni "vamos a intentar conseguir que, por lo menos, una parte de las sesiones del tribunal sea abierta al p¨²blico y, por tanto, a la Prensa".
?Qui¨¦n es Mordejai Vanunu? ?Un traidor fr¨ªo y calculador que ha vendido los secretos at¨®micos de Israel por odio a su pa¨ªs y por af¨¢n de lucro? ?sta ser¨¢, probablemente, la tesis de la acusaci¨®n. ?O es Vanunu, por el contrario, un pacifista sincero que considera las armas nucleares como el mal absoluto, un hombre con sed de justicia, militante propalestino y un m¨ªstico que lee a Martin Buber y a santo Tom¨¢s de Aquino? Esto es lo que afirmar¨¢ la defensa.
Animosidad hacia su familia
La familia de Vanunu, muy religiosa -su padre es rabino- le rechaz¨® inicialmente. "Ya no tengo hijo", afirm¨® su padre. Actualmente, sus hermanos intentan comprenderle, defenderle. Mordejai Vanunu, llamado Motty, no ha querido jam¨¢s a su familia. "Los despreciaba, incluso los odiaba", cuenta Tzipi Ravhen, una amiga de Vanunu que le ha tratado muy de cerca en Dimona.?Por qu¨¦ esta animosidad ha cia los suyos? Vanunu estaba convencido de que su familia, ortodoxa, ultraconservadora, le ha impedido llegar a ser alguien. "Si yo hubiera crecido en una familia israel¨ª normal, moderna, habr¨ªa podido estudiar y ser¨ªa hoy un verdadero cient¨ªfico, incluso quiz¨¢ un profesor, no un simple t¨¦cnico", dec¨ªa Motty a Tzipi. As¨ª pues, ?es un frustrado? ?Un ser lleno de odio y de c¨®lera hacia su entorno? "Frustrado, s¨ª, pero no encolerizado por mezquindades
y mucho menos rencoroso", dice Tzipi, que era maestra en Dimona y vivi¨® durante muchos a?os en un apartamento vecino al de Vanunu.
"Era un ser dulce, c¨¢lido, un amigo excepcional. Pas¨¢bamos horas enteras por las noches charlando. Era muy sensible y adem¨¢s, ten¨ªa un sentido del humor extraordinario. Pod¨ªa hacer el tonto y divertir a nuestro grupo de amigos durante largo rato. Despu¨¦s, bruscamente, desconectaba y se sumerg¨ªa en la lectura de un libro, Martin Buber u otro fil¨®sofo, durante muchas tardes seguidas. Cuando se concentraba en la lectura, era realmente inaccesible", a?ade Tzipi.
Ella viv¨ªa con otro chico, pero Motty era su amigo del alma. ?Ten¨ªa miedo Vanunu a las mujeres? Algunos pretenden que era homosexual. "Calumnias est¨²pidas. Le he conocido muchas historias con mujeres. Siempre eran muy intensas, pero breves", dice Tzipi. "Vanunu me lo explic¨® un d¨ªa, dici¨¦ndome que terminaba sus relaciones amorosas a prop¨®sito, ya que no quena sufrir. El sufrimiento, al final, es inevitable, me dec¨ªa", cuenta Tzipi.
Un ser torturado, por tanto. Inteligente, sensible, afectuoso y torturado. ?ste ser¨ªa el personaje que se harta de la religiosidad de su familia, se aleja de ella, comienza a estudiar filosofia en la universidad de Beersheva al mismo tiempo que trabaja en el reactor at¨®mico de Dimona, que se interesa por el problema palestino, lucha por los derechos de los estudiantes ¨¢rabes, llega a la conclusi¨®n de que las armas nucleares son monstruosas, fotograf¨ªa secretamente las instalaciones del reactor, deja su trabajo, marcha a Australia, se convierte al cristianismo y decide entregar sus fotos del reactor a The Sunday Times. "Para alertar a la opini¨®n internacional", dice ¨¦l. "Para enriquecerse y'traicionar a su pa¨ªs", afirman sus detractores. As¨ª es el hombre con el que lleg¨® el esc¨¢ndalo...
Insatisfecho con las explicaciones del Gobierno israel¨ª, el Gobierno Craxi insiste en obtener una aclaraci¨®n sobre las circunstancias de la captura de Vanunu, realizada aparentemente en territorio italiano. La desaz¨®n de Jerusal¨¦n aumenta a cada nueva pregunta de Roma.
En Israel, el menor desplazamiento de Vanunu, de la prisi¨®n al tribunal y de ¨¦ste a aqu¨¦lla, toma el aspecto de una operaci¨®n militar. M¨¢s de 100 polic¨ªas y otros agentes de seguridad levantar¨®n un verdadero muro humano entre Vanunu y la Prensa cuando se celebr¨® la primera audiencia del juzgado de distrito de Jerusal¨¦n. Desde arriba lleg¨® una clara advertencia a los responsables de la polic¨ªa: "Si Vanunu consigue volver a comunicarse con los periodistas, rodar¨¢n cabezas". El colmo de la iron¨ªa: Mordejai Vanunu est¨¢ siendo cu stodiado m¨¢s severamente que John Demaniuk, conocido por Iv¨¢n el terrible, que tambi¨¦n aguarda su juicio por los cr¨ªmenes que supuestamente cometi¨® en el campo nazi de la muerte, Treblinka, durante la II Guerra Mundial.
?A qui¨¦n sirve?
Numerosos expertos israel¨ªes no comprenden en absoluto el proceso abierto contra Vanunu. "?Qui¨¦n necesita todo este movimiento en torno al proceso a Vanunu? ?Qui¨¦n necesita todos esos art¨ªculos en la Prensa? ?Qui¨¦n necesita las protestas de las organizaciones defensoras de los derechos, del hombre y la indignaci¨®n de los Gobiernos amigos porque hemos suecuestrado (o no) en el territorio de su pa¨ªs? Si se quiere disuadir a futuros traidores en potencia, ?qu¨¦ es lo m¨¢s eficaz: la discreta desaparici¨®n de Vanunu, acompa?ada por alusiones a su posible muerte, o tenerle en la c¨¢rcel durante algunos a?os, al cabo de los cuales publicar¨¢ sus memorias en The Sunday Times?", se pregunta Michael Bar Zohar, escritor, ex diputado, experto en temas de los servicios de seguridad y autor de varios libros dedicados a la actividad del contraespionaje israel¨ª.Es cierto que los servicios secretos de cualquier pa¨ªs no suelen capturar a un traidor de esta envergadura para hacerle un proceso, sino que prefieren hacerle desaparecer dulcemente. En el proceso contra Vanunu, que la acusaci¨®n tratar¨¢ de convertir en proceso a Israel y a su potencial at¨®mico, Zijroni se dispone a convocar a testigos de la defensa que viven en el extranjeros.
La polic¨ªa no puede hacer nada contra estos testigos, que no pueden ser mantenidos al margen de la Prensa. ?Por qu¨¦ las autoridades israel¨ªes han elegido este peligroso camino? Seg¨²n Bar Zohar, esto tiene una ¨²nica explicaci¨®n: "Lo que ha salvado la vida de Vanunu ha sido, al parecer, la proximidad del esc¨¢ndalo del Shin Beth, de los servicios secretos israel¨ªes. En el momento en que los jefes del Shin Beth estaban siendo juzgados por la acusaci¨®n de haber liquidado a dos terroristas palestinos capturados" los servicios secretos -y sus dirigentes- no han querido arriesgarse probablemente a un nuevo esc¨¢ndalo a consecuencia de otra desaparici¨®n".
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