Bandera roja
No s¨®lo de pan vive el hombre, porque tambi¨¦n tiene necesidad de sabores fuertes. Y tampoco los pol¨ªticos escapan a esta ley o tentaci¨®n.Frente a la oleada de huelgas, presentada por Chirac como insurreccional, el primer ministro da la impresi¨®n de haber transformado su residencia de Matignon en un palacio de invierno al estilo del San Petersburgo de 1917, lugar del que saldr¨ªan ¨®rdenes y consignas para reconquistar los ra¨ªles paralizados por comandos revolucionarios. Sus batallones se llaman a s¨ª mismos usuarios, y de ellos se espera con impaciencia que hagan ondear la bandera tricolor francesa, real y eterna, contra la bandera roja de la minor¨ªa usurpadora.
12 de enero
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