El relevo en la direcci¨®n china abre un interrogante sobre la modernizaci¨®n del pa¨ªs
La dimisi¨®n, ayer en Pek¨ªn, de Hu Yaobang como secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh) deber¨ªa poner punto final a la crisis desencadenada por las recientes manifestaciones estudiantiles en China. Sin embargo, es prematuro determinar si los conservadores del Politbur¨®, los militares en particular, se dar¨¢n por satisfechos, o s¨ª pedir¨¢n m¨¢s cabezas en un futuro pr¨®ximo, ante el dilema actual de los dirigentes chinos de modernizar el pa¨ªs, importando t¨¦cnicas y m¨¦todos de corte capitalista, sin por ello dejar de lado los principios del comunismo.
Hu Yaobang, de 72 a?os de edad, amigo de Deng Xiaoping, el hombre fuerte del equipo reformista chino, deja el importante cargo de secretario general, pero guarda un puesto en el Politbur¨®, tras haber entonado el mea culpa por haber sido calificado de excesivamente tolerante con los grupos estudiantiles que, desde el pasado 21 de diciembre, pidieron p¨²blicamente mayor democracia en las estructuras pol¨ªticas chinas.Considerado como relativamente liberal dentro de los esquemas chinos, Hu Yaobang pasa ahora a la reserva como la m¨¢s clara prueba de que su amigo y protector, Deng Xiaoping, quiere mantener su pol¨ªtica de continuar la apertura y la reforma econ¨®mica, pero sin excesivas concesiones a la reforma pol¨ªtica. Esto parece desprenderse de la entrevista que Deng mantuvo el jueves en Pek¨ªn con el secretario general de los comunistas finlandeses, Arvo Aalto, en la que el n¨²mero uno chino prometi¨® continuidad y estabilidad.
Deng sustituye a Hu por Zhao Ziyang, que deja su cargo de primer ministro para ocupar el de secretario general del partido. Zhao pasa igualmente por ser un incondicional de la l¨ªnea reformista patrocinada por Deng, si se tiene en cuenta que fue el encargado de poner en marcha la reforma agraria en la provincia de Sichuan, a primeros de los ochenta, siguiendo las instrucciones de Deng Xiaoping. Una reforma agraria basada en el incentivo a la producci¨®n y a la mayor libertad de los campesinos -que constituyen el 80% de la poblaci¨®n china- a la hora de comercializar sus productos, y que ha servido de ejemplo para la reforma en el sector industrial, actualmente en marcha, aunque con mayores dificultades que la agr¨ªcola.
Liberalizaci¨®n burguesa
Los duros de la pol¨ªtica china consideran que existe el peligro de una "liberalizaci¨®n burguesa" en China, donde la poblaci¨®n est¨¢ asimilando a marchas forzadas las primeras prebendas del aperturismo, con un cierto aumento del consumo de productos de lujo, como radios, televisores o bicicletas, am¨¦n de cambios en la manera de vestir. Los casos de corrupci¨®n de funcionarios p¨²blicos, la aparici¨®n del mercado negro, las ansias de consumismo y, por ¨²ltimo, las manifestaciones pro democracia de los estudiantes en 12 ciudades chinas, habr¨ªan sido el detonador para que los conservadores del Politbur¨® presionaran a Deng Xiaoping, a fin de que pusiera freno a lo que consideran avances en direcci¨®n a una sociedad burguesay capitalista.
El propio Deng reconoci¨® la existencia de esas dos tendencias, conservadora y progresista, ante el presidente del Partido Comunista Finland¨¦s, que estos d¨ªas visita oficialmente China. Adem¨¢s, el l¨ªder chino dej¨® clara la soluci¨®n al asegurar, refir¨¦ndose al denominado liberalismo burgu¨¦s, que "los marxistas chinos no le van a dar su acuerdo".
Los conservadores, aparentes ganadores de la batalla que actualmente se libra en Pek¨ªn, han conseguido su primera v¨ªctima, apartando a Hu Yaobang, uno de los hombres que sonaban como posibles herederos de la l¨ªnea Deng para el pr¨®ximo congreso general del Partido Comunista Chinoque se celebrar¨¢ en el mes de octubre de este a?o.
El camino del PCCh
Los conservadores, tambi¨¦n, han querido dejar constancia, en el curso de la sesi¨®n del Politbur¨®, que el Partido Comunista Chino es el que debe marcar el paso para que la sociedad china siga marchando por los caminos del socialismo, aumente la producci¨®n, desarrolle el socialismo, sea la gu¨ªa de todos los camaradas y mantenga vivos los principios del marxismo y del mao¨ªsmo.Los ¨²nicos que no han expresado a¨²n su voz son, precisamente, los protagonistas que, aparentemente, desencadenaron esa crisis, es decir, los estudiantes. De momento acaban su ¨¦poca de ex¨¢menes y se preparan para un largo per¨ªodo de vacaciones, hasta finales de febrero, incluidas las pr¨®ximas fiestas del A?o Nuevo chino, a finales de este mes, que quiz¨¢ ayuden a que los chinos olviden las actuales maniobras de la lucha por el poder que actualmente se desarrollan en Pek¨ªn.
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