Nuevo traspi¨¦ de la polic¨ªa sueca en el 'caso Palme'

La polic¨ªa sueca dio ayer un nuevo traspi¨¦ en sus investigaciones sobre el asesinato, el 28 de febrero de 1986, del primer ministro Olof Palme. La polic¨ªa realiz¨® en las primeras horas de la ma?ana de ayer una redada entre personas vinculadas directa o indirectamente al Partido de los Trabajadores Kurdos, y detuvo a una veintena, entre ellas tres sospechosos de haber participado en el atentado contra Palme. Por la tarde, en una conferencia de prensa en la sede central de la polic¨ªa de Estocolmo y con el jefe de la misma, Hans Holmer, el fiscal general, Claes Zeime, se?al¨® que "no ha habido ning¨²n cambio dram¨¢tico en el caso en lo que a pruebas se refiere" por lo que los detenidos deb¨ªan ser puestos en libertad.

Tres de los detenidos eran sospechosos de complicidad con el asesinato de Centin Gungor, ocurrido el 2 de noviembre de 1985 en una sala c¨¦ntrica de Estocolmo en la que se realizaba un acto pol¨ªtico cultural organizado por una asociaci¨®n kurda. El autor de la muerte fue detenido y condenado a cadena perpetua, pero la investigaci¨®n prosigui¨® al considerar la polic¨ªa que el homicida hab¨ªa tenido c¨®mplices. Gungor hab¨ªa desertado el grupo terrorista Kurdo PKK.Otros tres detenidos, tambi¨¦n kurdos, eran sospechosos de complicidad en la muerte de Olof Palme, y un cuarto, de haber proporcionado el arma para ello. La hip¨®tesis policial expuesta en la conferencia de prensa por el fiscal general es que existen algunos puntos de coincidencia entre el asesinato de Gungor y el de Palme. La principal coincidencia es que ambos fueron asesinatos por motivos pol¨ªticos. ?sta es la raz¨®n, explic¨® el fiscal; por la que se ha querido probar la verosimilitud de la hip¨®tesis seg¨²n la cual podr¨ªa haber conexiones entre ambos hechos. En cuanto al detenido sospechoso de tenencia il¨ªcita de armas, los investigadores no confirmaron que alguna de ellas hubiera sido utilizada en el asesinato de Palme.

La pista kurda fue mencionada siempre como una posibilidad en el caso Palme y ahora ha quedado claro que ¨¦sta fue la llamada pista principal, de la que Hans Holmer estaba seguro en un 95%. Ese criterio no ha sido compartido por otros investigadores, lo que dio motivo a fricciones entre los distintos cuerpos policiales y entre ¨¦stos y, los fiscales. Se produjeron dimisiones y pol¨¦micas de las que la Prensa se hizo eco ¨²ltimamente la armon¨ªa parece haber sido restituida, pero el caso no ha aportado nuevas revelaciones y el tiempo comienza a ser apremiante para Hans Holmer. Portavoces del Partido de los Trabajadores Kurdos han negado tener ninguna organizaci¨®n en Suecia o estar conectados con el asesinato de Palme.