Chirac limita el alcance de las reformasprevistas en su programa
El primer ministro franc¨¦s, Jacques Chirac, ha realizado esta semana un ligero retoque en su Gabinete (el cambio de un ministro) y un reajuste, de mayor envergadura, para aumentar el ritmo de trabajo del Gobierno, al tiempo que reduce el alcance de las reformas previstas en el programa electoral vencedor el 16 de marzo de 1986.
Dos meses de conflictividad social, laboral y estudiantil, y el desgaste que le ha producido la cohabitaci¨®n con el presidente socialista, Fran?ois Mitterrand, han bastado para que Chirac se decida por una pol¨ªtica de concertaci¨®n y apaciguamiento.La concesi¨®n m¨¢s importante realizada por el Gobierno ante las presiones sociales se refiere al proyecto del C¨®digo de la Nacionalidad, restrictivo principalmente para los j¨®venes hijos de inmigrados. Ha sido el propio ministro de Justicia, Albin Chalandon, quien ha dado a entender que el proyecto de c¨®digo no llegar¨¢ este a?o al Parlamento, lo que significa en la pr¨¢ctica que, quedar¨¢ relegado al olvido. "Chalandon ha progresado tanto en la reflexi¨®n, que ya parece, en algunos puntos, m¨¢s liberal que el c¨®digo actualmente en vigor", ha manifestado un portavoz de France-Plus, asociaci¨®n que defiende los derechos de los inmigrados y de sus hijos. Chalandon exhibi¨® hasta el mes de noviembre uno de los rostros m¨¢s hoscos del Gobierno.Su retroceso es el s¨ªmbolo de las intenciones de Chirac de evitar todos los temas que puedan plantear serias dificultades sociales. Las propuestas de algunos diputados de la mayor¨ªa de imponer una ley de Huelga que limite la duraci¨®n del paro a un mes en el sector ferroviario, y a un mes y una semana, respectivamente, en el Metro y la electricidad, ha sido rechaza da por Chirac. Seg¨²n los sindicatos, una ley de este tipo podr¨ªa suponer la pr¨¢ctica desaparici¨®n del derecho de huelga.
En el terreno de la actividad parlamentaria, el Gobierno prev¨¦ presentar en la sesi¨®n de abril de la Asamblea Nacional una veintena de leyes, en vez de las 60 previstas inicialmente Toda la alta administraci¨®n est¨¢ trabajando desde media dos de diciembre en una pro funda reordenaci¨®n del programa de trabajo previsto en principio. Chirac desea centrar la actividad del Gobierno en proyectos no conflictivos, que proporcionen sensaci¨®n de gobernabilidad y que susciten simpat¨ªas populares, despu¨¦s de 10 meses de Gobierno dedicados a la aplicaci¨®n estricta del programa electoral. La pr¨®xima semana, el primer ministro se reunir¨¢ durante toda una jornada con su Gobierno en pleno (m¨¢s de 70 personas, entre ministros, ministros delegados y secretarios de Estado) para redondear la selecci¨®n y graduaci¨®n de las reformas durante 1987.La sesi¨®n parlamentaria de primavera debe dedicarse, en principio, a la actividad legislativa, mientras que la de oto?o se concentrar¨¢ en el presupuesto de 1988. La siguiente sesi¨®n parlamentaria se celebrar¨¢ ya con un nuevo mandato en la presidencia de la Rep¨²blica. Este calendario explica el apresuramiento con que el Gobierno de Chirac est¨¢ intentando preparar las elecciones.
El presidente Miterrand, aunque sigue afirmando que no entra en sus intenciones volverse a presentar, ha ido construyendo ya el programa para las presidenciales de 1988 en sus sucesivas tomas de posici¨®n cr¨ªticas respecto al Gobierno.
Pero, en el interior de la propia mayor¨ªa, el ex primer ministro Raymond Barre ha ido perfilando claramente la posibilidad de una alternativa de la propia derecha a Chirac. Las encuestas, que expresan una ca¨ªda continua de Chirac y una consolidaci¨®n de la buena imagen de Mitterrand, favorecen, tambi¨¦n a Barre, que por el momento se encuentra en una posici¨®n excelente para derrotara! primer ministro en la primera vuelta de las presidenciales.
La actual estrategia de moderaci¨®n y di¨¢logo de Chirac est¨¢ destinada precisamente a invadir el terreno donde se han inovido las cr¨ªticas de Barre al Gobierno. El acento con que Chirac proyecta abordar la lucha contra el paro y contra la pobreza, la defensa del consumidor, el est¨ªmulo al accionariado popular y a la participaci¨®n en las empresas tienen como fin rectiperar la popularidad perdida.
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