"?ste es el momento de Barcelona", afirma el arquitecto Richard Meier

"Las ciudades tienen sus momentos propicios y creo que ¨¦ste es el momento de Barcelona. El proyecto ol¨ªmpico ha dado impulso y energ¨ªa a proyectos que ya exist¨ªan, pero que ahora cuentan con un plazo y un objetivo; deber¨ªamos felicitarnos por ello", afirm¨® ayer el arquitecto norteamericano Richard Meier tras su segundo d¨ªa de estancia en Barcelona, donde comenz¨® a concretar su intervenci¨®n en el proyecto del futuro Museo de Arte Contempor¨¢neo de Catalu?a, que se enclavar¨¢ en la Casa de la Caritat. En sus reuniones con responsables municipales, Meier acept¨® hacerse cargo del proyecto del museo una vez quede completo el anteproyecto general de la zona, que ha dirigido el arquitecto Llu¨ªs Clotet.

Richard Meier, de 53 a?os, nacido en Newark (Nueva Jersey,EE UU) est¨¢ considerado uno de los m¨¢s importantes arquitectos contempor¨¢neos, as¨ª como uno de los principales defensores y exponentes de la corriente moderna. Entre sus m¨¢s recientes realizaciones y proyectos en curso se cuenta el complejo de siete edificios del Centro Paul Getty para las Bellas Artes en Los Angeles (California, EE UU), un complejo de oficinas en Munich (Rep¨²blica Federal de Alemania) y un edificio de oficinas en Bridgeport (Connecticut, EE UU). En 1984 obtuvo el Premio Pritzker, considerado el equivalente del Nobel en Arquitectura.

La fama de Richard Meier le acredita como un realizador especialmente brillante de construcciones en espacios abiertos, como atestiguan muchas de sus construcciones norteamericanas y su hasta ahora m¨¢s notable realizaci¨®n europea, el Museum f¨¹r Kunsthandwerk de Francfort (RFA).

Construir en Barcelona

La perspectiva de construir en una zona urbana abigarrada como el Raval barcelon¨¦s es pues, un desafilo para ¨¦l, aunque Meier matiza que "no es un espacio tan abigarrado como yo pensaba; hay m¨¢s espacios abiertos de lo que parece y adem¨¢s hay posibilidades de que toda la zona cambie a¨²n m¨¢s En Am¨¦rica suele haber m¨¢s espacio, de modo que la construcci¨®n no es una respuesta a un tejido urbano como en Europa o, concretamente, en Barcelona. Lo que me interesa de este proyecto es que el Museo de Arte Contempor¨¢neo puede ser un punto focal, un centro de atracci¨®n que revitalice esa parte de la ciudad".Meier compara lo que espera que suceda en la zona del Raval con lo acaecido en el barrio parisino del Marais, "donde", explica el arquitecto, "el Centro Pompidou se convirti¨® en el catalizador de lo que suced¨ªa en el Marais, una zona urban¨ªstica y socialmente tan deprimida como pueda serlo la que hay en torno a la Casa de la Caritat; Ahora, el Marais es una zona excelente para vivir, para ir de compras, para pasear... y esto no hab¨ªa sido previsto de antemano por los arquitectos, simplemente sucede que el Marais ya era una zona llena de posibilidades y el Centro Pompidou las ha activado. Yo creo que la Casa de la Caritat tiene posibilidades semejantes, a escala distinta".

Al margen de sus visitas a la Casa de la Caritat y sus reuniones con los responsables de Cultura y Urbanismo municipales, o con el arquitecto Llu¨ªs Clotet, autor del plan urban¨ªstico de ordenaci¨®n del Raval, llamado Del Liceu al Seminari, Richard Meier ha aprovechado su breve estad¨ªa en Barcelona (se marcha hoy a Italia) para familiarizarse con la ciudad.

A este respecto, explica que "Barcelona es una ciudad que a¨²n no conozco bien, pero me impresionan determinadas ¨¢reas que son muy significativas, como la fachada mar¨ªtima, que me parece infrautilizada en t¨¦rminos de acceso p¨²blico. Esto es algo parecido a lo que sucede en Manhattan, donde, pese a tratarse de una isla, uno nunca acaba de tener la sensaci¨®n de que est¨¢ junto al mar. Yo creo que los proyectos relacionados con los Juegos Ol¨ªmpicos pondr¨¢n fin a todo esto".

Sin embargo, Meier a?ade que "me parece que Barcelona es a¨²n una ciudad a escala humana; no hay la diversidad de escalas que puede hallarse en otras ciudades europeas, como por ejemplo Frankfurt, y no puedo pensar en ninguna ciudad norteamericana as¨ª".

Esp¨ªritu de iniciativa

"Lo mejor de Barcelona", afirma Meier, "es que los actuales proyectos no son s¨®lo para la Olimpiada y esto es de agradecer, porque los proyectos p¨²blicos son importantes para una ciudad. Como extranjero, debo decir que aplaudo lo que se est¨¢ haciendo aqu¨ª y digo que ojal¨¢ se pudiera conseguir algo parecido en Nueva York; all¨ª no hay esp¨ªritu de iniciativa p¨²blica, todo son proyectos privados".Richard Meier, que pasa por ser uno de los m¨¢s l¨²cidos y brillantes defensores de la modernidad arquitect¨®nica, habla de la impresi¨®n que le ha producido su visita al Pabell¨®n Mies van der Rohe en Barcelona -dice que es "una joya, una alegr¨ªa para el esp¨ªritu"-, de la revalorizaci¨®n de la arquitectura de Josep Llu¨ªs Sert y del injusto desconocimiento mundial de la obra del arquitecto modernista catal¨¢n Dom¨¦nech i Montaner.

Su opini¨®n es mucho m¨¢s tajante al abordar cuestiones estil¨ªsticas. "Mi impresi¨®n", dice, "es que la posmodernidad ha terminado y que no ha sido una etapa brillante de la arquitectura, porque s¨®lo ha intentado fundir algunos estilos en una especie de pastiche. El arquitecto debe hacer obras que hablen de su tiempo y que hablen a todos los tiempos; es esto lo que me interesa y, sin pretender compararme con Mies van der Rohe, espero fervientemente que el museo que construyamos aqu¨ª tenga la misma, cualidad de permanencia".