Ninguna v¨ªctima presenta acusaci¨®n particular contra el violador de C¨®rdoba
Ninguna de las presuntas v¨ªctimas del llamado violador de los ascensores se present¨® ayer como acusaci¨®n particular en la vista contra Eduardo Perea P¨¦rez que se vio en la Audiencia Provincial de C¨®rdoba. La fiscal¨ªa, en sus conclusiones provisionales, pide una pena de m¨¢s de 76 a?os de c¨¢rcel para el acusado como presunto autor de dos delitos de violaci¨®n, tres de abusos deshonestos consumados y varios de abusos deshonestos en grado de tentativa. La defensa solicit¨® para su cliente la pena de dos a?os, ocho meses y 21 d¨ªas. Grupos de feministas se manifestaron ante la Audiencia. La vista se celebr¨® a puerta cerrada.
Eduardo Perea P¨¦rez, de 29 a?os de edad y de profesi¨®n confitero, comenz¨® a cometer sus delitos -tal y como se recoge en sus declaraciones efectuadas en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1- el 26 de noviembre de 1985. As¨ª actuar¨ªa de forma intermitente hasta el 4 de abril de 1986, d¨ªa en que fue detenido en su propio lugar de trabajo, una c¨¦ntrica confiter¨ªa cordobesa.El juicio contra Eduardo Perea P¨¦rez, conocido en la ciudad como el violador de los ascensores, por haber utilizado ¨¦stos como lugar para cometer los delitos de los que se le acusa, se celebr¨® a puerta cerrada, en medio de grandes dispositivos de seguridad para evitar el acceso al palacio de justicia tanto de curiosos como de periodistas y feministas que permanecieron en los alrededores durante la celebraci¨®n de la vista.
El fiscal, Narciso Ariza, dijo que la negativa de las v¨ªctimas a personarse como acusaci¨®n particular puede significar que las agredidas conf¨ªan en su actuaci¨®n. Familiares de las v¨ªctimas han manifestado que varias de las mujeres violentadas no hab¨ªan presentado denuncia alguna hasta que no se dio a conocer que el presunto violador hab¨ªa sido detenido.
La clase social de las agredidas -el violador actu¨® casi siempre en el centro de la ciudad- podr¨ªa explicar, en opini¨®n de fuentes jur¨ªdicas, la renuncia a la acusaci¨®n particular de las v¨ªctimas al objeto de pasar inadvertidas.
Medio centenar de feministas, pertenecientes a la Asamblea de Mujeres de C¨®rdoba y a la Secretar¨ªa de la Mujer de CC OO, permanecieron durante la vista en los alrededores del palacio de justicia, donde desplegaron pancartas y profirieron gritos en contra del presunto violador. Las feministas, que durante los d¨ªas anteriores al juicio han realizado una intensa campa?a de propaganda, insistieron en que la comisi¨®n de delitos de violaci¨®n no se debe a una enfermedad -tal y como plantea la defensa- y que estos actos deben ser considerados como delitos sociales. Igualmente solicitan para todos los violadores juicios Populares.
En la sesi¨®n de la ma?ana declararon testigos y peritos. Por la tarde la vista continu¨® con la lectura de los informes del fiscal, Narciso Ariza, y del abogado defensor, Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez de Puerta.
Tensi¨®n
Tras la interrupci¨®n del juicio, un furg¨®n de la Polic¨ªa Nacional sali¨® de las cocheras del palacio de justicia.Varias componentes de la Asamblea de Mujeres de C¨®rdoba se sentaron en la calzada para impedir que avanzase, ya que supon¨ªan que en su interior se encontraba el presunto violador. La polic¨ªa que vigilaba la Audiencia hubo de actuar contra estas mujeres para despejar la calzada, por lo que se registraron unos momentos de gran tensi¨®n.
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