Los soldados italianos recibir¨¢n preservativos para evitar el contagio del SIDA
Dentro de unas semanas, con la autorizaci¨®n del Ministerio de Sanidad, se distribuir¨¢n gratuitamente preservativos en todos los cuarteles de Italia, junto con unos op¨²sculos ilustrativos, para defenderse contra el s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Mientras tanto, siguen produci¨¦ndose suicidios por temor a la nueva enfermedad; e1,66,8% de los italianos pide que toda la poblaci¨®n se someta obligatoriamente a una prueba sobre el SIDA y el 46,8% ver¨ªa con buenos ojos que se limitaran los derechos civiles de los que padezcan la peste de nuestro siglo.
El sondeo ha sido realizado por el diario de Tur¨ªn La Stampa, y en ¨¦l se advierte que existe desconcierto y perplejidad por lo que se refiere a la informaci¨®n sobre el problema. As¨ª, el 38,7% de los entrevistados considera "alarmista" la informaci¨®n sobre los peligros del SIDA, mientras el 34,6% la considera todav¨ªa "insuficiente".Sin embargo, a la pregunta de si el miedo al SIDA ha cambiado ya, de alg¨²n modo, las costumbres de los italianos, el 86,5% responde categ¨®ricamente que no. Entre el 13,5% que ha respondido que s¨ª se hallan sobre todo j¨®venes entre 18 y 25 a?os, mujeres y personas de nivel cultural medio.
Mientras tanto, cada d¨ªa crece el n¨²mero de personas que se suicidan por el temor de estar enfermos de SIDA. Las ¨²ltimas v¨ªctimas han sido los esposos Giuseppe De Conza, de 33 a?os, obrero, y Patrizia Cannone, de 26 a?os, enfermera, originarios de Calabria y que trabajaban en Mil¨¢n. Se han suicidado dispar¨¢ndose en la habitaci¨®n de un hotel con una pistola del calibre 22 con silenciador, dejando una hija de tres a?os. En la habitaci¨®n del hotel la polic¨ªa ha encontrado, junto con la pistola, el testamento del matrimonio suicida, en el que piden perd¨®n a sus familiares, rog¨¢ndoles al mismo tiempo que se hagan cargo de su peque?a y explicando su gesto de locura por el hecho de que "ambos p¨¢dec¨ªan una terrible enfermedad".
En algunos cuarteles, como los de Venecia, han empezado ya a impartirse clases a los soldados sobre las t¨¦cnicas de prevenci¨®n para evitar posibles contagios. Se les aconseja no intercambiarse vestidos y objetos personales como cuchillas de afeitar, cepillos de dientes y todo lo que sean objetos cortantes, y, sobre todo, se les alerta para que est¨¦n atentos a las relaciones sexuales ocasionales, pidi¨¦ndoles que se presenten en seguida al m¨¦dico al menor s¨ªntoma.
Iglesia cat¨®lica
El problema del SIDA ha empezado tambi¨¦n a preocupar a la Iglesia cat¨®lica desde que se ha sabido que, por ejemplo, en Estados Unidos han fallecido ya 12 sacerdotes de SIDA. Seg¨²n rumores recogidos ayer por la agencia Adista, de Roma, el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto del ex Santo Oficio, se opondr¨ªa, sin embargo, a que los obispos de algunos pa¨ªses difundan, como ten¨ªan intenci¨®n de hacer, folletos informativos preparados por seglares cat¨®licos sobre el tema, incluso entre los religiosos. Al parecer, el temor de Ratzinger es que la Iglesia pueda mostrarse tolerante en cuanto al uso de preservativos, a¨²n condenados, hoy por hoy, por la Iglesia oficial.Incluso el cardenal benedictino Basil Hume, el progresista arzobispo de Canterbury, ha escrito que "como Chernobil. oblig¨® a reflexionar sobre las relaciones con el progreso tecnol¨®gico, tambi¨¦n el SIDA pone en cuesti¨®n las relaciones personales entre los hombres". La ¨²nica soluci¨®n, opina, es la autodisciplina y el respeto del pr¨®jimo en las relaciones sexuales".
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