Miedo al SIDA en Carabanchel
Una jeringuilla para 'picarse' hero¨ªna se usa hasta 200 veces
En la prisi¨®n de Carabanchel, de Madrid, el miedo al s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) se extiende entre los 2.400 reclusos. Nueve presos han muerto v¨ªctimas del SIDA y otros 10 se encuentran ingresados en el hospital de la c¨¢rcel. Casi todos los reclusos saben que las relaciones homosexuales y las drogas por v¨ªa intravenosa son una puerta abierta a la peste del siglo XX. Pero en la c¨¢rcel, una aguja hipod¨¦rmica llega a usarse hasta 200 veces -a 300 pesetas la vez- y son muy pocos los homosexuales que tienen acceso a preservativos.
Antonio J. V., portugu¨¦s, cuatro meses en Carabanchel por robo con intimidaci¨®n, es uno de los pocos que reconocen su homosexualidad dentro de la c¨¢rcel. Hace un a?o, en Lisboa, en un hospital que atiende a homosexuales, se hizo la prueba y "me dio negativa; me encuentro bien, pero ahora me la quiero repetir, a ver c¨®mo estoy...Aqu¨ª hay muchos que no reconocen que son homosexuales, y si les ofrecen una caja de perservativos se mueren de risa".De Jos¨¦, 21 a?os, uno y medio de ellos en el talego por tr¨¢fico de coca¨ªna, se dice que es una de las chicas (homosexuales que hacen el papel de mujer) de la quinta galer¨ªa que consiguen preservativos a trav¨¦s de una doctora. Confiesa que no es heroin¨®mano, pero le preocupan especialmente las condiciones en que sus compa?eros se sumistran el caballo. "En la quinta galer¨ªa m¨¢s de la mitad de los chicos que tienen de 21 a 26 a?os son heroin¨®manos. Como no hay alcohol, se limpian el brazo con saliva, y claro, si la saliva est¨¢ llena de bacterias, se contagian de todo. La misma jeringa con que se chutan seis o siete la usan, una hora m¨¢s tarde, otros tres o cuatro".
Impuesto
"Aqu¨ª una jeringuilla se usa hasta que se destruye o la confisca un funcionario. Hay un impuesto que hay que pagar al due?o de la jeringuilla, que se cobra tanto en met¨¢lico como en especies", seg¨²n Pedro V. M., de 33 a?os, que lleva en Carabanchel desde mayo de 1986 por su vinculaci¨®n con un grupo terrorista isl¨¢mico. "Para afilar la aguja se usa la lija de una caja de cerillas, porque con tantas veces como se utiliza se despunta", dice J. M. P., redactor de la revista Mensaje y miembro de la Asociaci¨®n V¨ªctimas de la Droga.
"Cuando se alquilan se cobran 300 pesetas por persona, y puede alquilarse hasta 200 veces. Si se vende te cobran de 5.000 a 10.000 pesetas, seg¨²n la demanda", contin¨²a J. M. P.
La asociaci¨®n contra la droga, formada hace seis meses, tiene de momento 150 miembros, y est¨¢ tratando de que el Estado se haga cargo del problema, porque "el 60% de la gente que hay aqu¨ª" dice J. M. P, "ha entrado por delitos relacionados con la droga. Esto enlaza con el SIDA, y hasta ahora no tenemos ning¨²n tipo de asistencia.
Hasta ahora, el objetivo prioritario de las reuniones que cada jueves celebra en el interior de Carabanchel H¨¦ctor Anabitarte, del Comit¨¦ Ciudadano anti SIDA, ha consistido en informar a los presos de los riesgos que corren si no adoptan una m¨ªnimas medidas higi¨¦nicas. "Tomar otras medidas, como ser¨ªa el reparto de jeringas o condones, probablemente nos plantear¨ªa problemas con la direcci¨®n.. Antes de cada charla se reparten unas octavillas que explican los riesgos de ingerir semen y compartir objetos personales" afirma.
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