TF-1, un 'pastel' de 90.000 millones de pesetas
El Gobierno franc¨¦s vende la primera cadena de televisi¨®n a precio de saldo, seg¨²n los socialistas
El primer canal de la televisi¨®n francesa, TF-1, que concentra el 30% de la audiencia y que posee la mejor cartera de publicidad de Europa, ha sido valorado en 4.500 millones de francos (90.000 millones de pesetas) por los ministros de Econom¨ªa y Cultura en la tasaci¨®n previa a la privatizaci¨®n de la empresa. El pastel de TF-1 se dividir¨¢ en tres pedazos. Una mitad se vender¨¢ a un grupo empresarial, que deber¨¢ pagar 3.000 millones de francos (60.000 millones de pesetas) por el control del 50%; la otra mitad se dividir¨¢ en dos.
De esta segunda mitad, un 30% ir¨¢ a la venta p¨²blica, como en el caso de Saint- Gobain y Paribas, las dos anteriores empresas privatizadas, y el 20% restante se destinar¨¢ a los empleados de la empresa. La oposici¨®n socialista ha manifestado ya su disconformidad y ha anunciado que pedir¨¢ la formaci¨®n de una comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria. Los socialistas consideran que el precio de TF-1 gira en torno a los 10.000 millones de francos (200.000 millones de pesetas) y acusan al Gobierno de enajenar el patrimonio nacional, con intenciones de control pol¨ªtico, en favor de grupos empresariales afines que ya controlan otros medios de comunicaci¨®n. Seg¨²n los socialistas, la venta puede atentar contra el pluralismo y puede significar "abusos de posici¨®n dominante" en los medios de comunicaci¨®n, posibilidad expl¨ªcitamente descartada por la legislaci¨®n actual. Cuatro candidaturas se han perfilado hasta ahora para la compra de TF-1. S¨®lo una parece gozar de posibilidades de obtener la concesi¨®n que debe otorgar la Comisi¨®n Nacional para la Comunicaci¨®n y las Libertades (CNCL). Se trata del consorcio formado por Hachette, primer grupo editorial franc¨¦s, y por Havas, la mayor agencia de publicidad. Un portavoz de Hachette, sin embargo, ha anunciado que el precio fijado por el Gobierno es excesivo para una concesi¨®n de 10 a?os, tiempo demasiado corto en su opini¨®n para rentabilizar la inversi¨®n.Otros candidatos son el grupo de Francis Bouygues -el mayor constructor de Francia-, los propios trabajadores de la empresa y la Garant¨ªa Mutua de Funcionarios, cuyo presidente, Michel Baroin, anunci¨®, dos d¨ªas antes de morir en accidente de aviaci¨®n ocurrido el jueves, su intenci¨®n de comprar TF-1 en sociedad con algunos peri¨®dicos y con los trabajadores.Havas-Hachette
La candidatura Havas-Hachette, que tiene todos los n¨²meros para llevarse la loter¨ªa, ya ha levantado ronchas. Tres empresas de publicidad van a lanzar una campa?a de anuncios contra Havas. "Es incomprensible que se pueda ser a la vez comprador y vendedor de publicidad, esto es motivo de sospecha", ha declarado un directivo de la compa?¨ªa. La preocupaci¨®n de buena parte de la opini¨®n p¨²blica francesa por la candidatura HavasHachette s¨®lo se explica por el car¨¢cter de ambas empresas,fuertemente interpenetradas por el Estado. Havas controla el 30% de Radio Televisi¨®n Luxemburgo (de Jacques Rigout y Gaston Thorn) y el 25% del Canal Plus, una televisi¨®n de peaje que hay que sintonizar con decodificador y que emite sobre todo pel¨ªculas. Havas es una empresa nacio nalizada cuya privatizaci¨®n se calcula para octubre pr¨®ximo Como en las otras privatizacio nes, el Gobierno garantizar¨¢ un n¨²cleo duro de capital, destinado a preservar la estabilidad de la empresa. Este n¨²cleo duro, que fija arbitrariamente el Gobierno, es el que permitir¨¢ que Havas siga en manos seguras para el chiraquismo y que de rebote ejerza su influencia en la televisi¨®n. El grupo Hachette cuenta con dos brillantes empresarios de med¨ªos audiovisuales al frente: Jean-Luc Lagard¨¦re y Daniel Filipacehi, que no levantan especiales susceptibilidades pol¨ªticas. Hachette controla, desde marzo de 1986 (15 d¨ªas antes de las elecciones generales), la radio perif¨¦rica Europa 1, gracias a la ventade las acciones de la sociedad estatal Sofirad por el Gobierno socialista de Laurent Fabius. Tiene un 10% del canal 5 (la cinq), d edicado mayoritariamente a telefilmes, en el que es mayoritario el italiano Silvio Berlusconi, y es la sociedad difusora del canal 6, dedicado sobre todo a videoclips. Un 20% de la sociedad madre Hachette est¨¢ en manos de la compa?¨ªa de fabricaci¨®n de armamento Matra, nacionalizada en lista tambi¨¦n de privatizaci¨®n.
Malabarismos
Los sectores reticentes a la venta de TF-1 al grupo Havas-Hachette aseguran que el Gobierno sacar¨¢ por la puerta al Estado y lo har¨¢ entrar por la ventana. Seg¨²n su an¨¢lisis, cuando se cierre la privatizaci¨®n, el Gobierno tendr¨¢ mayores posibilidades de presi¨®n y de afinidades en el con sejo de administraci¨®n a trav¨¦s de Havas y de Matra, cuyos directores generales los nombra el propio Ejecutivo, pues los n¨² cleos duros de ambas sociedadesgarantizar¨¢n de nuevo la presencia del chiraquismo en la cadena m¨¢s importante de Francia. La privatizaci¨®n de TF-1 es s¨®lo el principio. Luego llegar¨¢ el cambio de propiedad de los canales 5 y 6, que fueron adjudicados por los socialistas seg¨²n criterios de amiguismo, en opini¨®n de la actual mayor¨ªa conservadora. Para la redistribuci¨®n de las licencias hay ya una larga lista de voraces candidatos, desde el propio Silvio Berlusconi hasta Robert Maxwell o Rupert Murdoch. El actual reparto prefigura, de hecho, el panorama de la televisi¨®n europea del futuro. Robert Hersant, el ultraconservador empresario de Le Figaro, que controla un tercio de la prensa de provincias, apuesta con energ¨ªa por el canal 5, despu¨¦s de desistir de la compra de TF-1, para la que fue hace meses el candidato id¨®neo del Gobierno. La compra de TF- 1 por el grupo de Le Figaro habr¨ªa despertado reticencias incluso en algunos sectores del Gobierno.
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