Mar¨ªa Franc¨¦s

"Si me dieran un papel en una pel¨ªcula o en una comedia lo aceptar¨ªa", asegura la centenaria Mar¨ªa Franc¨¦s. "Tengo buena memoria y una voz que a¨²n no es del todo desagradable", a?ade, ante la velada desaprobaci¨®n de su hija Carmen Pradillo, tambi¨¦n actriz. Por vitalidad, humor, claridad de ideas y aspecto f¨ªsico, desde luego podr¨ªa hacerlo, y aunque le pesen un poco las piernas, nadie se dar¨ªa cuenta de que ha superado la barrera de los 100. La suya ha sido una carrera teatral que ha durado m¨¢s de tres cuartos de siglo, aunque ella prefiere contar los a?os por funciones diarias.

Su casa est¨¢ llena de flores y telegramas, que ense?a con orgullo: Javier Solana, Fernando M¨¦ndez Leite, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodero, Fernando Rey, Antonio Bardem, Pepe Mart¨ªn, Sara Montiel, Mar¨ªa Asquerino, Luis Prendes. Todos la felicitan efusivamente por tan redondo cumplea?os, pero ella no atribuye al hecho rango de haza?a: "Hace 10, cumpl¨ª los 90 y no pas¨® nada. Ahora s¨®lo he cumplido mis primeros 100 a?os" comenta con picard¨ªa.Nacida en Tudela y educada en Pamplona por las monjas ursulinas, empez¨® a pisar las tablas a finales del siglo pasado, cuando ten¨ªa 16 a?os. Debut¨® como corista de zarzuela en Madrid y posteriormente en Bilbao, pero pronto dej¨® claro que no iba a conformarse siendo del mont¨®n: "Ped¨ªa siempre peque?os papeles y me los daban. Hasta que me fui de segunda actriz con Carmen Cobe?a, abuela de Jaime de Armi?¨¢n".

M¨¢s tarde se cas¨® con el segundo apuntador -que luego ser¨ªa gerente- del teatro Arriaga de Bilbao y tuvo seis hijos. Estuvo, pues, durante un tiempo fuera del circuito, pero pronto volvi¨® a ¨¦l: "Ten¨ªa que defenderme trabajando. Necesitaba ganar dinero para mis hijos". Por aquellos a?os, los contratos habituales eran para 49 funciones, prorrogables cuando se trataba de grandes ciudades. En las giras por provincias, cada d¨ªa se ofrec¨ªan dos obras diferentes, una en funci¨®n de tarde y otra por la noche. Las compa?¨ªas llevaban entre 20 y 30 comedias de repertorio. Pese a la dureza de los tiempos, Franc¨¦s se considera afortunada, pues nunca le faltaron contratos: "Donde me ofrec¨ªan 100 duros all¨¢ iba yo", suelta, espont¨¢nea y divertida.

El gran salto a Am¨¦rica lo realiz¨® all¨¢ por los a?os treinta con la compa?¨ªa de Santiago Artigas y su mujer, con Josefina D¨ªaz como primera actriz. A?o y medio por M¨¦xico, Colombia, Argentina, Per¨², Chile y Cuba. Despu¨¦s de la guerra hizo cine: Surcos, de Nieves Conde; Viento del norte, de Momplet... "Pero", aclara, "lo m¨ªo ha sido siempre el teatro". Obligada a quedarse con un papel de los cientos interpretados, escoge el de la madre de La enemiga, de Dar¨ªo Nicodemi, que incorpor¨® con la compa?¨ªa de Juan Beringola.

Se retir¨® a los 85 a?os, tras haber hecho La decente en Madrid. Desde entonces, lleva una vida tranquila y cultiva su gran vicio: tomar caf¨¦. "Lo bebo a todas horas. Me gusta sentarme en una cafeter¨ªa y ver pasar a la gente, pero ¨²ltimamente me resisto a hacerlo porque no tengo ropa moderna", afirma, mientras recompone el lazo que rodea su cuello para salir favorecida en la fotograf¨ªa. Y a?ade, coqueta: "El lazo no da la hermosura, pero ayuda".