Las quiebras y suspensiones de pagos se han reducido a la mitad en 1986, por segundo a?o consecutivo
El n¨²mero y la importancia econ¨®mica de las quiebras y suspensiones de pagos se han reducido en 1986 a la mitad que en el ejercicio anterior, por segundo a?o consecutivo, seg¨²n los datos conocidos ayer en el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Esta baja, consecuencia de la mejora de la actividad econ¨®mica y del saneamiento financiero logrado por las empresas durante los ¨²ltimos a?os, se ha reflejado tambi¨¦n en la cartera de cr¨¦ditos morosos y dudosos de la banca y cajas de ahorro, que ha descendido en otros 78.000 millones de pesetas. La siniestralidad empresarial se ha confirmado as¨ª por debajo de los niveles anteriores a la crisis iniciada en 1973.
GUSTAVO MATIAS, Una vez conocidas las estad¨ªsticas de diciembre, los datos provisionales enviados al INE por los juzgados espa?oles indican que durante todo el a?o 1986 hubo en Espa?a 205 suspensiones de pagos y 79 quiebras, seg¨²n ha sabido este peri¨®dico en dicho instituto, que anuncia la publicaci¨®n de los n¨²meros definitivos para mediados del pr¨®ximo mes. Ambas cifras, y en especial la primera, han quedado en torno a la mitad que el a?o anterior, cuando tambi¨¦n hab¨ªan disminuido casi otro tanto respecto al ejercicio de 1985.La ca¨ªda de la siniestralidad econ¨®mica, que empez¨® a detenerse en pesetas de cada a?o hacia 1982, ha quedado patente tanto en el n¨²mero de suspensiones y quiebras como en la importancia econ¨®mica de las mismas.
Las propiedades o activos implicados en suspensiones de pagos -72.748 millones de pesetas- han supuesto una reducci¨®n del 44,8% respecto a las de 1985, al tiempo que los pasivos o deudas de las mismas empresas -45.908 millones- han disminuido un 45,3%.
En las 79 quiebras del pasa-do a?o quedaron afectados activos por valor de 4.402 millones de pesetas, un 38% menos que en 1985, si bien los 6.652 millones de pasivos implicados arrojaron un descenso del 50% respecto al a?o anterior.
Falta de liquidez
Entre las causas de las suspensiones de pagos, la m¨¢s frecuente sigue siendo la falta de liquidez, esgrimida por el 68% de las empresas que llevaron sus libros al juzgado tanto en 1985 como en 1986. Si este fen¨®meno ha sido una constante en los ¨²ltimos a?os, tambi¨¦n en 1986 la segunda causa, la escasa demanda, ha significado el 15% del total. La disminuci¨®n m¨¢s clara ha correspondido a la baja productividad.
Por sectores, el mayor n¨²mero de suspensiones se ha desplazado desde el comercio (136 en 1985 y 55 en 1986) a las industrias manufactureras (111 y 63, respectivamente). Las disminuciones m¨¢s significativas han estado en el sector financiero (de 36 a 7 empresas), en la miner¨ªa y la qu¨ªmica (de 31 a 6), en la agricultura (de 11 a 1) y en otros servicios), en tanto que s¨®lo han bajado a la mitad las suspensiones en construcci¨®n, metalurgia y comunicaciones. Si se descuenta la inflaci¨®n, los pasivos de las suspensiones de pagos y quiebras han quedado ya a niveles claramente inferiores a los de 1973. Los bancos y las cajas de ahorros mantienen en pesetas un saldo de cr¨¦ditos morosos y dudosos pr¨®ximo a los 700.000 millones, aunque ¨¦ste ya hab¨ªa disminuido en 49.000 millones de pesetas durante 1985 y ha vuelto a descender en 78.000 millones durante 1986. Cerca del 70% de este saldo corresponde a los bancos.
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