?ngel Barja, compositor
La muerte en Le¨®n, donde resid¨ªa y trabajaba, del compositor Angel Barja -Santa, Cruz de Terroso (Orense), 1939- priva a la m¨²sica espa?ola de una figura de valor seguro y contrastado.La relaci¨®n de sus estudios revela ya el ¨¢nimo de hacer las cosas bien: bachillerato en El Espino, de Burgos; filosof¨ªa, psicolog¨ªa y teolog¨ªa, en Valladolid, pues Barja iba para eclesi¨¢stico, proyecto vital que abandon¨® tras un riguroso an¨¢lisis de: conciencia. Francisco Echevarr¨ªa, Pablo San Jos¨¦, Jos¨¦ Mar¨ªa Goicoechea, Luis Urteaga, Vicente P¨¦rez-Jorge, Samuel Rubio y An¨ªbal S¨¢nchez Fraile formaron a Barja en las diversas facetas del arte musical, que perfeccionar¨ªa y pondr¨ªa al nivel de los tiempos durante sus estancias en Alemania, Suiza y sobre todo en la Roma de Petrassi, Porena, Bertolucci y el grupo Nueva Consonancia.
En 1972, ?ngel Barja se instala en Le¨®n para ocuparse de la ense?anza en el conservatorio y, en la direcci¨®n de la capilla cl¨¢sica. Era ya un artista hecho en el que, como dice el profesor Garc¨ªa Rodr¨ªguez, "se aunaban la paisaj¨ªstica de su nacencia y la severidad de su adopci¨®n".
El legado de Barja es largo y tan interesante que merece la pena ser conocido y estudiado con detenimiento, pues en ¨¦l se dan cita todos los g¨¦neros musicales y muy diversificados lenguajes. Ha corrido por el mundo, en manos de c¨¦lebres agrupaciones, su cuarteto Fluencias (1982) o el tr¨ªo del a?o siguiente. El cap¨ªtulo organ¨ªstico pone al d¨ªa los deseos actualizadores que iniciara Nemesio Ota?o, y en la orquesta, los Movimientos para tres trompetas y conjunto sinf¨®nico nos alertan sobre la superaci¨®n de los ismos, incluido el ¨²ltimo posmodernismo.
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