La 'guerra de los despachos'

Las vicisitudes por las que ha atravesado el Grupo Parlamentario Mixto a lo largo de la presente legislatura en la que parti¨® con seis diputados para pasar a sumar 50 en la actualidad han originado una crisis en el funcionamiento interno del grupo, que ha tenido su materializaci¨®n m¨¢s pintoresca en la denominada guerra de despachos.Esta curiosa batalla, mantenida entre diputados del Partido Dem¨®crata Popular (PDP), del Partido Liberal (PL) -escindidos de la Coalici¨®n Popular-, de Eusko Alkartasuna y de los cinco partidos que constitu¨ªan al inicio de la legislatura el Grupo Mixto, quedar¨¢ quiz¨¢ saldada con la decisi¨®n del presidente del Congreso, F¨¦lix Pons, de otorgar 12 despachos para los diputados que configuran este amplio grupo. S¨®lo Izquierda Unida se sit¨²a al margen delconflicto al disponer de unas oficinas en la calle de Marqu¨¦s de Cubas.

"Cuando la gente del PDP empez¨® a ocupar uno de los tres despachos que ten¨ªa asignados.el Grupo Mixto en la anterior legislatura, yo no le di mayor importancia", reconoce ahora Faustino Castilla, secretario de prensa del Grupo Mixto. "Lo ¨²nico que les dije a las secretarias es que no tocaran ning¨²n papel. Pero ah¨ª no qued¨® la cosa. Un tiempo despu¨¦s entraron en el despacho que yo utilizo m¨¢s secretarias del PDP y me preguntaron que si pod¨ªan hacer unas fotocopias. Yo les dije que s¨ª. A partir de ese momento", contin¨²a Castilla, "mi despacho qued¨® invadido y pr¨¢cticamente ya no puedo disponer de ¨¦l".

La avanzadilla del PDP, constituido por 21 diputados, cipe a su vez han sido desplazados de los despachos que ocupaban cuando integraban el Gruipo Popular, arremeti¨® incluso con el tercer despacho del Grupo Mixto, asignado a Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, diputado de Euskadiko Ezkerra y portavoz del Grupo. Finalizadas las elecciones vascas, y tras el per¨ªodo de vacaciones del Congreso, Bandr¨¦s pudo comprobar en carne propia la guerra de despachos.

"Me encontr¨¦", reconoce Bandr¨¦s, "con que no figuraba mi tarjeta en la puerta y, en cambio, hab¨ªan colocado un letrero del PDP. Reconozco que es una nimiedad, pero no tuve m¨¢s remedio que dirigirme al presidente del Congreso para exponerle el caso". La protesta de Bandr¨¦s consigui¨®, de momento, detener su expulsi¨®n del peque?o habit¨¢culo que ocupa en el, edificio anexo al Congreso, donde est¨¢ instalada la pr¨¢ctica totalidad de los grupos parlamentarios.

La misma historia en versi¨®n del PDP contiene algunos elementos distintos. As¨ª, MSdesto Fraile, portavoz del PDP, comenta que "a nosotros se nos dijo que pod¨ªamos ocupar despachos del Grupo Mixto, incluso el de Bandr¨¦s, ya que a ¨¦l se le iba a asignar otro. No es culpa nuestra si Alianza Popular no nos ha facilitado ninguno de los despachos que ocup¨¢bamos antes. Lo del letrero tampoco ha sido cosa nuestra. Son medidas del Congreso en las que nada tenemos que ver".

Pero si la situaci¨®n entre diputados de las agrupaciones que se incluyen en el Mixto y los diputados que iniciaron la legislatura dentro del mismo'depende s¨®lo de unos cuantos despachos m¨¢s, la cuesti¨®n de los seis parlamentarios que se sumaron a lo largo del oto?o al mismo y no han podido constituirse en agrupaci¨®n parece m¨¢s peliaguda. En este caso est¨¢n dos diputados de Eusko Alkartasuna (EA), escindidos del PNV, y cuatro escindidos de AP. "Nosotros s¨ª que no tenemos sitio ni para dejar la maleta y el abrigo", explica Ignacio Oliveri, de EA.

No inscritos

M¨¢s all¨¢ de su aspecto anecd¨®tico y casi c¨®mico, el tema de los despachos ha puesto de relieve, seg¨²n Bandr¨¦s, la ineficacia del actual reglamento del Congreso. "El reglamento prev¨¦ que se produzcan disensiones, enfados dentro de los partidos y, por tanto, un cierto goteo de diputados al Grupo Mixto, pero actualmente el grupo tiene una cifra desmesurada de diputados y es imprescindible arreglar la situaci¨®n".

Bandr¨¦s propone la creaci¨®n de un nuevo grupo parlamentario de los "no inscritos", en el que podr¨ªan integrarse los diputados provenientes de otras fuerzas pol¨ªticas, mientras en el Grupo Mixto quedar¨ªan los diputados que inician la legislatura en ¨¦ste.

Pero el presidente del Congreso, F¨¦lix Pons, no parece propicio a tal cambio. "Creo que en esta cuesti¨®n lo que hay es un planteamiento pol¨ªtico, y por tanto habr¨ªa que hacer un debate pol¨ªtico para reformar el reglamento".

Mientras, la batalla de los despachos mantiene en pie de guerra a los parlamentarios del Grupo Mixto, una nueva sombra de discordia asoma por el horizonte de la legislatura: la correcta y equitativa utilizaci¨®n por los cuatro portavoces que integran este Grupo del coche oficial que el Congreso acaba de asignar a los portavoces parlamentarios. "De momento", aclara Bandr¨¦s en tono humor¨ªstico, "hemos pensado que lo mejor ser¨¢ pedir que nos lo sustituyan por un autob¨²s".