Oliver North, la fe de un verdadero creyente

Cada d¨ªa, poco antes de las 6.30, una camioneta gris se para despu¨¦s de traspasar la verja de seguridad de la casa, en Great Falls (Virginia). El teniente coronel Oliver North saluda a los periodistas que montan guardia. Aunque cordial, el ex asesor del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) apenas bromea. Un fot¨®grafo le advierte que un accidente ha provocado un gran atasco de tr¨¢fico, y North responde con gesto despreocupado: "?Pretende decirme que tengo que o¨ªr las noticias?'. Unos pocos flashes y North sigue su camino hacia el cuartel general de la Infanter¨ªa de Marina, cerca del Pent¨¢gono, donde le ha sido asignado un trabajo rutinario: redactar memorias para el Servicio de Planificaci¨®n y Pol¨ªtica.

La carrera y la reputaci¨®n de North se han derrumbado desde el pasado 25 de noviembre, cuando fue destituido por Ronald Reagan por su participaci¨®n directa en el esc¨¢ndalo del Irangate y el posterior desv¨ªo de los fondos obtenidos hacia la contra. El hombre al que el presidente describi¨® como un "h¨¦roe nacional" se ha convertido en un paria para la Administraci¨®n. Asesores de la Casa Blanca describen a North como un subordinado extremadamente celoso que enga?¨® a sus colegas y a sus superiores y corrompi¨® la pol¨ªtica exterior del presidente. Cuando un alto funcionario de Reagan pregunt¨® si pod¨ªa invitar a North a cenar, Abraham Sofaer, consejero legal del Departamento de Estado, le dijo que se olvidara de ello. Pero mientras el ex asesor del NSC ha sido condenado al ostracismo por el Washington oficial, conservadores que le admiran se han unido a su causa. North asegura que ha recibido m¨¢s de 10.000 cartas de apoyo de todo el pa¨ªs, y unos 60.000 d¨®lares (casi ocho millones de pesetas) han sido donados a la Fundaci¨®n para la Asistencia Legal de Oliver North, creada por sus amigos de la Infanter¨ªa de Marina. El caucus conservador, un grupo de presi¨®n de derechas, est¨¢ utilizan do tambi¨¦n el nombre de North como gancho para solicitar fondos para la contra. El confusamente llamado Comit¨¦ de Defensa Oliver North ha reunido 40.000 d¨®lares, que ser¨¢n utilizados para presionar al Congreso para que conceda m¨¢s ayuda a los rebeldes nicarag¨¹enses.Los m¨¢s devotos simpatizantes de North son los cristianos evangelistas, con los que comparte una fe apasionada. Aunque North fue educado en la fe cat¨®lica, es miembro activo de la Iglesia de los Ap¨®stoles, una congregaci¨®n episcopal de Falrfax (Virginia) que destaca por sus pr¨¢cticas carism¨¢ticas. Miembros de esta congregaci¨®n rezan por ¨¦l. El televangelista Pat Robertson calific¨® al marine de "v¨ªctima propiciatoria" en su Cadena de Radiodifusi¨®n Cristiana. En su actual situaci¨®n, North obtiene un considerable apoyo de su religi¨®n. "Su fe ha sido muy importante en este tiempo de tensi¨®n", afirma iu amigo John Muniford.

En las iglesias carism¨¢ticas, los feligreses experimentan ocasionalmente estigmas de fe y el don de las lenguas (glosolalia). A pesar de su absorbente horario, en el NSC, North siempre encontro tiempo para su fe. Acud¨ªa a los servicios dominicales en la Iglesia de los Ap¨®stoles y participaba en el estudio de la Biblia.

Relaci¨®n con Jesucristo

Con sus compa?eros.del NSC, North era discreto sobre sus creencias, pero ha compartido vehementemente sus experienclas religiosas con otra gente. Hace dos a?os relat¨® a un desconocido que hab¨ªa padecido un estigma. El reverendo Stephen King, un pastor evangelista de Arlington (Virginia), recuerda que North se sent¨® junto a ¨¦l en una barber¨ªa y alegremente le cont¨® c¨®mo una vez hab¨ªa sufrido un repentino y fort¨ªsimo dolor de espalda cuando se encontraba en el campo con un grupo de oficiales. Uno de ellos, un feligr¨¦s carism¨¢tico, se arrodill¨® ante North y rez¨® con fervor. Momentos m¨¢s tarde, seg¨²n North, el dolor desapareci¨®. "Mantiene una relaci¨®n personal con Jesucristo", asegura King. "Es una fuerza conductora en su vida".S¨®lo unos pocos colegas de North en la Casa Blanca estaban enterados de la profundidad de su fe. En su actual situaci¨®n, sin embargo, las creencias religiosas se han hecho aparentemente m¨¢s importantes para el fanfarr¨®n marine y m¨¢s visibles que nunca. En el aparcamiento del cuartel general de la Infanter¨ªa de Marina, en Arlington, la camioneta gris de North se distingue f¨¢cilmente gracias a una pegatina que reza el popular eslogan pro vida Dios es prol¨ªfico.

TIME Inc, 1987.