"Mi vida ha estado marcada, como dec¨ªa Miguel, por el sino de la tragedia y las desdichas"

Josefina Manresa, que falleci¨® ayer a los 71 a?os de edad, ha dedicado su vida a la difusi¨®n de la vida del poeta. ?sta es la ¨²ltima entrevista que concedi¨®, ya en su lecho de muerte, hace unas semanas en su domicilio de Elche (Alicante). La viuda. de Miguel Hern¨¢ndez estaba aquejada de un c¨¢ncer y no se levantaba de la cama desde diciembre del a?o pasado, cuando acudi¨® en la intimidad al traslado de los restos de su marido. Estaba deprimida pero conservaba la ilusi¨®n por rememorar la obra y la vida del poeta.Pregunta. ?Se considera la musa de Miguel Hern¨¢ndez?,

Respuesta. Bueno, en realidad, toda la poes¨ªa amorosa la escribi¨® Miguel despu¨¦s de conocerme, y s¨¦ que la escribi¨® pensando en m¨ª. Ya en el Rayo que no cesa, Miguel me hizo esta dedicatori¨¢: "Todo lo que va en el libro lo hice pensando en t¨ª, excepto unos versos que le he hecho a mi amigo Pepito (refiri¨¦ndose a la eleg¨ªa a R. Sij¨¦)`.

P. ?C¨®mo valora usted estos 44 a?os de ausencia de Miguel Hern¨¢ndez?

R. Hace ya mucho tiempo que he perdido la ilusi¨®n de la vida, y ahora la acabo de perder del todo al morir mi hijo. Mi vida ha estado marcada, como dec¨ªa Miguel, por el sino de la tragedia y las desdichas. Primero muri¨® mi padre, asesinado en la guerra Seis meses despu¨¦s, muri¨® mi madre, seguramente a conse

cuencia de lo de mi padre. Despues muri¨® mi primer hijo, luego mi hermana, a continuaci¨®n Miguel y, ¨²ltimamente, ha muerto tambi¨¦n mi segundo hijo.

P. Sin embargo, ?no le sirven de compensaci¨®n los continuos homenajes que se hacen a Miguel?

R. Algo me compensan, pero no ha sido sorpresa para m¨ª, ya que yo siempre esperaba que se le reconociera como merec¨ªa. Sin embargo, todav¨ªa falta mucho por hacer. En el mundo entero no se le conoce a¨²n como se merece. Y, en Espa?a, tampoco. Los homenajes suelen olvidarse. El mejor homenaje ser¨ªa que los ni?os e'studiaran la obra de Miguel en la escuela. Y eso no se olvida. Otra cosa que me gustar¨ªa es que se hiciera un Centro de Estudios Hernandianos. Eso estar¨ªa muy bien.

P. ?No le ilusiona que sus nietos contin¨²en la obra de Miguel?

R. Los nietos me han tra¨ªdo algo de recompensa, pero lo que se ha perdido ya no se recupera. Veo a los nietos que se est¨¢n criando sin padre, lo mismo que le pas¨® a su padre. La mejor herencia pasa mis nietos es que fueran responsables el d¨ªa de mafl¨¢na. Que sepan qui¨¦n fue su abuelo y su padre.

P. Aparte de hablar sobre el amor, ?hablaron tambi¨¦n sobre la muerte alguna vez?

R. La muerte s¨ª que la nombr¨¢bamos a veces. Cuando yo le comentaba sobre la posibilidad de que muriesemos alguno antes que el otro, ¨¦l cerraba muy fuerte los ojos y dec¨ªa: "No hables de eso, no hables de eso". Cuando muera me gustar¨ªa que me enterrasen con Miguel. No es que se trate de una promesa, pero me gustar¨ªa descansar con mi hijo y mi marido.

P. ?Cu¨¢l es su recuerdo m¨¢s emotivo?

R. Entre mis recuerdos m¨¢s emotivos de Miguel se encuentran el d¨ªa de la boda, que fue de gran alegr¨ªa, y tambi¨¦n el nacimiento de mis dos hijos.

P. ?Piensa publicar las cartas de amor que le enviaba Miguel?

R. Las cartas no las escribi¨® Miguel para publicarlas, sino para darme noticias de ¨¦l y de su querer. Me interesaba publicar la obra de Miguel antes que sus cartas. Sin embargo, estoy pensando publicarlas, aunque preferir¨ªa que salieran despues de mi muerte.