El Gobierno ofrece a las autonom¨ªas la 'v¨ªa alemana' para acceder a Europa

El ministro para las Administraciones P¨²blicas, Joaqu¨ªn Almunia, enumer¨® recientemente los problemas administrativos que le plantea al Estado de las autonom¨ªas la incorporaci¨®n en la Comunidad Europea (CE). Primero, resolver la necesidad de salvaguardar "la unidad de acci¨®n en el exterior y la unidad de representaci¨®n en las instituciones europeas, con el respeto a la pluralidad de quienes ostentan poder pol¨ªtico en nuestro Estado". Segundo, clarificar qui¨¦n aplica el derecho comunitario en un pa¨ªs en el que existen 17 Gobiernos auton¨®micos con algunas "competencias exclusivas". Tercero, combinar la responsabilidad del Estado como ¨²nico sujeto de derecho internacional, con la petici¨®n de las autonom¨ªas de que la incorporaci¨®n a Europa no sea una excusa para alterar la distribuci¨®n de competencias refrendada por la Constituci¨®n.

El Gobierno socialista hizo su primera oferta a las Comunidades Aut¨®nomas (CC AA) para abordar su presencia en la Comunidad Europea, a finales de 1985. Fue el entonces ministro de Administraciones Territoriales, F¨¦lix Pons, quien negoci¨® con los gobiernos auton¨®micos un proyecto de convenio que, tras la discusi¨®n, se convirti¨® en un texto nuevo a mediados de 1986. Su tramitaci¨®n qued¨® paralizada entonces por la convocatoria de elecciones legislativas.Los gobiernos aut¨®nomicos est¨¢n a la espera del nuevo convenio, ya anunciado por Almunia, que a¨²n carece del visto bueno inicial del Consejo de Ministros. El retraso en su presentaci¨®n fue justificado por el ministro argumentando la trascendencia que tuvo la negociaci¨®n y el acuerdo del nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica.

Se conocen, sin embargo, las grandes l¨ªneas de la postura gubernamental y no difieren en lo esencial de la propuesta de F¨¦lix Pons y de la promesa del presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, al portavoz de la Minor¨ªa Catalana, Miquel Roca, durante el debate de investidura. Se trata, como en el caso del sistema electoral al Parlamento Europeo, de seguir el modelo alem¨¢n.

El pasado d¨ªa 3 de febrero, Almunia adelant¨® a los miembros de la Comisi¨®n Mixta para las Comunidades Europeas algunos datos sobre el proyecto del convenio para facilitar la presencia de las CC AA en Bruselas y para que participen en la elaboraci¨®n de los puntos de vista que defender¨¢n los representantes espa?oles. La piedra angular de la f¨®rmula son las conferencias sectoriales. ?stas ser¨¢n unas reuniones entre el ministro correspondiente con los consejeros hom¨®nimos de los gobiernos auton¨®micos, en las que se tratar¨¢ sobre la postura que debe mantenerse en el Consejo de Ministros comunitario o en los comit¨¦s sectoriales de la CE.

Estas conferencias sectoriales se complementar¨¢n, seg¨²n lo expuesto hasta ahora por Almunia, con la creaci¨®n de la figura del Observador de las CC AA en el seno de la delegaci¨®n espa?ola permanente ante la CE.

'El Observador auton¨®mico'

Este observador ser¨ªa en realidad, de prosperar la f¨®rmula, un ¨®rgano unipersonal (una persona, que podr¨ªa ser rotatoria, asesorada por un equipo de colaboradores, fruto de un acuerdo entre las 17 CC AA), con voz aunque sin voto en la delegaci¨®n espa?ola. En ning¨²n caso, subray¨® el ministro, "un embajador bis", precisando con ello que la voz de Espa?a ante los 11 socios europeos debe ser una, y que las posiciones -y por tanto las discusiones deben tomarse en el seno de las conferencias sectoriales.Maci¨¢ Alavedra, diputado de la Minor¨ªa Catalana e interlocutor del Gobierno en estos temas, subray¨® sus diferencias con el proyecto afirmando que "cuando se discutan en Bruselas cuestiones que afecten a competencias exclusivas de las CC AA, lo l¨®gico es que la postura espa?ola est¨¦ determinada por los representantes de aqu¨¦llas".

Alavedra se mostr¨® partidario de la participaci¨®n auton¨®mica en la delegaci¨®n espa?ola "pero no como simples observadores, y no ¨²nicamente uno en nombre de 17". El diputado opin¨® que la delegaci¨®n es suficientemente amplia como para que las tres comunidades hist¨®ricas est¨¢n permanentemente representadas". En todo caso, anunci¨®, su grupo solicitar¨¢ que "siempre que se aborden cuestiones culturales o idiom¨¢ticas est¨¦ garantizada la presencia catalana".

Relaciones directas

El PNV, que ya convoc¨® en 1932 el Aberri Eguna (d¨ªa de la patria vasca) con el lema Euskadi-Europa, reivindica en la pr¨¢ctica la posibilidad de tener representaci¨®n directa ante los organismos comunitarios en Bruselas y capacidad de influir en la formaci¨®n de los criterios del Gobierno espa?ol que afecten a competencias exclusivas de su comunidad, informa Victorino R. de Az¨²a.

Euskadiko Ezkerra ha defendido en ocasiones la posibilidad de utilizar los mecanismos comunitarios para abrir relaciones econ¨®micas e institucionales con el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. HB mantiene posiciones diferentes: los abertzales se muestran muy cr¨ªticos respecto a la integraci¨®n espa?ola en las Comunidades Europeas, por entender que reduce y condiciona a¨²n m¨¢s las posibilidades de alcanzar una verdadera soberan¨ªa pol¨ªtica en Euskadi y por estimar que ello perjudica a los trabajadores vascos.

La Junta de Andaluc¨ªa considera que la representaci¨®n de todas las comunidades aut¨®nomas ante la CE mediante un s¨®lo interlocutor con voz pero sin voto, tiene un car¨¢cter meramente formal y permite otras v¨ªas de comunicaci¨®n paralela en niveles inferiores. En esta direcci¨®n, la Junta andaluza dispone de una secretar¨ªa general de Planificaci¨®n y Relaciones con las Comunidades Europeas, con rango de viceconsejer¨ªa, que mantiene "presencia, relaciones permanentes e impulsa iniciativas a trav¨¦s de diversas v¨ªas que sirven para resolver problemas", se?ala el presidente, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla, informa Carlos Funcia. Este tipo de relaciones "no se plantean formalmente", seg¨²n el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, "ni colisionan con la representaci¨®n del Estado".

Toda la oposici¨®n a la Xunta de Galicia ha criticado la falta de una representaci¨®n de esta comunidad ante los organismos comunitarios, y que este papel lo ejerza en estos momentos en la pr¨¢ctica, y exclusivamente, un ciudadano de nacionalidad francesa. Para constrarrestar estas cr¨ªticas, un portavoz gallego afirma que "la Xunta tiene mucho inter¨¦s en consolidar una representaci¨®n en Bruselas", informa Xos¨¦ Manuel Pereiro. La Xunta aliancista, ahora inmersa en los problemas de su propia supervivencia, nunca ha hecho declaraciones formales sobre su presencia en Europa, y el presidente Fern¨¢ndez Albor, consultado recientemente por este peri¨®dico, rehus¨® hacer declaraciones sobre el tema.