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Lamento mucho que mi buen amigo el excelente periodista ?lvaro Vargas Llosa discrepe hasta tal punto de mis opiniones sobre la presidencia de Alan Garc¨ªa. Me parece in¨²til, sin embargo, responder al art¨ªculo que, sobre este tema, ha publicado en EL PA?S del martes 17 de febrero. Y ello porque nuestras versiones son fruto de dos posiciones antag¨®nicas y creo que aburrir¨ªamos a los lectores si insisti¨¦ramos en ellas. A lo m¨¢s podr¨ªa decir que el optimismo que ?lvaro Vargas Llosa me atribuye al impugnar mi versi¨®n de las cosas, est¨¢ basado en una posici¨®n progresista, mientras que el pesimismo que, tambi¨¦n yo, podr¨ªa impugnarle, se halla anclado en una inamovible posici¨®n conservadora.?lvaro Vargas Llosa afirma, adem¨¢s, que vengo publicando art¨ªculos sobre temas pol¨ªticos "de un tiempo a esta parte". Ignora mi buen amigo que, desde antes que ¨¦l naciera, yo trabajaba en diarios de Lima y que hasta tuve contratiempos laborales por alguno de mis art¨ªculos pol¨ªticos, precisamente. Por otra parte, me parece que no ha le¨ªdo los textos que publiqu¨¦ en EL PA?S los d¨ªas 28 y 29 de julio de 1986, ya que en el segundo de ellos me refer¨ª a lo ocurrido un mes antes en los penales de Lima, en t¨¦rminos que podr¨ªan haberle parecido lo m¨¢s adecuados.

Por ¨²ltimo, creo que tanto ?lvaro Vargas Llosa como yo tenemos derecho a ser pesimistas u optimistas ante unos resultados econ¨®micos que ¨¦l considera "un espejismo", y yo casi un milagro, cuando los comparo con la gesti¨®n econ¨®mica del r¨¦gimen anterior. Pero lo que s¨ª me apena es una cirta animosidad contra la figura del presidente Alan Garc¨ªa, que realmente me parece estar de m¨¢s en un art¨ªculo que, evidentemente, ha sido escrito desde una oposici¨®n tan obstinada al actual Gobierno peruano, que tambi¨¦n a m¨ª podr¨ªa parecerme, algo desfasada, de la realidad".-