Evitar gestos in¨²tiles
Saber si un libro est¨¢ vivo, es decir, si tiene edici¨®n disponible para un comprador, es hoy una tarea complicada. Para empezar, el ISBN (International Standar Book Number) errores y deficiencias internas .aparte, s¨®lo ofrece la informa ci¨®n de los libros editados en Espa?a, eso s¨ª, en cualquiera de sus lenguas.Mientras que el ingl¨¦s, el alem¨¢n o el franc¨¦s tienen una misma . entrada en el ISBN in ternacional, a pesar de la diversidad de pa¨ªses en los que se publica en esos idiomas, el castellano tiene una entrada para cada pa¨ªs en el que se habla, lo que hace imposible disponer de informaci¨®n r¨¢pida y fide digna sobre lo editado en M¨¦xico, Argentina o Venezuela, por citar s¨®lo tres casos en los que la edici¨®n tiene cierta importancia.
Una vieja aspiraci¨®n de los editores espa?oles es la unificaci¨®n de la entrada para el castellano lo que facilitar¨ªa, adem¨¢s de la informaci¨®n, las exportaciones entre los diversos pa¨ªses, en la que Espa?a es una potencia puntera, pese al descenso experimentado en este campo durante el a?o 1986.
Para el consumidor, la inexistencia de una informaci¨®n bibliogr¨¢fica fiable puede llegar a ser un calvario. Ante la petici¨®n por parte de un comprador interesado de un libro del que no haya existencias en la librer¨ªa, lo habitual en el librero es decir que est¨¢ agotado, lo que no necesariamente es verdad. Para paliar este hecho, los editores van reponiendo sistem¨¢ticamente t¨ªtulos e invirtiendo en visitadores de librer¨ªas que mantengan viva la memoria de los vendedores al por menor, con el consiguiente encarecimiento del proceso de distribuci¨®n.
Mientras que en algunos pa¨ªses es perfectamente posible saber si un libro existe, si est¨¢ agotado e incluso d¨®nde se pueden hallar ejemplares y, por lo tanto, el tiempo que se puede tardar en disponer de ¨¦l y al precio exacto, en Espa?a casi nada de esto se puede obtener, situaci¨®n que no parece beneficiar a nadie.
El CD-Rom que proyectan los editores no es, con todo, la panacea, pero ser¨ªa muy deseable que llegara a funcionar y todo parece indicar que es muy posible que asi sea. Evitar¨ªa, adem¨¢s de la consulta de farra gosos vol¨²menes inactuales, la in¨²til consulta a los PIC (Puntos de Informaci¨®n Cultural) que el Ministerio de Cultura tiene en diversas capitales es pa?olas.
Informaci¨®n cultural
En los PIC se puede disponer de los datos del ISBN, pero, tal como est¨¢n, no amortiza el viaje. Cualquier manual de cualquier tema puesto al d¨ªa ofrece un informaci¨®n bibliogr¨¢fica m¨¢s actual y precisa.
Te¨®ricamente, los vol¨²menes del ISBN dan tambi¨¦n el precio, dato ¨¦ste no sin importancia y que no acostumbra a figurar en las informaciones bibliogr¨¢ficas de los textos, pero nadie es capaz de creer seriamente que un libro editado en 1970, pongamos por caso, con un precio inicial de 300 pesetas, que es el que figura actualmente en la ¨²ltima edici¨®n del ISBN, puede ser adquirido hoy por esa ya m¨®dica cantidad.
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