Andrzej Wajda vuelve a sus or¨ªgenes rom¨¢nticos con 'Cr¨®nica', su ¨²ltimo filme
La rom¨¢ntica Cr¨®nica de acontecimientos amorosos, primera pel¨ªcula realizada en Polonia por Andrzej Wajda despu¨¦s de su fugaz autoexilio en Europa occidental durante 1982 y 1983, fue la mayor atracci¨®n de la jornada de ayer en la secci¨®n competitiva del 37? Festival de Cine de Berl¨ªn. Sin embargo, los graves indicios de que el cineasta polaco se encuentra en una mala etapa de su carrera, que se han hecho muy evidentes en sus ¨²ltimas obras, hicieron bajar el calor de la acogida. Vista la pel¨ªcula, estos recelos estaban justificados. La secci¨®n oficial se complet¨® con un s¨®rdido dram¨®n canadiense, En la sombra del viento, que provoc¨® divisi¨®n de opiniones.
Cr¨®nica de acontecimientos amorosos est¨¢ basada en una novela de Tadeusz Konwicki, que interpreta un personaje epis¨®dico, pero muy importante como s¨ªmbolo en la pel¨ªcula. Pero este s¨ªmbolo, como otros que flotan en Cr¨®nica, son la parte menos convincente de ella.El filme cae en una trampa ingenua, que un experimentado realizador como Wajda deb¨ªa haber previsto: la que muy bien explica aquel viejo refr¨¢n de que "la avaricia rompe el saco".
Riesgos del exceso
Wajda, no contento con narrar una hermosa historia de amor durante los d¨ªas inmediatamente anteriores a la invasi¨®n de Polonia por las tropas de Hitler en 1939, quiere adem¨¢s reflejar las esencias de la Polonia de aquel tiempo cr¨ªtico. Resultado: tales esencias se le escapan y la bella historia de amor pierde una gran parte de la belleza que hubiera tenido si Wajda se hubiera concentrado ¨²nicamente en ella.Cr¨®nica est¨¢ realizada en 1985 y al parecer ha estado enlatada durante un par de a?os y no ha sido estrenada hasta ahora, cosa inexplicable dada su inocencia y blancura pol¨ªtica. Bien interpretada, con algunas escenas poderosas, en la l¨ªnea desmelenada y rom¨¢ntica con que Wajda inici¨® su carrera, si el filme hubiera ido por ah¨ª sin frenos, podr¨ªa haber significado el inicio de la rehabilitaci¨®n que urgentemente necesita este peso pesado del cine polaco, que una vez m¨¢s se ha pasado de listo.
La otra pel¨ªcula de la secci¨®n oficial es un dram¨®n canadiense con aires fatalistas de tragedia, titulado En la sombra del viento y realizado por el, seg¨²n nos dicen, ni?o prodigio del cine canadiense, Yves Simoneau, que a los 30 a?os tiene ya una poblada filmograf¨ªa.
La pel¨ªcula est¨¢ bien hecha, tiene orden, empaque y sus contenidos pasionales son tan exagerados que, a poco que se le hubiese ido la mano al realizador su efecto hubiera sido el contrario al buscado: inoportunas risas. Pero las carcajadas no llegan, la pel¨ªcula se sigue, sin emoci¨®n pero con seriedad, y esto es todo un m¨¦rito, pues hace falta un pulso firme y una buena musculatura artesanal para sostener algo tan insostenible.
Relevo
Hay bastante cine de realizadores j¨®venes en Berl¨ªn 87. Habr¨¢ ocasi¨®n para enunciar, a lo largo de las cr¨®nicas del festival, los s¨ªntomas de un relevo generacional que se est¨¢ produciendo tanto en el cine europeo, incluido e de los pa¨ªses del Este, como en el norteamericano.Primer s¨ªntoma. Anoche, fuera de concurso y a hora que se escapa a esta cr¨®nica, se present¨® en sesi¨®n especial y fuera de concurso Encuentro con Remband, primer largometraje del alem¨¢n occidental Ernst August Zurborn, a quien los organizadores del festival promocionan as¨ª bombo y platillo. El veterano y escondido Alexander Kluge, a estas alturas un cl¨¢sico del cine alem¨¢n, sigue ofreciendo puntualmente su obra, pero ya lo hace m¨¢s a trav¨¦s de sus j¨®venes disc¨ªpulos que de s¨ª mismo.
Ma?ana, fr¨ªo ecuador del festival, tendremos aqu¨ª a Hijos de un Dios menor, de la norteamericana Randa Haines, que promete seguir ahondando en el hasta ahora mejor signo de identidad de esta edici¨®n del Festival de Berl¨ªn: los alardes de algunos actores. El reparto de esta pel¨ªcula, encabezado por William Hurt, es m¨¢s que prometedor.
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