La detenci¨®n de Marcinkus exige la autorizaci¨®n papal

El arzobispo norteamericano de origen lituano Paul Marcinkus, presidente del IOR (Instituto Obras de Religi¨®n), considerado como el banco del Papa, y vicepresidente de la Comisi¨®n del Estado del Vaticano, vuelve a estar en el ojo del hurac¨¢n. Seg¨²n noticias "ni confirmadas ni desmentidas" por la Magistratura italiana, pero consideradas ciertas en los ambientes judiciales de Mil¨¢n, se ha lanzado una orden de detenci¨®n contra ¨¦l por la quiebra del Banco Ambrosiano. La noticia se public¨® con reservas ayer por la ma?ana en el diario II Mattino, de N¨¢poles. Los peri¨®dicos vespertinos italianos la confirmaron con gran despliegue de titulares. No obstante, Marcinkus no podr¨¢ ser detenido sin la autorizaci¨®n de Juan Pablo II.
El Vaticano se encerr¨® en un total mutismo durante todo el d¨ªa, mientras que Marcinkus, localizado telef¨®nicamente tras horas de lucha con su secretaria, se limit¨® a decir que ¨¦l no hab¨ªa recibido ninguna notificaci¨®n de los jueces de Mil¨¢n, que son los mismos que desde julio de 1982 investigan la posibilidad de que arzobispo est¨¦ relacionado con la quiebra fraudulenta del Banco Ambrosiano, que presid¨ªa Roberto Calvi.Es muy posible que Marcinkus, de 65 a?os, no haya recibido a¨²n la orden de detenci¨®n, ya que el itinerario es largo y complejo. Los jueces -si la informaci¨®n resulta cierta-, deben mandar la notificaci¨®n por v¨ªa diplom¨¢tica, primero al Ministerio de Asuntos Exteriores, de all¨ª a la Nunciatura Apost¨®lica y del nuncio a la Secretar¨ªa de Estado, que ser¨ªa la encargada ¨²ltima de in formar al banquero del Papa de su decisi¨®n.
En julio de 1982, cuando el arzobispo Marcinkus recibi¨® de los mismos jueces milaneses una "comunicaci¨®n judicial", en la que se le informaba de que se hab¨ªa empezado a investigar la presunta comisi¨®n de delitos financieros por su parte, el Vaticano devolvi¨® la carta a la Magistratura de Mil¨¢n por no haber sido cursada a trav¨¦s de los cauces diplom¨¢ticos.
Extraterritorialidad
De cualquier modo Marcinkus no podr¨¢ ser detenido si no acepta voluntariamente entregarse a los jueces, porque es ciudadano del Vaticano y goza de extraterritorialidad, ya que las fuerzas del orden italianas no pueden entrar en dicho Estado. Pero es m¨¢s, el banquero de Dios, como se le ha apodado en algunas cr¨®nicas period¨ªsticas, se encuentra, seg¨²n informaciones recogidas por EL PA?S en los ambientes judiciales de Mil¨¢n, en una lista secreta de personajes vaticanos que, seg¨²n el art¨ªculo 11 del tratado entre la Santa Sede e Italia, de 1929, no pueden ser detenidos sin la autorizaci¨®n del Papa. Dicha lista es actualizada cada a?o por el Vaticano.
Seg¨²n las mismas fuentes, adem¨¢s de contra Marcinkus se han lanzado tambi¨¦n sendas ¨®rdenes de detenci¨®n contra los otros dos banqueros del IOR, Pellegrino de Strobel y Luigi, Menini, ambos seglares. Menini, de 76 a?os y padre de 14 hijos, ya estuvo anteriormente unos meses en la c¨¢rcel cuando estall¨® el esc¨¢ndalo de la quiebra del Banco de Michele Sindona, en 1974 Poco despu¨¦s fue puesto en libertad vigilada debido a su estado de salud.
Tanto De Strobel como Menini pueden te¨®ricamente ser detenidos al tratarse de ciudadanos italianos, pero en la pr¨¢ctica ser¨¢ tambi¨¦n dif¨ªcil porque desde hace algunos a?os viven dentro del peque?o Estado del Vaticano adonde no pueden entrar los guardias de finanzas a ponerles las esposas.
Jueces impert¨¦rritos
Quienes pensaron cuando el Vaticano pag¨® 240 millones de d¨®lares (unos 31.000 millones de pesetas al cambio actual) como resarcimiento voluntario por la quiebra del Banco Ambrosiano que ese hab¨ªa sido el precio para que se olvidase la investigaci¨®n judicial sobre Marcinkus, De Strobel y Menini, se han equivocado. Evidentemente los jueces de Mil¨¢n han seguido impert¨¦rritos por su camino y ahora que han formalizado la investigaci¨®n han sacado sus consecuencias judiciales.
Las ¨®rdenes de detenci¨®n son una prueba fehaciente -si se confirman- de que los magistrados milaneses esta vez han encontrado no s¨®lo sospechas, sino pruebas concretas para poder llevar ante los tribunales a los tres banqueros vaticanos.
Hasta el momento no se conocen los motivos concretos alegados por los jueces milaneses para ordenar la detenci¨®n de Marcinkus y de sus dos colaboradores seglares, pero se trata al parecer de "quiebra fraudulenta" del Banco Ambrosiano, banco del que el IOR, presidido por Marcinkus, pose¨ªa el 16% de las acciones.
180.000 millones de p¨¦rdidas
La quiebra del Ambrosiano supuso una p¨¦rdida de 180.000 millones de pesetas, pero el Vaticano se declar¨® siempre inocente, aunque admiti¨® haber pecado de "ingenuidad" en las negociaciones con Calvi. El Vaticano si acaso ha sostenido siempre que Calvi hab¨ªa "instrumentalizado la buena fe" del arzobispo Marcinkus.
Alto, fuerte, buen jugador de tenis, el banquero de Dios ha sido un hombre poderoso dentro del Vaticano desde su puesto en el IOR que suele asimilarse al de ministro de Finanzas. Este hijo de un obrero lituano emigrado a Chicago es arzobispo y hubiera llegado a cardenal si la misteriosa muerte de Calvi, que apareci¨® ahorcado en un puente de Londres el 18 de junio de 1982, no hubiese paralizado su carrera.
Cuando la Santa Sede recibi¨® en 1982 las primeras comunicaciones judiciales para Marcinkus, De Strobel y Menini, hizo saber que no entorpecer¨ªa el curso de la Justicia. Ahora que los jueces piden para ellos la c¨¢rcel, el problema se hace m¨¢s peliagudo para el papa Wojtyla que hasta el momento ha defendido siempre a su banquero y le ha mantenido al frente del IOR.
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