El Barcelona no supo frenar a un Dundee primario

El Barcelona no supo sacar adelante el primer acto de esta eliminatoria de cuartos de final de la Copa de UEFA en un partido que se le puso cuesta arriba a los dos minutos de juego, cuando Zubizarreta no intercept¨® el sorprendente tiro de Gallacher, que luego se convertir¨ªa en uno de los jugadores m¨¢s destacados. El resultado es ¨®ptimo para las aspiraciones del equipo azulgrana y al mismo tiempo sirve para serenar los ¨¢nimos de un club que pare ce vivir en constante estado de crispaci¨®n.El Dundee United sali¨® al terreno de juego del estadio Tannadice Park disfrazado de naranja mec¨¢nica, aunque en realidad fue un caballo casi desbocado, al que el Bar?a no supo encontrar las riendas para sujetarlo. El conjunto escoc¨¦s, inuy limitado t¨¦cnicamente y con una defensa vulnerable por bajo, utiliz¨® una t¨¢ctica muy similar a la que plante¨® el t¨¦cnico espa?olista Javier Clemente cuando su equipo se enfrent¨® al azulgrana en Sarri¨¢. El avispado Jim McLean, manager del Dundee Unit¨¦d, sab¨ªa que la fuerza de este Barcelona se basa en su pressing del centro del campo y la mejor forma de destruir esta cualidad azulgrana no era otra que desplazar el bal¨®n desde su defensa, sin que ¨¦ste pasara por la zona neur¨¢lgica del terreno de juego.

Este planteamiento tan pri mario fue un aut¨¦ntico quebra dero de cabeza para los hom bres de Terry Venables que adem¨¢s, acusaron psicol¨®gicamente el gol en fr¨ªo que encaja ron. Sturrock, Ferguson y Gallacher, los tres puntas del equipo escoc¨¦s, hicieron pasar un calvario a la defensa azulgrana Manolo fue el hombre m¨¢s flagelado porque por su banda se intern¨® cuantas veces quiso el peligroso Gallacher, que protagoniz¨® las mejores jugadas de encuentro.

Al Bar?a le cost¨® entender que ante un rival de estas ca racter¨ªsticas deb¨ªa utilizar su superioridad t¨¦cnica. Roberto y Calder¨¦ se escondieron desde los primeros minutos y s¨®lo V¨ªctor, trabajando a destajo como es habitual en ¨¦l, y Carrasco intentaron mover los hilos del gui?ol azulgrana. Fue precisamente Carrasco quien elabor¨® la mejor jugada del Barcelona, a los 40 minutos del primer tiempo, cuando se intern¨® por la banda derecha, pas¨® el bal¨®n a Roberto que se lo cedi¨® a Lineker, quien solo ante Thompson fall¨® lamentablemente lo que parec¨ªa un gol cantado. Esa fue la primera intervenci¨®n -pr¨¢cticamente la ¨²nica- de Lineker que estuvo incluso m¨¢s espeso que el pol¨¦mico Hughes al que Casar¨ªn vigil¨® de cerca y penaliz¨® con innumerables faltas.

En la reanudaci¨®n todo sigui¨® igual. El Dundee United sali¨® del vestuario con la misma frescura que inici¨® el partido. Todo lo contrario del Barcelona que reflej¨® sobre el terreno de juego unas limitaciones f¨ªsicas que ya comienzan a s er preocupantes. Y claro, cuando a un equipo comienzan a fallarle las fuerzas, menudean las faltas. El Bar?a las hizo con reiteraci¨®n para indignaci¨®n del p¨²blico escoc¨¦s, cada vez m¨¢s caliente por las cantidades de g¨¹isqui que hab¨ªa ingerido. El una de ellas, Carrasco vio la tarjeta amarilla que le impedir¨¢ jugar el partido de vuelta.

A pesar de que el Bar?a sigui¨® sufriendo para controlar a los hombres del Dundee Un?ted, Zubizarreta no tuvo que emplearse a fondo para detener disparos muy peligrosos. El conjunio escoc¨¦s no rompi¨® la estad¨ªstica. Al Dundee United le cuesta hacer goles y muy especialmente en campo contrario -no ha marcado ninguno en la actual Copa de la UEFA- y esta circunstancia la deber¨¢ aprovechar el Barcelona el pr¨®ximo d¨ªa 18.

Gallacher, reventado por su sube y baja, fue sustituido por Kinnaird, que no pudo emularle. A partir de ese momento el Bar?a inici¨® un ligero control del partido, aunque sin demostrar una excesiva capacidad de ofensiva. Lineker y Hughes siguieron con su particular forma de entender el f¨²tbol, hasta el punto de picar al veterano Migueli que se lanz¨® al ataque en un par de ocasiones y a punto estuvo de provocar un penalti, aunque el colegiado italiano Casar¨ªn entendi¨® que la discutible ca¨ªda del central azulgrana no fue provocada por un jugador escoc¨¦s. Esa fue la ¨²ltima oportunidad de un Bar?a mediocre, que mejor¨® el resultado de su anterior enfrentamiento con el Dundee United -2-0-, en la temporada 1966-67.