Un muerto molesto
La muerte del dirigente de ETA ha tenido como efecto no s¨®lo la movilizaci¨®n del independentismo vasco, sino el relanzamiento del debate acerca de la existencia de contactos entre las autoridades espa?olas y la organizaci¨®n terrorista. Simpatizantes de ETA y representantes gubernamentales se aplican ahora a desmentir las veleidades negociadoras de Txomin.Por otra parte, la desaparici¨®n de Txomin, que contaba con un fuerte ascendiente sobre la organizaci¨®n, refuerza el sector m¨¢s radical de ETA, a saber, el de los j¨®venes que, al contrario que Iturbe, no han luchado contra el franquismo y para quienes la lucha de ETA ha sido, desde el primer momento, dirigida contra el r¨¦gimen democr¨¢tico.
Hay que preguntarse, sin embargo, sobre el porvenir del acuerdo concluido discretamente entre Espa?a, Francia y Argelia sobre los refugiados vascos. Por su parte, Espa?a, que prefiere tener localizados a los separatistas vascos, contaba con las autoridades argelinas para incitarles a la reinserci¨®n. Francia encontraba en Argelia una tierra de exilio para sujetos considerados indeseables, sin tener que extradirlos a Espa?a. Y Argelia, por su lado, encontraba en este acuerdo un medio de presi¨®n sobre Madrid.
Este acuerdo funcion¨® bien hasta que un trivial accidente de tr¨¢fico vino a complicar las cosas, obligando a Argelia a reconocer oficialmente la presencia en el pa¨ªs de militantes vascos.
10 de marzo
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