Las cr¨ªticas de Callaghan al desarme unilateral sacuden al laborismo brit¨¢nico

La tormenta provocada por el ataque lanzado por el ex primer ministro laborista, James Callaghan, contra el desarme unilateral defendido por su partido y su defensa de una pol¨ªtica de firmeza en las negociaciones con la URSS continu¨® ayer con nuevas disidencias y dimisiones a diversos niveles del laborismo.El pasado lunes, por la noche, Callaghan aprovech¨® un debate sobre temas de defensa en la C¨¢mara de los Comunes para defender el despliegue de los misiles de crucero y Pershing 2 en Europa, ¨²nico motivo, en su opini¨®n, de que los sovi¨¦ticos hayan aceptado negociar la eliminaci¨®n de las fuerzas nucleares de alcance intermedio (INF).

Igualmente se pronunci¨® a favor del mantenimiento de los sistemas de proyectiles nucleares Trident en las negociaciones futuras mientras los sovi¨¦ticos no ofrezcan algo a cambio. ?sta es exactamente la pol¨ªtica de defensa del Gobierno de Margaret Thatcher y representa justamente la posici¨®n opuesta a la defendida por los laboristas, que pretenden el desmantelamiento de las bases nucleares y el abandono de las armas at¨®micas sin esperar a contrapartidas de los sovi¨¦ticos.

En un di¨¢logo subido de tono mantenido en los pasillos de la C¨¢mara de los Comunes, el portavoz laborista para temas de empleo y miembro del Gabinete en la sombra, John Prescott, acus¨® a Callaghan de haber hecho perder a los laboristas dos elecciones con sus advertencias. Callaghan se manifest¨® en parecidos t¨¦rminos poco antes de las elecciones de 1983, donde el partido sufri¨® una de sus mayores derrotas electorales.

"Si se me hubiera hecho caso en 1983", replic¨® Callaghan, "los resultados hubieran sido muy distintos". A lo que Prescott respondi¨®, furioso, que con esas declaraciones se coloca a los laboristas en la posici¨®n de "corderos esperando ser sacrificados". El ex compa?ero de Gobierno de Callaghan Denis Healey acus¨® a su antiguo jefe de Gobierno de ser un hombre viejo y olvidar que hay una elecci¨®n parcial pendiente (en Cornualles, hoy).

La opini¨®n del ala izquierda del partidoTue expresada por el veterano izquierdista y diputado por Liverpool Eric Heffer, antiguo presidente del partido, quien manifest¨® que "con amigos as¨ª no nos hacen falta enemigos".

Por su parte, un ayudante del ministro del Interior en la sombra, Gerald Kauffman, ha presentado su dimisi¨®n despu¨¦s de publicar un art¨ªculo en The Times en el que afirma que "lo que pretende el Partido Laborista es que el pa¨ªs abandone una pol¨ªtica de defensa mantenida a lo largo de los ¨²ltimos 40 a?os y acepte unas tesis nunca defendidas por ning¨²n Gobierno, sea conservador o laborista".