Pinochet promulga la ley de Partidos Pol¨ªticos y reafirma su calendario para la transici¨®n

El general Augusto Pinochet promulg¨® ayer la pol¨¦mica ley org¨¢nica de Partidos Pol¨ªticos durante una ceremonia que se realiz¨® en al palacio presidencial de La Moneda para conmemorar el sexto aniversario de la Constituci¨®n. Ante los miembros de la Junta Militar, ministros y pol¨ªticos afines al r¨¦gimen, el jefe de Estado firm¨® la ley que permitir¨¢ por primera vez desde el golpe militar de 1973 la acci¨®n de los partidos, con la excepci¨®n de los marxistas, que quedaron proscritos. Seg¨²n Pinochet, esta ley "abre una nueva etapa del desarrollo pol¨ªtico" y constituye "otra muestra clara de la voluntad de avance institucional".

En una intervenci¨®n de 10 minutos, Pinochet manifest¨® que no habr¨¢ variaci¨®n en los plazos para la transici¨®n fijados por el actual texto constitucional, cuyo calendario de elecciones restringidas se inicia en 1989, y critic¨® duramente tanto a la oposici¨®n como la presi¨®n internacional, mientras en las calles unos 2.000 partidarios vitoreaban al general.El aniversario constitucional, una de las fechas m¨¢s importantes del calendario de celebraciones del r¨¦gimen, encuentra a la dictadura militar chilena soportando un hostigamiento creciente por parte de influyentes sectores de Estados Unidos y en fuerte tensi¨®n con la Iglesia Cat¨®lica, que puede crecer en la medida que se acerque la fecha de llegada del Papa Juan Pablo II, prevista para primeros de abril.

El pasado martes, miembros del Congreso norteamericano, encabezados por el senador dem¨®crata Edward Kennedy, propusieron un proyecto de ley, para que EE UU detenga todos los pr¨¦stamos de organismos multilaterales a Chile, hasta que se adviertan avances considerables en el retorno a la democracia. La econom¨ªa chilena recibir¨¢ este a?o unos 500 millones de d¨®lares (65.000 millones de pesetas) en pr¨¦stamos multilaterales que son vitales para el pago de la deuda externa.

Esta amenaza marc¨® la celebraci¨®n oficial y opac¨® la promulgaci¨®n de la ley de partidos pol¨ªtica. En su intervenci¨®n, Pinochet dijo que el r¨¦gimen continuar¨¢ su avance "al margen de cualquier presi¨®n o chantaje que se se pretenda ejercer por quienes desde el exterior se muestran interesados en alterar nuestro proceso pol¨ªtico".

Pol¨¦mica con la Iglesia

Entretanto, la pol¨¦mica entre el Gobierno y el obispo Carlos Camus, quien dijo que los autores del atentado de septiembre pasado contra Pinochet "no tienen tanta culpa" desde el punto de vista moral, se multiplic¨® con nuevas reacciones. Autoridades y dirigentes de partidos cercanos a Pinochet criticaron ¨¢speramente a Camus, mientras desde la oposici¨®n el obispo recibi¨® un respaldo casi un¨¢nime "por atreverse a decir lo que muchos piensan".La oposici¨®n, preocupada de montar en los pr¨®ximos d¨ªas una campa?a de movilizaci¨®n para presionar por elecciones libres, recibi¨® con frialdad la promulgaci¨®n de la ley de partidos. Ren¨¦ Abeliuk, actual presidente de la Alianza Democr¨¢tica, una coalici¨®n de partidos de centro y derecha, dijo que en el discurso de ayer no hubo nada nuevo. "El inmovilismo es total y el r¨¦gimen no tiene nada que ofrecer".

La oposici¨®n exige que se organicen elecciones presidenciales libres los antes posibles, mientras que la Constituci¨®n establece que a. fines de 1988 los jefes de las Fuerzas Armadas deben proponer un candidato para la sucesi¨®n presidencial, el cual ser¨¢ sometido a un plebiscito nacional.

Mientras los partidos de derecha y afines al r ¨¦gimen se apresuraron en anunciar que se inscribir¨¢n como colectividades legales, en la oposici¨®n persiste la incertidumbre.

La Democracia Cristiana, el principal partido de la oposici¨®n, no ha definido todav¨ªa su conducta. Otros partidos estudian la sugerencia realizada por los socialistas de inscribir a toda la oposici¨®n en un s¨®lo partido, como una forma de burlar las prohibiciones impuestas por la ley. Quienes tienen m¨¢s clara su perspectiva son los partidos del Movimiento Democr¨¢tico Popular (MDP), de ideolog¨ªa marxista, proscritos absolutamente por la ley.