Tablas en la octava partida entre Karpov y Sokolov

Los ajedrecistas sovi¨¦ticos Anatoli Karpov y Andrei Sokolov acordaron ayer tablas en la octava partida de la final de candidatos al t¨ªtulo mundial, que hab¨ªa quedado aplazada el domingo tras cinco horas de juego. La sesi¨®n de ayer s¨®lo dur¨® un minuto porque Karpov ofreci¨® el empate tras comprobar que su rival no se hab¨ªa equivocado al realizar la jugada secreta. Aunque Karpov mantiene su ventaja de dos puntos, 5-3, Sokolov parece haber mejorado algo, lo que deber¨¢ confirmar hoy intentando ganar con las piezas blancas la novena de las 14 partidas previstas.En realidad, la octava ya estaba decantada hacia el empate desde el movimiento 25. El hecho de que las tablas no se firmaran hasta ayer se debi¨® principalmente a motivos psicol¨®gicos. Parece que Karpov se sent¨ªa molesto porque, por primera vez en este encuentro, Sokolov no tuvo problemas para igualar con las negras. Por eso, el ex campe¨®n se resisti¨® al reparto del punto, pese a que la posici¨®n no ofrec¨ªa posibilidades de victoria ante un juego razonable de ambos.

Tambi¨¦n existe una motivaci¨®n pr¨¢ctica para explicar la actitud de Karpov, que no ofreci¨® las tablas hasta que vio la jugada secreta de Sokolov (41 ... T4Cj.). Si ¨¦ste hubiera apuntado mal el movimiento que puso el domingo bajo sobre cerrado a la hora del aplazamiento, su error podr¨ªa haberle acarreado la p¨¦rdida de la partida. En estos casos, todo depende de la interpretaci¨®n del ¨¢rbitro. En principio, debe darse por perdida la partida a todo jugador cuyo movimiento secreto sea imposible de realizar en el tablero. Sin embargo, si el ¨¢rbitro llega a la conclusi¨®n de que no ha existido mala fe al apuntar err¨®neamente la jugada y cree poder deducir de manera inequ¨ªvoca cu¨¢l fue la verdadera intenci¨®n del jugador, la partida puede continuar normalmente.