La legalidad de HB

LA INFORMACI?N de nuestro peri¨®dico en el sentido de que HB y otras organizaciones del Pa¨ªs Vasco hab¨ªan recibido financiaci¨®n de ETA, seg¨²n los papeles intervenidos en Sokoa, ha merecido el correspondiente ment¨ªs de los portavoces de la coalici¨®n abertzale, que han anunciado una querella contra este peri¨®dico. De paso, su portavoz asegur¨® que hab¨ªa una campana para ilegalizar a HB, de la que EL PA?S y las informaciones rese?adas formaban parte. Nos agrada comprobar la fe en los tribunales espa?oles -que compartimos, con algunos matices por nuestra parte del radicalismo abertzale vasco, y no nos sorprende ya la pobreza de su discurso pol¨ªtico. De ninguna manera pensamos que HB deba ser ilegalizada. Si alg¨²n dirigente de la coalici¨®n ha cometido alg¨²n delito, ¨¦ste debe afrontar su responsabilidad ante esos mismos tribunales a los que ahora han decidido acudir, y nada m¨¢s. Pero eso no significa que HB como partido o como representaci¨®n pol¨ªtica de miles de vascos deba ser condenada al infierno legal. En ¨¦pocas m¨¢s dif¨ªciles que ¨¦sta hemos defendido, defendemos y seguiremos defendiendo la legalidad de HB. No para que nos lo agradezcan sus conspicuos portavoces, sino porque creemos en los valores propios de la democracia y no nos hallamos entre quienes piensan que estos valores pueden o deben ser defendidos mediante m¨¦todos no democr¨¢ticos. Y ¨¦ste es nuestro punto esencial de discrepancia con HB, con ETA y con cuantos se muestran sumisos al lenguaje de las armas.