Condoneros
En estos momentos no hay profesi¨®n con m¨¢s futuro que la de fabricante de condones.Despu¨¦s de tant¨ªsimos a?os de marginaci¨®n, befa y oprobio, los condoneros est¨¢n empezando a ocupar el lugar de honor que merec¨ªan en esta sociedad por la que tanto han hecho. Incluso los curas andan ahora recomendando el uso de la mentada caperuza. Claro que s¨®lo en el caso de querer recoger el esperma del marido para la inseminaci¨®n artificial (porque la masturbaci¨®n es un pecado atroz) y a condici¨®n de que se pinche la goma previamente (porque hacer el amor con preservativo es una falta a¨²n m¨¢s gorrina); no s¨¦ si han captado ustedes la sutileza teol¨®gica del proceso. Total, que tambi¨¦n la Iglesia ha tenido que recurrir a la humilde funda de los bajos.
Ahora bien, lo que ha lanzado el cond¨®n al estrellato ha sido el SIDA. He de admitir que estos chismes el¨¢sticos siempre me han parecido un anticonceptivo la mar de ¨²til. Porque la p¨ªldora machaca el cuerpo a las mujeres, y el DIU deja los interiores hechos cisco. La gomita, en cambio, se pone y se quita, tan saludable y mona ella. Eso s¨ª, ha tenido una mala prensa pertinaz, porque muchos caballeros encontraban m¨¢s c¨®modo que las chicas siguieran fosfatinando su salud. Me gustar¨ªa verlos ahora, paranoicos y recauchutados hasta las cejas.
Han sido despreciados por los egoc¨¦ntricos, anatematizados por los puritanos, prohibidos por Franco y por la Iglesia. Han sido los grandes incomprendidos de la Historia. Pero los modestos preservativos han permanecido al pie del ca?¨®n, valga el s¨ªmil freudiano, cumpliendo su funci¨®n como jabatos. Hubo una ¨¦poca en que consider¨¦ que la goma pod¨ªa constituir una prueba de fuego en el amor; que conven¨ªa plantear el uso del cond¨®n a todo nuevo ligue, y que si el var¨®n en cuesti¨®n torc¨ªa el gesto era cosa de ir pensando en rechazarlo. Pues bien: tal como est¨¢n ahora las cosas, los usuarios del envoltorio pl¨¢stico demostrar¨¢n no s¨®lo su galanura, sino su concienciaci¨®n profil¨¢ctica y social. Es el triunfo final del condonero.
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