Un disparate

Sepa usted que soy lector de EL PA?S desde el n¨²mero 1 hasta la fecha, siendo agredido en 1978 en la calle de la Princesa por un grupo ultraderechista que me arrebat¨® y rompi¨® el ejemplar de su peri¨®dico entre insultos a mi persona, y que en 1979 fui gravemente insultado y amenazado por la polic¨ªa argentina por llegar con EL PA?S bajo el brazo al aeropuerto de Buenos Aires, y ahora... me encuentro con que EL PA?S contribuye al renacimiento del fascismo entre m¨¦dicos y estudiantes, hasta hace poco liberales y de izquierdas y lectores de EL PA?S. Pues bien, todo ello se debe a su apoyo, ?mportant¨ªsimo, por lo que EL PA?S todav¨ªa significa, a la pol¨ªtica sanitaria del Gobierno: un disparate que se basa en la incompetencia y en la. agresi¨®n a los profesionales de la medicina poco d¨®ciles a la reforma tercermundista que la Administraci¨®n quiere llevar a cabo, y que como es contra natura no es factible culpando, puerilmente, a los m¨¦dicos de su fracaso. Se da el caso de que los m¨¦dicos son llamados peseteros por pol¨ªticos con n¨®minas millonarias. Investigue, es f¨¢cil, los sueldos de unos y otros. No se extra?e, se?or Cebri¨¢n, que en el medio sanitario se lea cada vez menos EL PA?S. No puede usted ignorar que la ley de Incompatibilidades s¨®lo est¨¦ sirviendo para producir m¨¦dicos semipobres (40 hor¨¢s semanales -m¨¦dicos especialistas-, 120.000 pesetas mensuales), y es falso que esa ley de Incompatibilidades alivie el paro, pues las plazas que se quitan a los incompatibles son amortizadas o se entregan a otros incompatibles con carn¨¦ del PSOE, sin oposici¨®n ni pruebas objetivas de su val¨ªa. La ¨²nica excepci¨®n la constituyen los m¨¦dicos que ganaron sus pleitos, que- son curiosamente los que no acataron la ley de Incompatibilidades.-