Mauritania lucha por afianzarse como Estado
Mauritania, uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo, vive desde hace m¨¢s de dos a?os un proceso de estabilidad pol¨ªtica progresiva. Tras el golpe de Estado incruento del 12 de diciembre de 1984, que elev¨® al poder al teniente coronel Mauia Uld Taia, este pa¨ªs del extremo occidental del Magreb, poblado por ¨¢rabes y negros, se encuentra inmerso en un discreto proceso de democratizaci¨®n y ha optado por la neutralidad regional, una dificil posici¨®n en una zona de Estados hermanos enfrentados, de vulnerabilidad de fronteras y con una guerra de por medio, la del S¨¢hara, que amenaza su propia existencia.
Pero Mauritan¨ªa, pa¨ªs asolado por la devoradora desertizaci¨®n y saqueado por el hambre, ha centrado sus esfuerzos en la consolidaci¨®n de su propio Estado. Y su lucha cotidiana consiste en imponer dentro de sus fronteras el moderno ideal de patria sobre la tradicional y ancestral organizaci¨®n tribal.El teniente coronel Mauia Uld Taia, de 46 a?os, es un militar que ahora empieza a ser querido por el pueblo mauritano. Formado en academias francesas, en un golpe de Estado sin sangre y que aqu¨ª ha recibido el nombre de la reestructuraci¨®n, Taia se hizo en diciembre de 1984 con el poder despu¨¦s de desplazar al entonces presidente Mohamed' Haidala.
Hasta su llegada algo inesperada, la Mauritania de Haidala era un pa¨ªs con un presidente enlazado sangu¨ªneamente con tribus saharauis ampliamente representadas en los ¨®rganos decisorios del Frente Polisario. Hoy, dos a?os despu¨¦s de su desplazamiento del poder, se encuentra sometido bajo arresto tolerante en alg¨²n lugar del pa¨ªs alejado de la capital, Nuakchot.
Mauritania, rep¨²blica isl¨¢mica, hab¨ªa sufrido previamente una serie de golpes de Estado, algunos fallidos, pero todos dise?ados. para colocar al pa¨ªs junto a uno u otro de los dos grandes vecinos enfrentados del Magreb: Argelia y Marruecos.
Taia, a pesar de haber introducido a su pa¨ªs en 1986 en el Tratado de Fraternidad y Concordia (Argelia, T¨²nez y Mauritania), r¨¦plica te¨®rica al fenecido Acuerdo de Uxda (Marruecos y Libia), ha conseguido aparentemente la neutralidad que pretend¨ªa.Dos vecinos en armon¨ªa
En abril de 1985 Marruecos y Mauritania restablecieron sus relaciones diplom¨¢ticas; la bandera del reino de Hassan II fue izada en la canciller¨ªa de la capital mauritana -y ondea hoy muy pr¨®xima a la argelina-, y la segunda gran mezquita de Nuakchot -la primera es una dona ci¨®n de Arabia Saud¨ª- fue abierta al culto.
Esta mezquita, donaci¨®n de Hassan II, hab¨ªa estado cerrada durante alg¨²n tiempo por las diferencias pol¨ªticas con su vecino, Marruecos, pero hoy es la segunda propiedad del reino alau¨ª en Nuakchot, donde es bien visible la mano de Rabat, observador interesado de lo que ocurre en esta zona sahariana.
Los acuerdos de Madrid de 1975 sobre la repartici¨®n del ex S¨¢hara espa?ol hab¨ªan puesto a esta rep¨²blica isl¨¢mica en el disparadero. Casi incapaz en esos momentos de controlar o de consolidar su propio Estado, se vio obligado a intentar administrar un territorio (Ziris el Garbia) que, si bien les resultaba familiar, nada m¨¢s que le pod¨ªa plantear problemas.
Cuatro a?os despu¨¦s, renunciaba tras haber comprobado c¨®mo las columnas del Polisario se acercaban a la capital, Nuakchot, y reconoc¨ªa a la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD). Hoy Ma.uritania s¨®lo controla del ex S¨¢hara espa?ol la ciudad de La G¨¹era, pero por cuestiones de seguridad ante su proximidad a Nuadibu, la llamada capital econ¨®mica del pa¨ªs.
Con un mill¨®n de kil¨®metros cuadrados, casi dos millones de habi tantes -de los cuales 500.000 viven en la capital, Nuakchot-, una clase dominante ¨¢rabe pero inferior en n¨²mero (40%) a la poblaci¨®n africana que se ha establecido aqu¨ª desde el r¨ªo Senegal, un problema de lengua -el hasania (dialecto ¨¢rabe) y las lenguas africanas-, que s¨®lo resuelve el idioma de la colonizaci¨®n (el franc¨¦s), Mauritania lucha contra su propia existencia, pero a su vez ha puesto en marcha un proyecto de democratizaci¨®n que ya ha dado sus primeros frutos.
Desde la llegada del teniente coronel Taia a la jefatura del Estado, sus consignas pol¨ªticas y sus mensajes a la naci¨®n han estado centrados en aspectos muy concretos: respeto a los derechos del hombre -la esclavitud fue abolida oficialmente en Mauritania en 1980-, supresi¨®n de visados de salidas al exterior, amnist¨ªa de presos pol¨ªticos y convocatoria de las primeras elecciones democr¨¢ticas municipales por sufragio universal, con cuatro candidaturas, en las 14 capitales de regi¨®n.Enormes deudas
La Mauritania de Taia se ha definido como un pa¨ªs neutral en los conflictos, que apuesta por el equilibrio Este-Oeste, que quiere relaciones cordiales con todos los pa¨ªses del mundo, y que concentra sus esfuerzos en la recuperaci¨®n econ¨®mica. Desde 1985 se han introducido medidas de austeridad con vistas a controlar el d¨¦ficit de la balanza de pagos y reorganizar la deuda exterior, estimada actualmente en 1.800 millones de d¨®lares.
El gran problema de los ¨²ltimos a?os en Mauritania ha sido la sequ¨ªa y el avance de la desertizaci¨®n. Si pol¨ªticamente se lucha desde Nuakchot por existir como Estado, la naturaleza le presenta a este pa¨ªs otro grave frente, incluso m¨¢s dif¨ªcil de combatir.
Durante 13 a?os esta rep¨²blica sahariana ha padecido una feroz sequ¨ªa que le ha arrasado casi de forma irreversible uno de sus principales recursos y medio de vida, la agricultura y la ganader¨ªa.
El pasado a?o los mauritanos vieron por primera vez la lluvia, y la enfermiza agricultura proporcion¨® el 30% de las necesidades del pa¨ªs. Era, pese a la gran desproporci¨®n, un verdadero milagro, porque en a?os de total sequ¨ªa se lleg¨® a recolectar tan s¨®lo el 7% de las demandas de la poblaci¨®n.
Este c¨¢ncer natural y el avance de la desertizaci¨®n, con gigantescas dunas m¨®viles que llegan hasta la costa, empuj¨® a la poblaci¨®n n¨®mada y sedentaria del interior a buscar refugio en la gran ciudad.
Nuakchot, una capital pensada para 50.000 habitantes, construida en los albores de la independencia (28 de septiembre de 1960) y dise?ada para ser desarrollada ordenadamente en el futuro, pas¨® en s¨®lo unos a?os a albergar medio mill¨®n de habitantes, hoy concentrados en un gran estadio de chabolas de madera y hojalata.
Esta aglomeraci¨®n urbana, que representa una cuarta parte de la poblaci¨®n total, indirectamente, y a pesar del mal vital que supone todo tipo de concentraci¨®n salvaje, es,hoy aqu¨ª un factor importante para implantar el concepto de patria, hasta ahora desconocido por esta tradicional poblaci¨®n de n¨®madas.
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