La ruta mort¨ªfera
El aceite de colza sigui¨® dos circuitos principales en su camino hacia los consumidores
ALEX GRIJELMO La ruta de la colza, tal y como se resume a continuaci¨®n, ha sido elaborada a partir de las conclusiones del fiscal del caso, Eduardo Fungairi?o, en lo que se refiere a los circuitos principales y sus empresas.
Rapsa vendi¨® durante los primeros cinco meses de 1981 un total de 110.790 kilos de aceite de colza desnaturalizado a la empresa Raelca, propiedad de los hermanos Ram¨®n y El¨ªas Ferrero y C¨¢ndido Hern¨¢ndez Gal¨¢n (la denominaci¨®n de la empresa est¨¢ formada con las primeras letras del nombre de cada uno de los tres socios), enclavada en la localidad madrile?a de Alcorc¨®n. Unos y otros sab¨ªan que se trataba de aceite destinado a usos industriales; y los hermanos Bengoechea conoc¨ªan perfectamente que sus clientes se dedicaban a comercializar aceite para el consumo humano. En esta operaci¨®n intervino como intermediario Jorge Pich, due?o de la empresa Jorpi (denominaci¨®n formada tambi¨¦n con las letras de su nombre), que est¨¢ procesado al igual que los anteriores.
La ruta m¨¢s mort¨ªfera. La empresa Raelca, de los hermanos Ferrero, somete el aceite a un refinado para eliminar el desnaturalizante que conten¨ªa por ser un aceite para la industria. Con esta operaci¨®n supon¨ªan que dejar¨ªa de ser t¨®xico y que, mezclado con otros aceites para que tuviera una apariencia normal, podr¨ªa ser destinado al consumo humano. Esta operaci¨®n es encargada a las empresas ITH, de Sevilla, y Danesa Bau, de Madrid. El aceite volvi¨® refinado a los dep¨®sitos de Raelca en Alcorc¨®n.
Una vez all¨ª, la propia empresa Raelea lo vendi¨® a clientes de Madrid y sus alrededores. Asimismo, el aceite de colza fue adquirido a esa firma por vendedores ambulantes, que lo distribuyeron en varias provincias. El fiscal cita los nombres de 51 vendedores ambulantes, aunque no explica el recorrido que hicieron. El aceite de Raelca -tanto el adquirido directamente a la empresa como el comprado a vendedores ambulantes- dej¨® un rastro de 584 muertos y decenas de miles de afectados en las provincias de Madrid, Le¨®n, Zamora, Valladolid, Salamanca, Palencia, Santander, Burgol, Segovia, Soria, Guadalajara, Avila y Toledo. Y tal vez en algunas otras, pero se trata de casos aislados que no han sido verificados.
Un caso singular fue el de la empresa de Fuenlabrada de los Montes (Badajoz) JAP, cuyo anagrama est¨¢ formado por las iniciales de Juan Antonio Pastor Ruiz, su propietario. JAP compra a Raelca y mezcla todo tipo de aceites, para obtener un mayor beneficio ofreci¨¦ndolos fraudulentamente como aceite puro de oliva o, en su caso, puro de girasol. Esta empresa llev¨® la enfermedad a 44 familias.
La otra ruta. No fue Raelca el ¨²nico destino del aceite desnaturalizado. Los hermanos Juan Miguel y Fernando Bengoechea vendieron varias partidas -200.000 kilos- en el primer trimestre de 1981 a Enric Salom¨®, gerente de Aceites Salom¨®. Y en este punto sucede algo similar a lo ocurrido en la ruta anterior: Salom¨®, que se ocupa en la venta de aceites industriales, deriva una parte del producto a Ram¨®n Alabart, titular de la empresa Alabart Hermanos, dedicada a distribuir aceite comestible. Igualmente, Salom¨® y Alabart conoc¨ªan la toxicidad del aceite.
Alabart distribuy¨® el aceite de Salom¨® entre Florencio Feijoo y Raelca, empresa que participaba as¨ª de ambos circuitos, aunque tal vez ignorando que las dos partidas que compr¨® ten¨ªan la misma procedencia. Feijoo distribuy¨® ese aceite en Catalu?a, desde su establecimiento en San Baudilio de Llobregat (Barcelona). Este aceite caus¨® lesiones en 43 familias, pero ninguna muerte.
Salom¨® vendi¨® otra parte -40.000 kilos- a Antonio Gallego Jurado, gerente de Girasoles Refinados (Giresa), sociedad radicada en Dos Hermanas (Sevilla). Gallego se da cuenta posteriormente de que es colza desnaturalizada y no la distribuye.
El 20 de marzo de 1981, el aceite que a¨²n ten¨ªa almacenado Salom¨® arde en un incendio registrado en su empresa. El que le queda se lo vende a Aceites Valencia, propiedad de los hermanos Tom¨¢s y Agust¨ªn Baviera. Estos aceiteros comprueban el mal color del producto, obtienen una rebaja en el precio y lo comercializan. Una parte se mezcla con aceite de semillas que venden a la empresa Aguado el Prado, de Cedillo del Condado (Toledo). De all¨ª pasa a vendedores ambulantes, que lo distribuyen por varias provincias. Esta v¨ªa produce cuatro fallecidos; y 176 familias afectadas, en las provincias de Le¨®n, Orense, Zamora, Salamanca, Valladolid, Palencia, Santander, Burgos, Soria, ?vila, Madrid y Toledo.
La mayor¨ªa de las 38 acusaciones particulares est¨¢ de acuerdo con el fiscal en su descripci¨®n de los circuitos del aceite t¨®xico. Sin embargo, Francisca Sauquillo, que es la acusaci¨®n que m¨¢s ha trabajado sobre las rutas del aceite, mantiene como causantes del s¨ªndrome t¨®xico partidas de aceite anteriores a las admitidas como t¨®xicas por el fiscal. Sauquillo considera v¨¢lidas las relaciones existentes entre los aceiteros seg¨²n las cuenta el fiscal, aunque difiere sobre la importancia de los circuitos del aceite.
Esta letrada establece seis v¨ªas de distribuci¨®n. Cuatro parten de Rapsa, de San Sebasti¨¢n, y las dos restantes de L¨ªpidos Ib¨¦ricos (Lipsa), que hab¨ªa hecho una importaci¨®n independiente. En opini¨®n de Sauquillo las dos rutas principales se inician en Rapsa y pasan por Aceites Salom¨®. Esta letrada estima menos da?inas las rutas directas Rapsa-Raelca, con refinos en ITH o Danesa-Bau, consideradas m¨¢s importantes por el fiscal.
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