Nada
A menudo me asaltan algunas im¨¢genes sobre la muerte: quedar extasiado infinitamente como un ¨¢guila en lo alto de una esfera con las alas desplegadas; arribar en una barca derivando con suavidad hacia una bah¨ªa verde esmeralda; habitar para siempre en el coraz¨®n de una pantera negra y que ¨¦ste sea mecido a manos de un dios. Y, sin embargo, la ceremonia de la muerte puede venir precedida por un humillante pellejo carnal y acompa?ada de largas toses hasta caer en un pozo de cemento fr¨ªo. ?Por qu¨¦ no morir¨¦ contemplando un cuadro de Piero della Francesca mientras suena m¨²sica de Mozart? Si el hecho de vivir es similar al acto de morir, ¨¦ste podr¨ªa convertirse en un hermoso salto de delf¨ªn hacia la nada: salir de la profundidad del mar, volar brevemente y precipitarse de nuevo en un ¨²tero marino y all¨ª ser recibido por una m¨²sica de arpa subacu¨¢tica.Se me ocurren estas vaguedades musicales mientras el membrillero florece y en los ojos de mi perra descubro una inocencia inmortal. Alguien ha dicho que la muerte no existe porque cuando ella llega t¨² ya no est¨¢s all¨ª. Esto no deja de ser una gracia, pero a veces pienso en el dise?o de mi propio final. Me gustar¨ªa convertirme lentamente en un tipo maduro cada d¨ªa m¨¢s azul por dentro hasta llegar a conquistar en la vejez un sill¨®n de mimbre blanco, y sentado frente al mar junto a un refresco de granadina enmudecer o s¨®lo mantener sabias conversaciones con los salmonetes, y recordar en silencio a las personas que he amado, las calles lejanas que he visitado, los seres que han marcado mi imaginaci¨®n, e interpretar las huellas que en mi interior han dejado algunas pasiones ef¨ªmeras, y creer que despu¨¦s de las cenizas habr¨¢ otro mundo donde yo ser¨¦ un pez en la sima del agua con aletas que sirvan para rozar algas sensibles y extraer de ellas una m¨²sica de un Mozart sumergido. Est¨¢ floreciendo el membrillero, la perra me mira con ojos tiernos que ignoran la muerte y yo imagino que la primavera es un tiempo para que el cuerpo sirva de pasto a las rosas de abril.
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