Requisa de libros

Puedo dar fe de c¨®mo los funcionarios de la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco han recorrido celda por celda requisando los libros que los presos ten¨ªan en su poder. Hemos podido saborear el poder presenciar lo que pens¨¢bamos que hab¨ªa anclado en un pasado remoto, hemos visto cu¨¢l es la faz que presenta el instructor inquisitorial ante un inocuo texto de la Metaf¨ªsica, de Arist¨®teles, mir¨¢ndolo por cada una de sus esquinas antes de echarle, a la bolsa que en el pasillo se iba agrandando a medida que espumeaban sus fobias. Dantesco, inolvidable. Arist¨®leles, Epicuro, Plat¨®n, Horaclito, Parm¨¦nides, Dodds, Savater, Heidegger y un largo etc¨¦tera han debido ser encerrados en alguna dependencia bajo llave para que no puedan perturbar el tratamiento penitenciario.Los presos que realizamos estudios de cualquier tipo hemos visto c¨®mo nos quitaban los libros de texto o de consulta, por lo que hemos tenido que suspender nuestros estudios. De una manera general han eliminado el recurso, que es hab¨ªtual entre nosotros, a utilizar el libro y la lectura en general como modo de rellenar el tiempo.

En muchos casos, lo que naci¨® como matarratos se ha convertido en pasi¨®n. Las deficiencias de la administraci¨®n penitenciaria las supl¨ªamos con la adquisici¨®n particular de bibliograf¨ªa. Nos han sido requisados libros de nuestra propiedad sin darnos justificante alguno de tal requisa y sin darnos notificaci¨®n alguna de su destino.-

Prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco. Alcal¨¢ de Henares.Madrid.