Homenaje a tres cumbres del flamenco
La IV Cumbre Flamenca, que se celebra en Madrid hasta el pr¨®ximo d¨ªa 11 y que reunir¨¢ a un buen n¨²mero de personalidades de este arte, rinde homenaje a tres grandes cantaores que nacieron hace un siglo: Aurelio de C¨¢diz, Bernardo de los Lobitos y Pepe de la Matrona. Este homenaje consiste en una gran exposici¨®n sobre ellos que recoge fotograf¨ªas y textos concernientes a sus vidas, carreras art¨ªsticas y perajes y acontecimientos con ellas relacionados. Tambi¨¦n se ha editado un libro conmemorativo. Esta tarde la Cumbre sigue con un concierto de m¨²sicas andaluzas de Semana Santa que tendr¨¢ un escenario poco usual: la catedral de Madrid.
Los tres hab¨ªan nacido el mismo a?os: 1887. Los tres fueron grandes cantaores no gitanos y murieron longevos. Los tres hab¨ªan nacido en la tierra de gracia del cante: C¨¢diz, Alcal¨¢ y Triana.De ellos, Bernardo fue el primero que muri¨®, en 1969. Ten¨ªa una personalidad exquisita y sensible, que daba extraordinaria delicadeza a sus cantes. Hab¨ªa nacido en Alcal¨¢ de Guadaira y primero se presentaba en p¨²blico con el nombre de Ni?o de Alcal¨¢, pero en Madrid se hizo muy popular cantando por buler¨ªas una letra que hab¨ªa o¨ªdo a un monta?¨¦s: "Anoche so?aba yo / que los lobitos me com¨ªan..." y de ah¨ª le qued¨® el nombre art¨ªstico.
En sus ¨²ltimos a?os era un aut¨¦ntico archivo del cante pasado. Grab¨® por vez primera el cante de trilla y las arcaicas nanas andaluzas y revivi¨® las malague?as del Canario y de Gayarrito. Un cr¨ªtico escribi¨® de ¨¦l: "Era la ternura del cante, el Azor¨ªn de la copla flamenca".
Aurelio Sell¨¦s, conocido como Aurelio el Tuerto o Aurelio de C¨¢diz, falleci¨® en 1974. Sin duda el mejor cantaor gaditano del siglo, y de tiempos anteriores probablemente s¨®lo habr¨¢ de ceder plaza a Enrique el Mellizo Naci¨® en el m¨ªtico barrio de Santa Mar¨ªa. El menor de los 22 hijos de un matrimonio oriundo de Altea (Alicante), en la dilatada familia s¨®lo uno de los hermanos mayores de Aurelio, conocido con el nombre de Chele Fateta, cantaba flamenco. Aurelio que r¨ªa ser torero, y anduvo de maletilla por capeas pueblerinas, don de a veces se terciaba echar un cante para los caciques, hacendados y se?oritos. Como todos los torerillos de la ¨¦poca, ten¨ªa sus miras puestas en Am¨¦rica donde parece que las oportunidades eran mayores, pero los 47 duros que costaba el pasaje m¨¢s barato en los nav¨ªos de la Trasatl¨¢ntica y Pinillos era una cantidad literalmente astron¨®mica para ¨¦l. Hizo al fin el viaje a bordo del Montserrat en compa?¨ªa de otros dos muchachitos, pero como poliz¨®n oculto entre unas lonas. No hallaron all¨ª la gloria que hab¨ªan ido buscando y regresaron a Espa?a cuando pudieron. Para entonces ya hab¨ªa descubierto que se sent¨ªa mucho mejor en el cante que en los toros.
Aurelio Sell¨¦s ten¨ªa -una de las voces m¨¢s captaoras que se recuerdan. Una voz musical, muy rica en los tonos bajos, para la intimidad. Le gustaba cantar para peque?os grupos, de seis o siete personas como mucho, de tal manera que se cree que s¨®lo en tres oportunidades de su vida cant¨® para grandes p¨²blicos: en su gira con la compa?¨ªa de Pastora Imperio de 1925-1926, como invitado de honor en la traves¨ªa inaugural del trasatl¨¢ntico espa?ol Covadonga y en la coronaci¨®n de Isabel II de Inglaterra.
Ten¨ªa Sell¨¦s, y mostraba con orgullo, un ejemplar del Romancero gitano que Garc¨ªa Lorca le dedicara dos meses antes de su muerte: "A Aurelio de C¨¢diz, a quien he tenido que pedir ?por favor! que dejara de cantar. Estilo flamenco como el de las malague?as de Aurello no lo he o¨ªdo a nadie".
El de la Matrona
Jos¨¦ N¨²?ez, Pepe el de la Matrona, muri¨® en 1980. Ten¨ªa 93 a?os, de los cuales 81 como cantaor.
Era siempre interesante escuchar a Pepel el de la Matrona porque, habiendo o¨ªdo a todos los cantaores que significaron algo en el siglo, con memoria y con curiosidad para aprender y formarse en la asignatura de la vida, aportaba datos de indudable inter¨¦s para la historia del arte flamenco.
Desde que en 1906-1907 Pepe el de la Matrona se traslad¨® a Madrid, su carrera se desarroll¨® pr¨¢cticamente teniendo como base la capital de Espa?a. En 1914 y 1917 estuvo en Cuba, de donde se trajo algunas influencias indianas: su versi¨®n de la milonga de Pcpa de Oro y algunas rumbas antiguas.
Babelia
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