Shultz juega en Mosc¨² una de las ¨²ltimas bazas para 'redimir' a Reagan
El futuro de las armas nucleares en Europa ser¨¢ el protagonista principal de las conversaciones que hoy inicia en Mosc¨² el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, con los l¨ªderes del Kremlin, en un desesperado y quiz¨¢s ¨²ltimo intento de que Ronald Reagan culmine su deteriorada presidencia con un acuerdo sobre desarme. Shultz, que es portador de un mensaje personal de Reagan a Mijail Gorbachov, pretende volver a Washington a finales de esta semana -tras informar el jueves en Bruselas a sus aliados de la OTAN - con el compromiso de que los l¨ªderes de ambas superpotencias mantendr¨¢n un nuevo encuentro en la cumbre, en Washington, antes de que finalice el a?o.
La desnuclearizaci¨®n de Europa aunque sea parcial, deber¨ªa constituir, en principio, el acuerdo que sirva de pretexto a una nueva entrevista entre Reagan y Gorbachov y de salvavidas para la presidencia norteamericana, devorada por el esc¨¢ndalo Irangate.Todo apunta a que Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica avanzan, a pesar de la guerra de los esp¨ªas, que ambos pa¨ªses mantienen abierta, hacia un acuerdo para eliminar de Europa los misiles de alcance intermedio (INF) y equilibrar las existencias de cohetes de corto alcance, excesivamente favorables actualmente para la URSS.
A pesar del revuelo originado por las mutuas acusaciones de espionaje electr¨®nico -que, en ¨²ltima instancia, siempre podr¨ªa servir de excusa para justificar un eventual estancamiento de las negociaciones-, tanto Reagan como Gorbachov se ver¨ªan un tanto aliviados en sus delicadas situaciones internas si consiguiesen materl alizar alg¨²n tipo de compromiso sobre desarme, informa Francisco G. Basterra.
El hecho de que Gorbachov haya aceptado negociar simult¨¢neamente el futuro de los euromisiles y el de los cohetes de corto alcarice es interpretado en Mosc¨², informa Pilar Bonet, como una conces, n a las reticencias expresadas por diversos l¨ªderes de Europa occidental ante la eventualdiad de que la opci¨®n cero, formulada. hace a?os por Estados Unidos, se plasme en un acuerdo.
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