Paco Machado

Tiene 22 a?os, est¨¢ a punto de licenciarse en Econ¨®micas y es alto, rubio y de ojos verdes. Paco Machado, un soltero sin demasiado compromiso, es hijo y nieto de toreros, madrile?o de nacimiento, que se doctor¨® en tauromaquia el pasado s¨¢bado en la plaza de Aranjuez. Se trata de un torero at¨ªpico, no s¨®lo por su f¨ªsico de sueco o por ser universitario y haber estudiado en los mejores colegios de pago, sino tambi¨¦n porque le rodea una pe?a taurina ins¨®lita, de izquierda como ¨¦l: soci¨®logos, abogados, actores, periodistas, yuppies, sindicalistas, cantautores, y, sobre todo, muchas mujeres.

En la muy reci¨¦n creada Pe?a Taurina Paco Machado milita una variopinta representaci¨®n de la izquierda espa?ola. Eso s¨ª, el torero no habla de pol¨ªtica m¨¢s que tangencialmente, como tanta gente de su edad. Hay otros datos ins¨®litos en la pe?a: el 50% de sus componentes son mujeres, y las profesiones m¨¢s comunes entre los socios son las relacionadas con la sociolog¨ªa. Tambi¨¦n hay abogados, m¨¦dicos, metal¨²rgicos, jinetes, periodistas, alquimistas del pachar¨¢n, fil¨®sofos, y Pilar Bayona, Paco Almaz¨¢n, Joaqu¨ªn Sabina, Mario Gaviria, Enrique Morente, Nicol¨¢s Due?as... En estos d¨ªas se est¨¢n componiendo tres pasodobles en honor del torero. Sus autores son otros tantos socios an¨®malos: Julia Le¨®n, Ra¨²l Alcover y Paco Ib¨¢?ez.Con un quite de humor, un socio de la pe?a explica as¨ª la fascinaci¨®n de la progres¨ªa por Paco Machado: "A este diestro, la conexi¨®n con la izquierda no le viene por el toro, sino por un novillo". Efectivamente, Antonio Novillo es el mozo de espadas y hombre de confianza del torero. Novillo, fot¨®grafo de profesi¨®n, fue un entusiasta del mayo del 68, milit¨® durante la transici¨®n en un partido de izquierdas y tiene amistad con numerosos intelectuales y artistas.

Paco Machado es un t¨ªmido radical a la par que sosegado. Habla muy poco, lo justo y con mucho temple. No es supersticioso, pero le inquieta que le sirvan las copas con la mano izquierda. Acepta estoicamente su sino: "Desde peque?ito he sido muy vergonzoso, pero tambi¨¦n era el ¨²nico rubio de la clase. Para los rubios no es f¨¢cil pasar inadvertidos en un pa¨ªs de morenos".

A pesar de la timidez, no duda un instante cuando enumera sus ambiciones como matador de toros: "El valor de Chicuelo II, el capote de Rafael Ortega, la muleta de Antonio Ord¨®?ez, la espada de Antonio Le¨®n y la personalidad de Curro Romero".

Cuando se le pregunta si le gustar¨ªa tener un romance con una tonadillera, contesta con una chicuelina: "Un amigo m¨ªo siempre me dice que si ¨¦l fuera torero se enamorar¨ªa perdidamente de Martirio". Aunque es del Real Madrid, frecuenta la consulta del doctor Ib¨¢?ez y la de ?ngel Vilda, m¨¦dico y preparador del Atl¨¦tico de Madrid, respectivamente.

"La lesi¨®n m¨¢s seria que he sufrido no tuvo lugar en una plaza de toros, sino en la discoteca El Sol, de Madrid. Est¨¢bamos celebrando una noche los primeros pasos de la pe?a y hab¨ªan adornado el local con banderillas y otros motivos taurinos. Bueno, pues al final un primo m¨ªo llevaba una banderilla en la mano, se le cay¨® y se me clav¨® a m¨ª en una pierna".