La crisis pol¨ªtica portuguesa se 'italianiza'
El presidente de la Rep¨²blica portuguesa, el socialista Mario Soares, ha multiplicado en las dos ¨²ltimas semanas los contactos y consultas para intentar encontrar una salida a la crisis provocada por la ca¨ªda, el pasado 3 de abril, del Gobierno minoritario presidido por el socialdem¨®crata An¨ªbal Cavaco Silva. La vuelta de este ¨²ltimo, de un viaje de 12 d¨ªas a Extremo Oriente, y la reuni¨®n del Consejo de Estado, ambas previstas para ma?ana, deber¨ªan permitir a Soares concluir su ronda de consultas y anunciar antes de finales de mes su posici¨®n definitiva acerca del nombramiento de un nuevo Gobierno, con o sin disoluci¨®n inmediata del Parlamento. La crisis pol¨ªtica portuguesa, que se abri¨® con la presentaci¨®n de una moci¨®n de censura contra el Gobierno de Cavaco Silva por parte del Partido Renovador Democr¨¢tico (PRD) que encabeza el ex presidente de la Rep¨²blica Antonio Ramalho Eanes, ha entrado en una fase de italianizaci¨®n.
La posici¨®n en la que se encuentra el presidente de la Rep¨²blica se reduce en la Prensa portuguesa al dilema simplista y reductor hecho por los dos ¨²nicos partidos que han asumido posiciones claras acerca de la crisis: disoluci¨®n inmediata del Parlamento y convocatoria de elecciones anticipadas antes del verano, como quieren Cavaco Silva y el PSD (Partido Social Dem¨®crata), o formaci¨®n de otro Gobierno, cualquiera que sea, para. evitar las elecciones, como pretende el Partido Comunista.Pero hay muchas cuestiones que Mario Soares debe tambi¨¦n tener en cuenta, y que complican la respuesta a la pregunta principal e impiden que se alcance una mayor¨ªa en favor de una f¨®rmula, como la fecha de una eventual disoluci¨®n del Parlamento y la composici¨®n del Gabinete que estar¨ªa encargado de gobernar durante la campa?a electoral, en ausencia de cualquier control del Parlamento.
Algunos argumentos utilizados a favor de una y otra soluci¨®n tienen efectos de bumer¨¢n y provocan divergencias incluso entre correligionarios o formaciones partidarias en principio de aplicar una misma f¨®rmula para resolver la crisis, abierta por una moci¨®n de censura (que obtuvo mayor¨ªa en el Parlamento) presentada por el (PRD).
Pero la situaci¨®n no es tan sencilla. Los democristianos del CDS (Centro Dem¨®cratico Social) y el sector m¨¢s derechista del PSD afirman que antes de ir a las elecciones hay que asegurar al futuro vencedor, es decir, a Cavaco Silva, una mayor¨ªa absoluta que garantice la consecuci¨®n del poder "durante 10 a?os" y la posibilidad de dirigir el proceso de revisi¨®n constitucional y la elecci¨®n del pr¨®ximo presidente de la Rep¨²blica.
Sin embargo, el PSD no quiere iniciar negociaciones con el CDS antes de conocer la decisi¨®n de Soares y un sector importante del CDS piensa que en estas condiciones hay que ganar tiempo, por ejemplo, haciendo viable en el Parlamento un Gobierno del Partido Socialista (PS).
Agotar posibilidades
La direcci¨®n del PS defiende que la decisi¨®n de disolver el Parlamento, poco m¨¢s de un' a?o despu¨¦s d¨¦ los ¨²ltimos comicios, s¨®lo debe ser tomada despu¨¦s de agotar todas las otras posibilidades de resolver la crisis. Por ello, propone que Cavaco Silva y el PSD sean llamados a formar otro Gobierno que solicite el apoyo del Parlamento.Si Cavaco acepta y no consigue una mayor¨ªa, Soares podr¨ªa disolver el Parlamento y dejar que Cavaco Silva y su segundo Gobierno preparen las elecciones. Si se niega, el jefe del Estado debe confiar esta tarea al l¨ªder del segundo partido, o sea, aI PS.
Aqu¨ª todo se complica, incluso en el interior del PSD, porque, a pesar del triunfalismo de fachada, hay socialdem¨®cratas que consideran suicida la estrategia de Cavaco Silva, que ven muy dif¨ªcil la conquista de la mayor¨ªa absoluta, que aspiran a un reajuste del actual Gobierno y, sobre todo, que no quieren crear una ruptura tan profunda con el PS que impida alcanzar la mayor¨ªa de dos tercios necesaria para la revisi¨®n constitucional.
Por otro lado, si Vitor Constancio, l¨ªder socialista, es encargado de formar Gobierno, est¨¢ claro que obtendr¨¢ en el Parlamento un apoyo no s¨®lo superior al que tuvo Cavaco Silva durante 16 meses, sino muy probablemente mayoritario. ?Qu¨¦ pretexto podr¨ªa entonces invocar Mario Soares para impedir que este Gobierno se instale para gobernar efectivamente y no tan s¨®lo para "administrar" los asuntos corrientes" hasta los comicios?
La conciencia de que la crisis facilita al Partido Socialista las mejores condiciones para gobernar que se le deparan desde el a?o 1976 est¨¢ provocando en las bases del PS un nivel de combatividad que el presidente Mario Soares, por m¨¢s alejado que afirme estar del partido que dirigi¨® hasta hace poco, no puede ignorar totalmente.
Finalmente, est¨¢ la cuesti¨®n de las elecciones europeas. El PSD, que se preparaba para provocar la crisis y para que hubiera elecciones anticipadas en octubre pr¨®ximo, ha presentado un proyecto de ley electoral para el Parlamento Europeo alegando la necesidad de respetar el compromiso asumido en el tratado de adhesi¨®n de elegir los eurodiputados lusos por sufragio directo en 1987.
El PSD se apresur¨® a olvidar este argumento, invocado en el debate de la moci¨®n de censura, porque est¨¢ ahora en contra de la disoluci¨®n inmediata de la C¨¢mara, o sea, antes de la aprobaci¨®n de la ley electoral para el Parlamento Europeo, porque implicar¨ªa la imposibilidad de realizar conjuntamente los comicios nacionales y europeos, posponiendo ¨¦stos como m¨ªnimo hasta mediados de 1988.
Paralelismos
Este conjunto complejo de motivaciones entrecruzadas que impiden a los partidos hablar claro y revelar todas sus estrategias lleva a los observadores a establecer un paralelo entre la crisis italiana y la portuguesa y a minimizar la importancia de los poderes que tiene, en el sistema portugu¨¦s, el presidente de la Rep¨²blica.Al contrario que Francesco Cossiga, su hom¨®logo italiano, Soares puede hacer pr¨¢cticamente lo que quiere y la evoluci¨®n de la crisis ser¨¢ siempre el resultado de la actuaci¨®n personal y subjetiva del ex l¨ªder socialista.
Aunque m¨²ltiples sondeos publicados estos d¨ªas quieran dar una base seudocient¨ªfica a una supuesta correlaci¨®n de fuerzas en el futuro Parlamento, todos ellos coinciden en un punto: un claro aumento de las intenciones de voto a favor del PSD, pero con diferencias de m¨¢s de cinco puntos sobre la distancia que separar¨ªa a Cavaco Silva de la mayor¨ªa absoluta.
Todos los dem¨¢s partidos -el socialista, el renovador democr¨¢tico, el comunista y el democristiano- suben o bajan, seg¨²n tendencias curiosamente coincidentes con las preferencias pol¨ªticas del peri¨®dico que publica los resultados.
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