Un peque?o partido de oposici¨®n inquieta al r¨¦gimen autoritario del general Suharto
ENVIADO ESPECIAL, La cabeza de un bateng, el t¨ªpico toro indonesio, con sus largos cuernos arqueados, es el s¨ªmbolo del Partido Democr¨¢tico Indonesio (PDI), el m¨¢s peque?o de los tres que compiten en la elecci¨®n de ma?ana, pero es el que parece inquietar m¨¢s al poderoso r¨¦gimen autoritario del general y presidente Suharto, con m¨¢s de 21 a?os en el poder.
Casi 98 millones de electores acudir¨¢n ma?ana a las urnas para renovar 400 esca?os de un Parlamento cuyos 100 puestos restantes son designados directamente por Suharto entre los militares, El presidente, Suharto, cuenta tambi¨¦n con un poder absoluto gracias al control del partido mayoritario, el Golkar, especie de movimiento nacional que espera tambi¨¦n aumentar su influencia pol¨ªtico administrativa en esta elecci¨®n.El segundo partido, de tradici¨®n isl¨¢mica en un pa¨ªs en el que esa religi¨®n es practicada por el 90% de una poblaci¨®n de casi 170 millones de habitantes, es el Partido Unido para el Desarrollo.
Pero la sorpresa en esta campa?a electoral de la peculiar democracia indonesia -donde s¨®lo puede participar la oposici¨®n tolerada por el r¨¦gimen de Suharto- la dio el pasado viernes el PDI, el que tiene por s¨ªmbolo la cabeza del bateng.
"Nosotros mismos fuimos los primeros sorprendidos", declara a EL PA?S Nico Daryanto, hombre de negocios y secretario general del PDI, al comentar el ¨¦xito multitudinario, con unas 800.000 personas que se reunieron en el centro de Yakarta para aclamar a los candidatos del PDI.
Lo m¨¢s sorprendente -a?ade Daryanto- es- que la mayor¨ªa eran j¨®venes y mujeres. Ante la multitud habl¨® la hija del padre de la independencia de-Indonesia, Sukarno, que perdi¨® el poder tras verse debilitado por un intento de golpe comunista en 1965, seguido del golpe militar del general Suharto, en 1966, quien desde entonces sigue en el poder.
En las filas del PDI aparecieron en algunos m¨ªtines grandes carteles con fotos de Sukarno. La polic¨ªa oblig¨® a retirarlos, ya que en la campa?a s¨®lo se permiten las fotos de Suharto. "Nosotros", a?ade Daryanto, "no fomentamos la aparici¨®n de las fotos de Sukarno, pero la gente joven -un 20% del electorado votar¨¢ hoy por primera vez- esgrimi¨® la imagen del padre de la patria como un claro s¨ªmbolo de protesta contra el r¨¦gimen de Suharto".
"Queremos cierta innovaci¨®n en Indonesia", apunta prudentemente Nico Daryanto, en la sede de su partido, cuya infraestructura e instalaciones son financiadas desde la potente m¨¢quina del poder indonesio, dotado de su propia oposici¨®n.
Pese a ello, el PDI pide en su campa?a que haya mayor libertad de Prensa -el Gobierno cerr¨® recientemente varias publicaciones- y que se restablezca el derecho a las actividades pol¨ªticas en los campus universitarios. Tambi¨¦n propone cambios en la orientaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica, y especialmente la extici¨®n de varios monopolios, seg¨²n a?ade el secretario general del partido.
A trav¨¦s de los monopolios, el Estado controla unas 215 empresas, y en base a ese entramado se ha instalado en el pa¨ªs toda una red de corrupci¨®n casi institucionalizada que, al parecer, tiene v¨ªnculos incluso en la c¨²pula del poder.
A la pregunta de si es posible en Indonesia un cambio pol¨ªtico al estilo del vivido en Filipinas, Daryanto responde que su pa¨ªs tiene sus propias peculiaridades. "Debemos reconocer que el Gobierno de Suharto logr¨® programas de desarrollo importantes en el pasado, principalmente en ¨¦l terreno de la agricultura", concluye.
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