Alfons¨ªn solventa la crisis retirando a 15 generales

La crisis militar argentina se ha solventado con el paso a la situaci¨®n de retiro de 15 generales obligados a ello por la juventud en el mando del nuevo jefe de Estado Mayor del Ej¨¦rcito de Tierra, general Jos¨¦ Dante Caridi, de 56 a?os, del Arma de Artiller¨ªa, un solter¨®n involucrado judicialmente en la guerra sucia contra la subversi¨®n ante los tribunales de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, ante los que deber¨¢ presentarse en los primeros d¨ªas de junio.

Los aplastados por esta crisis son H¨¦ctor R¨ªos Ere?¨², ya ex jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito de Tierra; Mario S¨¢nchez, subjefe del Estado Mayor; Juli¨¢n P¨¦rez Dorrego, director general de Apoyo; Naldo Dasso, director general de Institutos Militares; Enrique Miguel Bonifacino, comandante del VCuerpo de Ej¨¦rcito; Ernesto Arturo Alais, comandante del II Cuerpo y encargado de reprimir la sublevaci¨®n del ex teniente coronel Aldo Rico en la Escuela de Infanter¨ªa de Campo de Mayo; Juan Carlos Medrano Caro, comandante del IV Cuerpo de Ej¨¦rcito; Antonino Fichera, comandante del III Cuerpo de Ej¨¦rcito, acantonado en C¨®rdoba, n¨²cleo de la rebeli¨®n y pasado al retiro a petici¨®n propia, y Roberto Atilio Bocalandro, director de Institutos de Estudios Superiores.Igualmente dejaron la actividad, pero ya por decisi¨®n del comando de la fuerza de Tierra, los generales Augusto Jos¨¦ Vidal, director del Instituto de Perfeccionamiento del Ej¨¦rcito, quien acompa?¨® al presidente Alfons¨ªn en Campo de Mayo en sus tratativas con el rebelde Aldo Rico y firme candidato a la jefatura del Estado Mayor del Ej¨¦rcito; Mario Antonio Martino, subdirector general de Apoyo; Luis Lategana, comandante de la X Brigada de Infanter¨ªa; Raimundo Pineiro, comandante de la Escuela Militar de la Naci¨®n; Juan Manuel Tito, comandante de la I Brigada de Caballer¨ªa Blindada; y Faustino Jos¨¦ Svencionis, jefe de Doctrina e Instrucci¨®n del Estado Mayor Conjunto.

Lealtades probadas

Toda esta lista de nombres podr¨¢ no decir nada, pero es ilustrativa de la sacudida que ha recibido el Ej¨¦rcito de Tierra argentino. Pero no todo es motivo de festejo: ocho de los 15 generales retirados estaban considerados como muy fieles -particularmente Vidal- al Gobierno democr¨¢tico de la Rep¨²blica. La lealtad de quienes ascienden est¨¢ por probar.Este terremoto militar se ha activado haciendo pol¨ªtica y sopesando cada nombre al m¨¢ximo. Los rebeldes -el estado de ¨¢nimo militar de la fuerza- logran la salida de los generales Alais y Vidal, que trabajaron directamente con Alfons¨ªn para desactivar la rebeli¨®n de la Semana Santa.

Vidal es la mayor p¨¦rdida para la democracia: se trata del general m¨¢s solvente, intelectual y comprometido con las exigencias y necesidades de la democracia argentina. Un Guti¨¦rrez Mellado [vicepresidente del Gobierno espa?ol para asuntos de Defensa cuando el intento golpista del 23 de febrero de 1981] que se sacrific¨® para que Alfons¨ªn lograra la rendici¨®n incondicional de Aldo Rico en Campo de Mayo aconsej¨¢ndole (Alfons¨ªn quer¨ªa ir directamente a la sublevada Escuela de Infanter¨ªa) y ampar¨¢ndolo en todo momento.

Alais es otra historia. M¨¢s macho que nadie, se excedi¨® en sus declaraciones a los periodistas sorbiendo mate de su bombilla, desplegando mapas espectaculares sobre el cap¨® de su jeep de mando, rogando "por el amor de Dios" a los ciudadanos que despejaran la entrada de la Escuela de Infanter¨ªa, levantando los pulgares en actitud de ¨¦xito y asegurando a diestro y siniestro que entrar¨ªa en Campo de Mayo a sangre y fuego. Con su caballer¨ªa blindada de Gualeguaych¨² acantonada en Z¨¢rate, a 100 kil¨®metros de Buenos Aires, hizo todos los esfuerzos posibles por quedar en rid¨ªculo. La Escuela de Infanter¨ªa de Campo de Mayo termin¨® tom¨¢ndola Ra¨²l Alfons¨ªn sin necesidad de vestirse un uniforme de camuflaje ni de pintarse la cara con corcho quemado.

El Ej¨¦rcito de Tierra tampoco ha recibido un premio tras el se¨ªsmo. El general Caridi, pese a estar implicado en una causa judicial por supuesta violaci¨®n de los derechos humanos, no es precisamente un hombre popular entre sus conmilitones. Fr¨ªo, t¨ªmido, sin relaciones sociales en la fuerza, es un mero disciplinado sin prestigio. El aut¨¦ntico jefe del Ej¨¦rcito de Tierra es su actualmente segundo, el general Gonz¨¢lez, jefe de Estado Mayor del III Cuerpo con Fichera, jefe de este cuerpo al cesar aqu¨¦l, y segundo del Ej¨¦rcito de Tierra a los dos d¨ªas de que R¨ªos Ere?¨² pasara a retiro.

Este corresponsal se cansar¨¢ de escribir que en Argentina no cabe un golpe de estado militar cl¨¢sico -la, radiocadena nacional, la marchita y el comunicado n¨²mero uno- pero si las cosas se torcieran en exceso habr¨¢ que estudiar con cuidado al general Fausto Gonz¨¢lez, segundo de un apocado como el general Caridi y dotado de una personalidad fuerte, capaz tanto de enfrentarse con una nueva sublevaci¨®n y reprimirla violentamente como de plantarse ante el Gobierno democr¨¢tico.