Primera prueba material de que John Demjanjuk es 'lv¨¢n el Terrible'
Un carn¨¦ de identidad de las SS cambia la marcha del proceso que se sigue en Jerusal¨¦n contra un anciano mec¨¢nico norteamericano
El proceso que se desarrolla en Jerusal¨¦n contra John Demjanjuk, mec¨¢nico norteamericano de 67 a?os, acusado de ser Iv¨¢n el Terrible, responsable de la muerte de miles de jud¨ªos durante la II Guerra Mundial en el campo de concentraci¨®n de Treblinka, en Polonia, cobr¨® un nuevo giro esta semana. El tribunal acept¨® la autenticidad del carn¨¦ de identidad emitido en 1942 por las SS nazis del campo de entrenamiento de Trawniki a nombre del acusado. La cuesti¨®n clave en este proceso es si Iv¨¢n y John son la misma persona.
Este carn¨¦ fue facilitado por la URSS a Israel gracias a la mediaci¨®n del magnate norteamericano y jud¨ªo Armand Hammer, gran amigo de los sovi¨¦ticos. En el documento de Trawniki, campo de formaci¨®n de auxiliares de las SS (fuerzas de seguridad del r¨¦gimen nazi) aparece una foto de Iv¨¢n, el nombre de Jon Demjanjuk, su firma y la del comandante del campo, M. Streibel, con fecha de 1942.La autenticidad del carn¨¦ se estableci¨® el pasado martes, tras reanudarse el juicio que hab¨ªa quedado interrumpido en raz¨®n de la fiesta de Pascua que celebran tanto cristianos como jud¨ªos. Expertos grafol¨®gicos intervenieron por parte de la acusaci¨®n para dar su opini¨®n sobre las firmas. Por parte de la defensa, actu¨® el segundo de los abogados norteamericanos, John Gill, tambi¨¦n experto en grafolog¨ªa.
La defensa intent¨® demostrar que este documento era falso y hab¨ªa sido fabricado por el KGB (Comit¨¦ de Seguridad del Estado) sovi¨¦tico. Pero el tribunal acept¨® como v¨¢lido el peritaje oficial de la polic¨ªa israel¨ª y otros testigos. Esta es la primera prueba material que se presenta contra Demjinjuk.
Un experto alem¨¢n
Antes de examinar las firmas, el fiscal israel¨ª del proceso interrog¨® al profesor alem¨¢n Wolfgang Scheffler, especialista en cr¨ªmenes de guerra nazis, sobre la foto ampliada de este carn¨¦ de identidad.
El profesor Scheffler hab¨ªa anunciado con mucha convicci¨®n ante el fiscal: "Ser¨ªa sensacional si se acabase demostrando que el documento es falso, porque en el curso de los ¨²ltimos 20 o 25 a?os, en los que he estudiado casos parecidos, no he encontrado nunca un documento falso". Mark O'Connor, abogado norteamericano que dirige la defensa, present¨® informaci¨®n sobre este testigo que confirma que naci¨® en Leipzig (hoy perteneciente a la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana) y que vivi¨® muchos a?os bajo el r¨¦gimen comunista.
Ante la pregunta de la defensa de por qu¨¦ existe una diferencia de cinco cent¨ªmetros entre la talla del acusado y la que viene indicada en el documento de Trawniki, el experto alem¨¢n replic¨®: "No es un elemento decisivo. Numerosos documentos de esa ¨¦poca presentan imprecisiones de este tipo. Adem¨¢s, eran corrientes las faltas de ortografia y de transcripci¨®n".
Cuando los supervivientes de Treblinka pasaron a declarar, la sala estaba a tope. Los israel¨ªes, j¨®venes y viejos, se quedaron fascinados por las palabras de los que hab¨ªan sobrevivido a ese infierno. Escucharon descripciones gr¨¢ficas de la fabrica de muerte en la que murieron m¨¢s de 900.000 jud¨ªos. Los testigos fueron forzados por la defensa a incluir cada detalle de una experiencia grabada para siempre en sus memorias. Cuatro de los cinco supervivientes de Treblinka que han declarado en este proceso han reconocido formalmente a John Demjanjuk como Iv¨¢n el Terrible.
Una m¨®rbida curiosidad
?Por qu¨¦ los israel¨ªes se interesan tanto por algo que pas¨® hace m¨¢s de 40 a?os? Tal vez la respuesta se encuentre en su m¨®rbida curiosidad por los horrores del campo de entrenamiento a la tortura de Trawniki. O quiz¨¢s haya que buscarla en la profunda identificaci¨®n de los israel¨ªes con aquellas v¨ªctimas, aquellos millones de jud¨ªos que han sucumbido en Treblinka, Auschwitz, Dachau y tantos otros campos nazis de exterminio.Puede que esta fascinaci¨®n de los israel¨ªes por un asunto que se cre¨ªan olvidado -y que la gente quer¨ªa que fuese olvidado- refleje una conciencia tard¨ªa, pero indudablemente aut¨¦ntica, del despertar del jud¨ªo eternal que est¨¢ obsesionado por su propio martirio.
Los que hablan del efecto de pedagog¨ªa del proceso de Demjanjuk estiman que el inter¨¦s inesperado de los j¨®vertes israel¨ªes por los shoa -los campos de la muerte enque una tercera parte del pueblo jud¨ªo se dispuso a morir- expresa tambi¨¦n su deseo de comprender lo incomprensible: c¨®mo millones de jud¨ªos aceptaron la muerte sin protesta.
La generaci¨®n de israel¨ªes de los a?os ochenta est¨¢ empezando a entender lo que las generaciones precedentes se negaron a admitir. La nueva generaci¨®n comprende que lo que es incompretisible es que a pesar de todo hubiera revueltas espor¨¢dicas en los guetos y en los campos de exterminio de los jud¨ªos.
Los j¨®venes israel¨ªes por fin se dan cuenta de que ning¨²n otro pueblo hubiera reaccionado de la misma manera que la mayor¨ªa de los jud¨ªos que han sido deportados, degradados d¨ªa tras d¨ªa, matados de hambre y aislados completamente del mundo exterior.
Pero curiosamente, antes de las vacaciones de Pascua, los asientos del p¨²blico en el tribunal de Jerusal¨¦n donde se celebra el proceso contra John Demjanjuk hab¨ªan quedado vac¨ªos, prueba muy clara del desinter¨¦s de los israel¨ªes por este asunto.
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