Un poco de romanticismo, por favor

La corrida de ayer, de Jos¨¦ Luis Osborne, puso de manifiesto, una vez m¨¢s en esta feria, que hay que buscar alguna soluci¨®n al grav¨ªsimo problema de la falta de casta del ganado. Por esta cuesta abajo, en pocos a?os tendr¨¢n que salir a la plaza toros mec¨¢nicos.La crianza de ganado bravo no ha sido nunca un negocio. Se era ganadero por afici¨®n, por tradici¨®n, por alcanzar, si no se ten¨ªa, un determinado posici¨®n social. Pero, sobre todas esas motivaciones, la m¨¢s atractiva y la que produc¨ªa m¨¢s prestigio era la faceta rom¨¢ntica. Muy conocida es la an¨¦cdota del viejo don Eduardo Miura, que llor¨® amargamente cuando el mayoral de su ganader¨ªa le cont¨® que Joselit¨® El Gallo le hab¨ªa cogido el cuerno por la mazorca a uno de sus toros. O el sue?o maravilloso de Fernando Villal¨®n, que quer¨ªa criar en las marismas toros con los ojos verdes. Es cierto que las circunstancias socioecon¨®micas son muy distintas de aquellas imperantes cuando estas an¨¦cdotas ocurrieron. Sin embargo, ese esp¨ªritu rom¨¢ntico en la crianza de toros bravos ser¨ªa ideal que se mantuviera. El esfuerzo no lo deben hacer s¨®lo los ganaderos. Se trata de una riqueza aut¨®ctona que hay que proteger a toda costa, y por ello debe contar con ayudas oficiales: exenciones fiscales, subvenciones, tratamiento singularizado en cuanto a la pol¨ªtica a seguir con las explotaciones agrarias que se dediquen a la crianza del toro bravo.

Una pol¨ªtica de esta naturaleza situar¨ªa a los ganaderos actuales en condiciones de igualdad frente a sus antecesores, por lo que, volver a ser rom¨¢ntico, no constituir¨ªa una heroicidad.

La presentaci¨®n de Joselito como matador de toros pas¨¦ sin pena ni gloria, por culpa del ganado. Eso me permite sugerirle la necesidad de gestos gallardos en consonancia con los toreros de todos los tiempos. ?Por qu¨¦ en lugar de venir con ganader¨ªas comerciales no ha pedido la corrida de Guardiola?

Es importante que, nuevamente, el protagonismo lo tengan s¨®lo el toro y el torero. Hay que limpiar la fiesta de tanto par¨¢sito como gira alrededor de ella. Por favor, un poco de romanticismo.