Un concierto de Von Karajan inaugur¨® las fiestas del 750? aniversario de Berl¨ªn
No hubo representaci¨®n de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana
Jupiter, la sinfon¨ªa 41 de Mozart, dirigida por Herbert von Karajan al frente de la Orquesta Filarm¨®nica de Berl¨ªn, remat¨® anoche la inauguraci¨®n de las celebraciones que festejar¨¢n el 750? aniversario de la ciudad; una edad joven para una ciudad europea, y as¨ª ha parecido entenderlo el tiempo, ostentosamente veraniego desde hace varios d¨ªas. Seiscientos invitados de honor de todo el mundo celebraron con las principales autoridades del pa¨ªs y los berlineses del Oeste el comienzo de la efem¨¦ride, y notablemente Tom Bradley, alcalde negro de Los ?ngeles, ciudad hermanada con esta parte de Berl¨ªn.
Pero no asisti¨® nadie del otro lado del muro, aunque hab¨ªan sido invitados. Con acento tambi¨¦n en la m¨²sica, Berl¨ªn Este celebra desde comienzos de a?o, por su cuenta, los tres cuartos de milenio. Willy Brandt, el m¨¢s famoso de los ex alcaldes de Berl¨ªn Oeste y ciudadano de honor de la ciudad, dijo en la inauguraci¨®n que no debe dejarse de lado ninguna oportunidad que se ofrezca para superar la "arbitraria separaci¨®n" de la ciudad. Helmut KohI, canciller de la Rep¨²blica, anunci¨® que mientras no sea superada la separaci¨®n entre las dos Alemanias, el Gobierno de Bonn seguir¨¢ intentando empecinadamente conseguir mejoras para la poblaci¨®n.Hablaron tambi¨¦n el actual alcalde de la ciudad, Eberhard Diepgen, y el alcalde de Los ?ngeles, recibido con calor por la audiencia.
De las casi cuatro decenas de exposiciones que jalonan el a?o, los organizadores eligieron El viaje a Berl¨ªn para abrirla en la fecha inaugural. Una cuantiosa muestra de documentos y fotos, mapas, artilugios de viaje, cartas y diarios, para ilustrar el viaje a la que muchos consideraron el centro de Europa, y cuyo acceso, desde el Oeste, sigue siendo peculiar. Enclave occidental en medio de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, la sensaci¨®n de isla produce, al parecer, en los berlineses, seg¨²n algunos libros sobre la ciudad -que este a?o se alinean en departamentos especiales en las librer¨ªas-, comportamientos agresivos en los conductores, afluencia en masa a los lagos y bosques de la ciudad, sumamente verdes, por otra parte, y neurosis como la de los alpinistas que, vestidos de tales, escalan en verano una cima de 35 metros construida con las ruinas arrinconadas de bombardeos.
Leyes y condiciones ventajosas para los berlineses a ambos lados del muro, dentro de lo que cabe, han permitido a los analistas decir que Berl¨ªn es una suerte de escaparate de la confrontaci¨®n entre Este y Oeste. Lo cierto es que pocas ciudades han merecido tanto esfuerzo en un cumplea?os, y se dir¨ªa que la fiesta no es s¨®lo una inversi¨®n tur¨ªstica.
Sonrisa en la taquilla
Antes de una recepci¨®n oficial en el castillo de Charlotenburgo, el concierto de la noche, dirigido por Von Karajan al frente de la Filarm¨®nica -J¨²piter y As¨ª habl¨® Zaratustra, de Richard Strauss- fue uno de esos que suscitan desde meses antes una sonrisa de regocijo en las taquillas cuando se pide una entrada. No as¨ª, en cambio, el concierto previsto para hoy, a cargo de la Filarm¨®nica de Los ?ngeles, con Andr¨¦ Previn en la batuta y un programa menos multitudinario: Don Quijote, de Richard Strauss, cinco piezas de Sch?nberg y El mar, de Debussy.La m¨²sica es quiz¨¢ lo que prima en este 750? aniversario, tanto a uno como a otro lado. A partir de septiembre interpretar¨¢n en el lado oeste las filarm¨®nicas de Londres, Viena e Israel, y las orquestas de Filadelfia y Par¨ªs; acudir¨¢n, entre otras, las compa?¨ªas de ballet de La Scala de Mil¨¢n, el Royal Ballet londinense y la Compa?¨ªa de Danza de Paul Taylor, de Nueva York. En el lado este, durante tres d¨ªas de abril se celebr¨® un festival internacional de orquestas de c¨¢mara. Es posible organizar 39 exposiciones en tomo a una ciudad que no llega al milenio, pero s¨ª una larga historia, como lo demuestra el programa. El mito de Berl¨ªn (urbanismo), La ciudad y yo (la dial¨¦ctica en pintura entre el individuo y la ciudad), La topograf¨ªa del terror (documentos sobre el terror de las SS y la Gestapo), o la historia del movimiento femenino en la ciudad; por cierto, tambi¨¦n se programa un ciclo de m¨²sica de mujeres compositoras.
No todas las exposiciones son estrictamente berlinesas. En julio se inaugurar¨¢ una, con pr¨¦stamos de todos los museos de la RFA, que crear¨¢ una galer¨ªa temporal del arte alem¨¢n.
Otra exposici¨®n dedicada a la pintura, el dibujo y la escultura de Alberto Iacometti se anuncia memorable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.